Aragón entra de lleno en diciembre con un escenario epidemiológico más activo de lo habitual. Durante la última semana, los servicios de Salud Pública han continuado monitorizando los efectos del brote de gastroenteritis por norovirus que afectó a 35 trabajadores de una empresa de Zaragoza, tras ingerir bocadillos contaminados en un local cercano. Aunque el episodio se detectó a finales de noviembre, las autoridades sanitarias han confirmado estos días que todos los afectados evolucionan favorablemente y que no se han producido nuevos casos asociados.
En paralelo, sigue bajo control el brote declarado previamente en una residencia de la provincia de Huesca, donde 18 personas —entre residentes y trabajadores— sufrieron un cuadro agudo de gastroenteritis. Tres de ellos requirieron ingreso hospitalario, pero según la última actualización remitida esta semana, todos han sido dados de alta y el centro mantiene medidas de prevención reforzadas.
La gripe empieza a repuntar en Aragón
Otro de los puntos de atención es el inicio de la temporada de gripe, que en Aragón ha marcado esta semana su primer aumento significativo. El brote registrado en una residencia de la provincia de Zaragoza, con 14 casos confirmados, ha coincidido con un leve ascenso de las consultas por síndrome gripal en centros de salud del área metropolitana.
Aunque la comunidad aún no ha entrado en fase epidémica, los técnicos señalan que el comportamiento del virus este año es más temprano que en campañas anteriores, algo que también se está observando en otras regiones españolas.
La peste porcina africana, una amenaza latente
En el ámbito ganadero, Aragón mantiene una vigilancia estrecha sobre la peste porcina africana (PPA). La enfermedad, que este otoño ha obligado a reforzar controles en Francia y en varios países del centro de Europa, continúa sin aparecer en territorio aragonés.
El Departamento de Agricultura ha confirmado esta semana que no se ha detectado ningún caso ni en explotaciones ni en fauna silvestre, pero sí se han intensificado los muestreos de jabalíes en zonas de riesgo. La comunidad, una de las principales potencias porcinas del país, considera este invierno especialmente sensible debido al aumento de movilidad en el sector y a los antecedentes de expansión del virus en Europa entre 2023 y 2024.
Preocupación contenida por la gripe aviar
La gripe aviar de alta patogenicidad también se mantiene bajo vigilancia. Aunque Aragón no ha registrado ningún foco en diciembre, países del norte de Europa han notificado nuevos casos en las últimas semanas, y España ha confirmado varios episodios aislados en aves silvestres durante el otoño.
Los humedales aragoneses —clave en la ruta migratoria de aves— mantienen un protocolo reforzado con inspecciones periódicas desde finales de noviembre. Fuentes técnicas señalan que, de momento, la situación es estable pero exige precaución, especialmente por la llegada masiva de aves invernantes.
Un invierno con varios frentes abiertos
Pese a que todos los brotes declarados están controlados, el conjunto de episodios refleja un invierno de mayor actividad epidemiológica tanto en salud humana como en sanidad animal. Los expertos atribuyen esta tendencia al descenso brusco de temperaturas, al incremento de la vida en interiores y al contexto de movilidad previo a las fiestas navideñas.
Aragón inicia diciembre con riesgos contenidos pero múltiples frentes abiertos, en un escenario que requerirá seguimiento continuo para evitar que casos aislados deriven en presiones adicionales sobre centros sanitarios, residencias y explotaciones ganaderas.