España se impuso este jueves con solvencia a Dinamarca en el Farum Arena de Copenhague (64-74), en su debut en las ventanas FIBA de clasificación para el Mundial de Qatar 2027. Un partido marcado por el debut oficial del técnico Chus Mateo y también por el estreno de Great Osobor, un jugador hasta ahora poco conocido para muchos, pero que al mismo tiempo ha aterrizado con fuerza para revalidar su potencial y ofrecer un soplo de aire fresco a la Familia.
Pero, ¿quién es Great Osobor? Este jugador de 2,03 metros de estatura, que juega en la posición de ala-pívot, cuenta con doble nacionalidad española y británica, y pertenece a la plantilla del Science City Jena de la Basketball Bundesliga alemana.
Osobor nació en la localidad navarra de Tudela el 13 de diciembre de 2002, por lo que está a punto de cumplir los 23 años, y sus primeros pasos en el baloncesto fueron en el club local CB Génesis Tudela, hasta que a los 12 años su familia se mudó a Inglaterra. Esa etapa fue crucial para su desarrollo: pasó por el colegio Myerscough College (al norte de Liverpool) y por los Bradford Dragons de la NBL británica.
La ambición le llevó a cruzar el Charco y a enrolarse en la NCAA estadounidense, donde defendió los colores de varios equipos —entre ellos los Utah State Aggies y los Washington Huskies— dejando buenos números como ala-pívot: rebotes, anotación, capacidad defensiva… habilidades que le fueron abriendo puertas en el panorama baloncestístico norteamericano. Tras una breve experiencia en la Summer League de la NBA con los Houston Rockets, Osobor decidió dar el salto a Europa y esta temporada milita en el Science City Jena alemán. Allí está consolidando su juego y su físico, lo que le ha permitido entrar en el radar de la Federación Española de Baloncesto (FEB).
Este camino poco habitual, lejos del circuito habitual de cantera española y la Liga ACB, es parte de lo que convierte a Osobor en un jugador distinto: una mezcla de formación internacional, variedad de estilos y un bagaje diverso que puede aportar matices diferentes a la pintura del juego español.
Debut con la selección absoluta
Este jueves, ante Dinamarca, Great Osobor disputó unos 18 minutos, saliendo desde el banquillo, y en ese tiempo dejó una hoja estadística muy sólida para tratarse de un debut: 12 puntos (5 de 9 en tiros de dos, 2 de 3 en tiros libres), ocho rebotes (tres de ellos ofensivos), dos recuperaciones y una valoración de 15.
Más allá de los números, su impacto real vino en la energía, en la intensidad y en la presencia física bajo el aro: defendió con agresividad, cerró la pintura cuando hacía falta, capturó rebotes clave y dio solidez interior, incluso cuando el partido exigía esfuerzo en ataque y defensa, siendo señalado por sus compañeros y por Chus Mateo como «una garantía» para los momentos duros del partido.
«Soy muy versátil. Hago cosas que otros jugadores de mi tamaño no pueden hacer. Eso es lo que me diferencia», dijo tras el encuentro Osobor, en una declaración que resume bien el perfil que representa: un interior con poder físico, pero también con movilidad, capacidad para correr la pista, salir al contraataque y ayudar al juego colectivo.
¿Por qué ilusiona su llegada?
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Perfil adaptado al baloncesto moderno: No es el típico pívot lento y estático; su combinación de tamaño (2,03 m y unos 111 kilos) con agilidad y cualidades atléticas lo convierten en un ‘5 móvil’, ideal para defender zonas modernas, cambiar en bloqueos y correr en transición.
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Juventud y margen de mejora: A punto de cumplir los 23 años, su techo aún no se ha visto. Su debut espectacular no significa que ya lo haya dado todo: hay errores por aprender, ajustes defensivos y ofensivos que pulir, regularidad en cinco contra cinco… pero la base está ahí.
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Refuerzo de la pintura en un momento de transición: La selección atraviesa una etapa de renovación, con Chus Mateo relevando en el banquillo a Sergio Scariolo, después del batacazo en el último Eurobasket. Con veteranos dando paso a nuevos talentos, Osobor aporta energía, presencia física y una alternativa real para el juego interior: rebotes, defensa, velocidad y versatilidad.
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Historia diferente, talento forjado fuera del circuito tradicional: Su trayectoria —de Tudela a Inglaterra y de la NCAA a la Bundesliga— aporta una mirada distinta, un camino atípico que puede ser precisamente lo que la selección necesita: variedad, adaptabilidad y ambición global.
Retos y expectativas
Por supuesto, no todo será fácil ni inmediato. Great Osobor deberá demostrar consistencia si quiere ganarse un sitio en una selección tan exigente como es la española. Debe trabajar en aspectos técnicos (tiro de media distancia, afinamiento ofensivo, lectura de juego…), en evitar los errores propios de la juventud y en aprovechar todos los minutos que le dé Chus Mateo.
Además, el contexto de esta renovada selección española —con rotaciones, competencia por puestos, la exigencia de clasificaciones y objetivos internacionales— significa que su proceso será gradual. Pero su debut, de momento, ya ha encendido una luz de esperanza: en un equipo en construcción, Osobor tiene la energía, el físico y la ambición para convertirse en una pieza importante. El próximo domingo, ante Georgia en Tenerife, dispondrá de una nueva reválida. Allí tendrá la oportunidad de demostrar que lo suyo no ha sido una aparición aislada, sino el inicio de un proyecto sólido con esta nueva España que necesita levantar el vuelo después de su decepcionante papel en el Eurobasket del pasado verano, donde no pudo superar la primera fase.