Sevilla

Sevilla y Betis juegan este domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán el primer derbi de la temporada, un choque impredecible por su esencia al que ambos equipos llegan lastrados por bajas importantes y con el imperativo categórico de ganar y el aritmético de hacerlo en pos de los objetivos respectivos de disipar dudas y confirmar expectativas.

Con 21 puntos los del chileno Manuel Pellegrini y cinco menos los del argentino Matías Almeyda, el Sevilla afronta el choque con las importantes bajas por lesión del chileno Gabriel Suazo, el suizo Rubén Vargas y el belga Adnan Jamuzaj; y el Betis, con las de Isco Alarcón, el argentino Giovani Lo Celso, Héctor Bellerín y Pau López, lesionados, y el brasileño Antony Dos Santos por sanción al no haber prosperado los recursos; y la duda hasta el partido del marroquí Sofyan Amrabat.

En todo caso, pese a las muchas ausencias sobre el papel, todas se olvidarán cuando el árbitro pite el inicio en un partido único por lo mucho que, además de los puntos, se pone en juego en la ciudad de Sevilla.

Con motivo de la celebración del partido, 396 efectivos de diferentes unidades de la Policía Nacional conforman el dispositivo de seguridad.

Hoy se ha activado la Fase Crítica antes del partido, en la que efectivos de la IV Unidad de Intervención Policial (UIP) ofrecerán servicio de protección en los alrededores del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, apoyados por la Unidad de Caballería, especialmente en zonas de concentración de los seguidores. Esta acción se complementará con el servicio de protección en los hoteles de concentración de ambos equipos y del trío arbitral, manteniendo la seguridad en los mismos y en su posterior traslado hasta el estadio.

Una vez iniciado el partido, la UIP mantendrá vigilancia en el interior y exterior del estadio, apoyada en los alrededores del recinto por la Unidad de Caballería, y supervisando al personal de seguridad privada. Al finalizar el encuentro, los efectivos permanecerán en las inmediaciones prevenir posibles altercados.