El Congreso de los Diputados asestó este jueves un duro golpe al Gobierno al rechazar la senda de estabilidad planteada por el Ministerio de Hacienda para los próximos tres años. Los objetivos de déficit, imprescindibles para iniciar la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, … fueron tumbados con los votos en contra de PP, Vox, Junts y UPN, y la abstención de Podemos y de la diputada de Compromís, Àgueda Micó. Un escenario que deja al Ejecutivo sin el marco fiscal necesario para elaborar las cuentas y que abre un periodo de máxima incertidumbre política y económica.

En este contexto, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, advirtió horas antes del homenaje celebrado en el Senado al expresidente aragonés Javier Lambán del impacto directo que esta situación puede tener sobre las comunidades autónomas. Según aseguró, la no aprobación de la senda de estabilidad supone para Castilla-La Mancha un perjuicio «cercano a los 200 millones de euros», una cifra que condicionaría de manera decisiva la planificación presupuestaria del próximo ejercicio. «No son decisiones neutras, afectan, y afectan a muchas cosas», subrayó, marcando distancia con quienes sostienen que el rechazo parlamentario no tiene consecuencias inmediatas.

Page remarcó que el techo de gasto es la base que permite construir los Presupuestos Generales del Estado y, por extensión, garantizar la financiación de los servicios esenciales de las autonomías. La caída de este instrumento, explicó, limita la capacidad del Gobierno para elaborar sus cuentas y, en consecuencia, la de las comunidades para asegurar inversiones, programas sociales y compromisos ya adquiridos.

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