La quinta y última temporada de Stranger Things desembarca en la gran N roja dispuesta a satisfacer las más altas expectativas, que pueden verse frustradas también por culpa nuestra. Para ello, conviene rescatar unas declaraciones de los hermanos Duffer, a propósito del estreno en 2017 de la segunda entrega de la serie de nostalgia ochentera, con las que pretendían arrojar algo de luz sobre una cuestión que, si bien a muchos les puede resultar prosaica, va condicionar, y de qué manera, nuestra experiencia como espectadores: cómo vemos los capítulos en la televisión.

Lejos de ser un capricho de sus dos creadores, es aconsejable tomar nota de algunos consejos que optimizarán el visionado de los capítulos de la serie, para poder verla de la manera más fiel posible a como fue concebida durante su planificación, rodaje y edición. Algo que se puede conseguir siguiendo un sencillo, pero contundente, consejo que lanzó Matt Duffer durante una entrevista con Vulture: «La clave está en desactivar cualquier cosa que tenga la palabra ‘motion’: ‘TruMotion’, ‘Smooth Motion’…», señaló entonces sin andarse por las ramas.

«Cuando voy a casa de mis amigos, estoy arreglando sus televisiones constantemente. Nosotros, y todo el mundo en Hollywood, emplea mucho tiempo, esfuerzo y dinero en que las cosas se vean en condiciones. Y cuando lo ves en casa de alguien, parece que se haya rodado con un iPhone«, proseguía. Por su parte, su hermano Ross sigue sin entender lo que vio hace unos años en la Comic-Con: «¡Es impactante! Los ajustes de cada una de las televisiones estaban mal. ¿No instaló esto un grupo de nerds? ¿Qué narices les pasa?».

Evita el ‘Efecto telenovela’ o ‘Soap Opera Effect’

Con esa obsesión en mente —y con Netflix a punto de estrenar la temporada más esperada de su valiosa serie— llega el recordatorio: si quieres ver Stranger Things  como ellos quieren la veas, el primer paso es revisar los ajustes de tu Smart TV. El enemigo número uno es, por supuesto, el denominado ‘Motion Smoothing —’Auto Motion Plus’ en Samsung, ‘TruMotion’ en LG, ‘MotionFlow’ en Sony—, ese suavizado artificial que añade fotogramas inexistentes, altera la cadencia original de 24 fps y transforma cualquier serie en algo que parece grabado con una cámara doméstica. Motivo más que suficiente para que Hollywood odie esta función, ya que arruina texturas y borra gran parte del trabajo de fotografía.

Los Duffer no están solos. Tom Cruise, Christopher McQuarrie, Scorsese, Nolan o Patty Jenkins han pedido públicamente a los espectadores que lo desactiven. De aquella cruzada nació el Modo Cine’ o Filmmaker Mode, un ajuste presente en muchos modelos actuales de LG, Samsung, Panasonic o Philips que elimina todo procesamiento extra: suavizados, exceso de brillo, sobresaturación, interpolaciones… Su misión es simple: dejar que la obra se vea como la concibió el director.

Cómo activar el modo cine

Activar el Modo Cine no es una tarea complicada y puede realizarse en pocos pasos:

  • Accede al menú de ‘Configuración’ o ‘Ajustes’ de tu televisor.
  • Entra en el apartado de ‘Modos de imagen’, donde aparecen opciones como ‘Dinámico’, ‘Estándar’, ‘Deportes’ o ‘Películas’.
  • Selecciona ‘Cine’PelículaTrue Cinema o el Filmmaker Mode, si tu televisor lo incluye.
  • El televisor ajustará brillo, contraste y saturación y desactivará procesados de movimiento, aunque puedes retocar estos valores según la luz de tu sala.
  • Si tu modelo tiene sensor de luz ambiental, actívalo para que adapte la imagen automáticamente al entorno.

Algunos televisores y plataformas como HBO Max o Amazon Prime pueden activar este modo de forma automática al iniciar una película.

Otros ajustes

Más allá del Modo Cine, hay una serie de ajustes esenciales que conviene revisar para cualquier serie o película, especialmente producciones oscuras o con mucha atmósfera como Stranger Things:

  • Desactivar cualquier función con ‘motion’, ‘flow’, ‘smooth’, ‘plus’, ‘clarity’ o similar. En Samsung será Auto Motion Plus, en LG TruMotion, en Sony MotionFlow… cada marca le pone un nombre distinto.
  • Mover el contraste y el brillo manualmente hasta evitar que las sombras se bloqueen o que los rostros se quemen.
  • Desactivar modos ‘Dinámico’ o ‘Vívido’, diseñados para tiendas, no para ver ficción.
  • Reducir al mínimo la sobreprocesación: contornos, nitidez extrema o colores fosforitos restan naturalidad.
  • Permitir el control de luz ambiental si tu modelo lo incluye: ajusta la imagen según la iluminación real del salón.

La idea es que tu televisor deje de inventarse información visual y simplemente reproduzca lo que ha sido grabado, sin más. 

Lo que aprendimos de ‘Juego de tronos’ y ‘La casa del dragón’

Dos años después de que los Duffer ahondaran en esta cuestión, el asunto saltó a la primera línea de fuego a raíz del malestar que generó un episodio de otra serie de éxito, en este caso de HBO.  Los hechos tuvieron lugar en abril de 2019, la serie era la archiconocida Juego de tronos , y el episodio en cuestión, el famoso 8×03, titulado La larga noche, que generó un aluvión de quejas debido a su excesiva oscuridad. 

En su momento, sus artífices justificaron el acabado visual debido a que la serie estaba pensada para una exhibición en salas, y no para una plataforma cuyo «sistema de compresión no es capaz de ofrecer todas las gradaciones de gris oscuro que necesitaría para pasar de un gris oscuro a un negro», como señalaba tras la emisión el director de fotografía Pol Turrents en su cuenta de X. «Llegado al punto de que no tiene más pasos intermedios, hace un corte abrupto», lo que en el capítulo daba lugar a una significativa pérdida de detalle en la imagen.

La historia se repitió en La Casa del Dragón, especialmente en el 1×07, dirigido también por el mismo director de aquel, Miguel Sapochnik, donde incluso con persianas bajadas y brillo al máximo había espectadores incapaces de distinguir lo que ocurría en pantalla. No era solo un problema creativo: era también un problema de ajuste doméstico.

Un último consejo: elimina el ‘Motion Smoothing’ de una vez

Tras revisar todos estos ejemplos, la conclusión es la misma que llevan años repitiendo los creadores de medio Hollywood: si quieres ver bien la temporada 5 de Stranger Things, empieza por desinstalar cualquier cosa que tenga la palabra ‘motion’. Ese pequeño ajuste marca la diferencia entre una imagen cinematográfica y un capítulo que parece un making-of grabado a móvil. Hazlo por los Duffer. Hazlo por tus ojos. Hazlo por la última temporada de una de las series más grandes de Netflix.