La futura princesa heredera ha elegido cursar un grado en ciencias sociales y especializarse en el área de las relaciones internacionales y la economía política. Su decisión de matricularse en una universidad del extranjero coincide con la que han tomado otros miembros de la realeza de su generación como la princesa Elisabeth de Bélgica, alumna de un posgrado en Harvard tras graduarse en Oxford, Alexia de Holanda, quien el año pasado empezó a estudiar en Londres, o, este mismo 2025, la infanta Sofía, quien después de las vacaciones se mudará a Lisboa (y a París y Berlín luego) para comenzar unos estudios en relaciones internacionales y ciencias políticas.
En su caso, la gran distancia que la separará durante estos tres años de Noruega hará que se pierda muchos de los actos de la familia real, lo que ha acarreado algunas críticas en su país.
Preguntado al respecto en una de sus declaraciones públicas, su abuelo no dudó en defenderla.“¿Qué opina el rey de quienes creen que [Ingrid] debería haber estudiado más cerca de Noruega para apoyar más a la familia real?», le preguntaron hace unas semanas al monarca. “[Noruega] recuperará ese dinero con interés cuando regrese, así que creo que es una ventaja”, contestó Harald, quien en su juventud fue estudiante en Oxford. “Tiene derecho a estudiar”.