Decíamos desde estas páginas que las ruedas de prensa de Almada son un bucle. Es casi imposible distinguir una de otra. Y corremos el riesgo de caer en el mismo error con las crónicas. ¿Qué c… le cuento que usted no haya visto ya? ¿Cuál es la novedad? ¿Los minutos de los goles, los detallitos personales, los tiros al palo? No le digo que coja la crónica del martes, o la de hace dos semanas, o la del mes pasado, porque sería ofensivo para usted y me pagan por trabajar. Pero serían perfectamente intercambiables. Borre un nombre o un minuto, ponga otro, y ya estaría pergeñada. Casi siempre con empates y derrotas. Rara vez con victorias. Es el Día de la Marmota puesto una vez tras otra. Bucle sobre bucle.
El míster gozará una jornada más de argumentos para llevar el ascua a su sardina. Sus jugadores fallan más que el Coyote tras Correcaminos. Desperdiciaron al menos cuatro ocasiones claras para marcar. Y de eso él no tiene la culpa. Pero el uruguayo se sigue equivocando en lo mismo.
Su equipo carece de personalidad. Se cae de un soplido. No tiene moral, ni garra, ni se sabe sobreponer a los reveses. Pero lo peor es lo de siempre: no tiene un estilo de juego identificable y se va derruyendo a medida que pasa el crono. Él mismo toma a veces con los cambios la bola de demolición, como le ha ocurrido en los dos últimos partidos. Lo rompió con las sustituciones. Con el 1-1, en lugar de apostarlo todo a conseguir dos puntos, con el riesgo de perder uno, quitó a Ponceau -tras haber sustituido antes a Lachuer en su mejor partido- para dar entrada… a Alani. No a Meseguer ni a Maroto, medios ofensivos. A Alani. Le preocupaba más no encajar el segundo que marcarlo él. No encajó, cierto, pero tampoco anotó. Y el nigeriano se fue con roja tras ver dos amarillas en dos minutos. Menuda elección de piezas.
Almada tirará de estadística para demostrar su acierto. Cualquier día nos dice, como el clásico, que si él se ha comido un pollo, entre usted y el míster han tocado a medio.
Porque el empate sabe a derrota después de cómo comenzó un partido en el que se repetía once inicial. Después de un penalti hurtado a Amath por empujón en el minuto 3, llegó el gol local. Marcos André presionó muy bien la salida de balón del portero Herrero, éste se aturulló, el brasileño le pasó el cuero a Federico, quien desde treinta metros ejecutó una vaselina. El meta sólo pudo tocar la bola con la punta del guante antes de que entrase.
Por fin se ponía por delante el Pucela, y además pronto. El equipo sonaba como un motor bien afinado gracias a la contribución creativa de Ponceau pero sobre todo de Lachuer, por fin enchufado, y de los extremos. Amath casi marca desde nuevo de lejos, pero el equipo se fue desinflando hasta llegar al descanso, aunque el Málaga era inofensivo.
Se temía por la segunda parte, pero el Real Valladolid entró como un ciclón. Lachuer la tuvo ante Herrero y la sacó el meta. Amath falló también solo a pase del francés. Y Torres cabeceó fuera por poco. Todo en 4 minutos.
El Málaga estaba contra las cuerdas peor su primer tiro entre palos fue el empate. Víctor García centró para que Niño diese un testarazo solo a la red, ante la dimitida defensa local, incapaz de cubrirle. Qué poco hace falta para marcar al Pucela y cuánto le cuesta.
Los locales comenzaron a ponerse nervioso y Almada también, a tenor de los cambios, que aportaron entre poco y nada. Guilherme evitó el 1-2 a tiro de Niño, lanzándose hacia el palo, y Chuki cabeceó al poste, en la única gran ocasión local tras el empate.
El Pucela no gana desde hace cuatro jornadas y ya mira más hacia el descenso que hacia arriba. Pero no pasa nada. Las estadísticas van bien.
FICHA TÉCNICA
Real Valladolid: Guilherme; Alejo, Tomeo, Gores, Bueno; Juric; Federico (Canós, min. 81), Ponceau (Alani, min. 81), Lachuer, (Chuki, min. 65), Amath (Biuk, min. 65); y Marcos André (Latasa, min. 56).
Málaga: Herrero; Puga, Recio, Galilea, Víctor García (Dani Sánchez, min. 68); Larrubia, Merino, Dotor, Muñoz (Chupe, min. 71); Niño (Lobete, min. 77) y Lorenzo (Rafa, min. 68).
Árbitro: De Ena Wolf.
Tarjetas amarillas: Marcos André, Víctor García, Lorenzo, Ponceau, Alani (2).
Tarjetas rojas: Alani (min. 93).
Goles: 1-0: Federico (min. 5). 1-0: Niño (min. 59).
Incidencias: José Zorrilla. 12.788 espectadores.