El actor español Antonio Banderas formará parte del reparto de Tony, la película biográfica sobre el chef, escritor y viajero Anthony Bourdain. La cinta será producida por la compañía A24 y contará con dirección de Matt Johnson. El papel principal lo asumirá el joven actor Dominic Sessa, encargado de interpretar a un Bourdain en sus primeros años, y Banderas estará en un rol todavía sin revelar oficialmente.
El proyecto pretende remontarse al verano de 1976, una etapa clave en la vida de Bourdain: un momento de decisiones personales y laborales que marcaron su futuro. La historia retratará esa época crucial —antes de su ingreso a la escuela culinaria—, cuando empezó a trabajar en restaurantes y a experimentar la cocina como un camino vital. Tony busca así capturar los orígenes del chef, su pasión por la gastronomía y sus primeros pasos en un mundo complejo.
Un rodaje inmersivo y auténtico
Para dar vida a esa etapa tan personal de Bourdain, el rodaje se realizó en locaciones reales similares a las que frecuentó: costas y pueblos con tradición marinera. Banderas reveló que durante semanas trabajó limpiando pescado cada día para meterse en la piel del personaje que encarna: «Pasamos un mes y medio rodando constantemente rodeados por el olor a pescado… cada vez que volvía al hotel tenía que ducharme porque apestaba por completo», confesó. Fue un proceso intenso y crudo, que buscaba captar la realidad física y emocional del entorno de entonces.
Este detalle subraya la intención del filme de alejarse del glamour convencional: la película aspira a mostrar la crudeza de los inicios: las rutinas duras, los olores, la cocina como oficio real. No se trata solo de platos o recetas, sino de un viaje interior, una transformación personal que marcó para siempre la vida de Bourdain.
Un papel diferente para Banderas: mentor, guía, faro
El personaje de Banderas no representa a una figura célebre o reconocible del mundo real, sino a un mentor ficticio —o una amalgama de varios—: un restaurador de orígenes humildes, con experiencia, visión y sensibilidad, capaz de guiar al joven Bourdain hacia su vocación. Se plantea como una figura clave en su desarrollo personal y profesional, un faro que le ayuda a encontrar su voz a través de la cocina.
Este papel representa un giro interesante en la trayectoria del actor español: tras años de éxitos, regresos y altibajos personales, Banderas parece inclinarse hacia historias más íntimas, humanas y realistas. Ese giro da al proyecto un tono de madurez, introspección y sinceridad, tanto para el personaje como para el propio actor.
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Tony no se presenta como una biografía tradicional centrada en la fama posterior de Bourdain, sino como un retrato de origen: una mirada honesta a sus primeros sufrimientos, dudas, aspiraciones y búsquedas. Esa vulnerabilidad, esa honestidad, pueden convertir la película en algo más que una historia de éxito: en un relato sobre identidad, redención, búsqueda de sentido y transformación personal.
La combinación de un director con sensibilidad, una producción cuidada, un reparto comprometido y un enfoque realista sobre los comienzos del chef —con sus fragilidades y aprendizajes— podría dar como resultado una película profunda, emocional y resonante. Si todo lo previsto se concreta, Tony tiene la posibilidad de ofrecer una visión distinta, honesta y humana de una vida compleja.