No le está resultando sencillo al Covirán Granada ponerle el broche a una plantilla que, en líneas generales, ha avanzado a gran velocidad esta postemporada … y más dadas las inciertas circunstancias por las que, durante semanas, pasó el club rojinegro, incapaz de asegurar si disputaría la Liga Endesa o la Primera FEB.

Pese a ese totalmente anómalo escenario, el arduo trabajo de Ramón Díaz y Óscar Fernández-Arenas de inicio, con la unión posterior de Eloy Almazán, permitió al Covirán amarrar un buen número de piezas en tiempos aún tempranos del mercado. Otras, como Zach Hankins o Beqa Burjanadze se dilataron algo más, ante la lógica espera hasta conocer la categoría final del equipo, pero también se ataron rápido una vez se resolvió el dilema, como pasó con un Luka Bozic ya acordado y simplemente a la espera de salir del Valencia Basket.

En ese sentido, se puede asegurar que, en la inmensa mayoría de fichajes, el Covirán ha terminado cerrando nombres que aparecían muy arriba en su lista, siendo incluso en muchos casos el plan A de la directiva y el cuerpo técnico rojinegros. Sin embargo, en las oficinas de la avenida Salvador Allende están encontrando ahora mayores dificultades para poner la guinda a un plantel con el que en líneas generales tanto el club como su entorno parecen muy satisfechos. Eso sí, no se puede obviar que precisamente la pieza que falta ha de entenderse como trascendental, muy especialmente en lo que al potencial ofensivo del equipo de Ramón Díaz hace referencia.

Referencia anotadora

Con el escolta que falta para cerrar el equipo, el técnico rojinegro espera incorporar a un jugador capaz de asumir un alto volumen de lanzamiento exterior y con buena capacidad también de jugar en el uno contra uno. En definitiva, un líder anotador, capaz también, en una situación idónea, de poder generar para el resto de sus compañeros, aunque está claro que la principal característica que se busca es una capacidad de meter puntos de quizá se pueda echar un tanto en falta con la configuración actual de la plantilla rojinegra, en la que otras virtudes como el compromiso parecen garantizadas, pero se sigue necesitando ese salto de calidad en lo que al talento individual se refiere. Un factor muy capaz en ocasiones de situar a según qué equipos en un nivel competitivo superior y que por ejemplo el año pasado pudo echarse un tanto en falta en la estructura rojinegra, sin jugadores dominantes ni en el perímetro ni en la pintura.

Varios son los nombres sobre la mesa de Fernández-Arenas, Almazán y Díaz. Alguno de ellos, cuentas fuentes cercanas al club, ha despertado el interés de clubes de Euroliga este verano, finalmente no concretado. Pero de ahí que desde la entidad granadina se lleve este último movimiento con sigilo y sin prisas. Saben que acertar será crucial para el potencial final de la plantilla.