Joseba Torres ha dado por terminada la temporada con la disputa del campeonato de España en el club Mediterráneo de Castellón, en el que terminó … ocupando la decimocuarta plaza, con +7, a diez golpes del ganador Pablo Ereño. El hondarribiarra, de 23 años, colgará la bolsa de palos esta semana y después empezará a preparar una «ilusionante» nueva temporada en la que participará en alrededor de veinte torneos del circuito Challenge, la segunda división, con idea de poder dar el salto más pronto que tarde al DP World Tour.

– Primer día regular, segundo sobresaliente, y los dos últimos a buen nivel. ¿Qué balance hace del campeonato de España?

– No empecé muy fino pero en la segunda jornada, en un día con mucho viento, pudo meterme en la pelea al ser uno de los únicos seis jugadores que hicimos bajo par. Sin hacer el mejor juego, terminé el torneo con un día ordenado, en el que me penalizaron un par de malos golpes. Ahora ya estoy pensando en el año que viene.

– ¿Y qué piensa?

– Que me espera una temporada muy ilusionante en la que voy a poder competir en alrededor de veinte torneos del circuito Challenge que son casi el doble de lo que he hecho este año, en el que he podido hacer once. Mi objetivo es claro: quiero acabar entre los 45 primeros del ranking para poder clasificarme para la gran final de la Escuela en la que se reparten los veinte billetes para ascender al DP World Tour.

– ¿Qué calendario le espera?

– En nada, en enero, arranca el Challenge en Sudáfrica y está por ver si luego se juega en India. Mi idea es entrenar y entrenar las próximas semanas para poder estrenarme en marzo-abril en Abu Dhabi y a partir de ahí ya encadenar toda la gira por Europa.

– Las estadísticas dicen que solo tres de los veinte que han logrado este año la tarjeta para el DP World Tour han podido ascender sin ganar un solo torneo.

– No me sorprende. Es algo que no solo se da en el Challenge sino también en el DP World Tour: se premia a los ganadores. Ya puedes hacer seis torneos entre los veinticinco primeros que vale más, da más puntos, no pasar el corte en cinco y ganar un torneo. La conclusión es que hay que tratar de ganar un torneo como mínimo, aprovechar los momentos de buen juego para ir a tope.

– ¿Se ve con opciones de ganar alguno? En esta última temporada acarició la victoria en el Challenge de Vaudreil en un playoff con otros tres jugadores.

– Este año en el que he podido hacer diez torneos me ha ayudado mucho, me ha servido para ver cómo se manejan los jugadores, cómo afrontan los torneos… Y, sí, me veo con opciones.

– ¿Qué ha aprendido?

– Que hay que preocuparse de uno mismo sin pensar tanto en los rivales. Si uno hace lo que tiene que hacer, si el nivel de confianza es alto, es más factible estar en la zona alta de la clasificación donde se ponen en juego los torneos en las últimas jornadas. Los jugadores con aspiraciones pueden hacer un ‘out’ en un hoyo que sabes que en el siguiente se van a reponer. Ahí está la clave.

– Siempre el componente psicológico unido al golf.

– Siempre, pero sin olvidar los aspectos técnicos. Uno va ligado al otro. Yo sé que debo mejorar cosas.

– ¿En qué faceta del juego?

– En el juego largo. Necesito ser más consistente. Me manejo bien en el juego corto y con el putt pero me falta mejorar desde el tee. Es lo que quiero hacer en este tiempo de pretemporada.

– ¿De la mano de su tío José María Olazabal?

– Sí. Eso no cambia. Tenemos el grupo de trabajo de Basque Team en Basozabal con mi tío al frente. La idea es estar entrenando en casa y en enero-febrero volar a Florida en busca del buen tiempo, en campos que conozco bien de mi etapa académica en Estados Unidos.

– Supongo que haber salido pronto de casa le servirá para su carrera profesional.

– Así como hay jugadores que llevan mal estar fuera de casa, yo no tengo problema. Sé que el año que viene voy a estar mucho tiempo solo pero no me preocupa. Estoy deseando empezar. Me esperan torneos bonitos en campos muy bien preparados, con grandes rivales, y un objetivo claro.