Real Sociedad y Villarreal firman un partido de alto voltaje y goles espectaculares para abrir el domingo de la jornada 14. Los de Marcelino se adelantaron en la primera parte con un tanto de Ayoze, llegando el choque al descanso con 0-1. La segunda mitad llegó cargada con otros cuatro goles, auténticos golazos, de larga distancia. Moleiro colocó primero el 0-2, Soler respondió al instante con otro gran disparo y Barrenetxea, luciendo un gran monento de forma, igualó la contienda de falta directa. Eso sí, Moleiro aún guardaba otro misil en la chistera para el 2-3 final.

El partido arrancó en Anoeta con un ritmo frenético entre ambos conjuntos. La Real se mostró muy agresiva en tareas defensivas y de presión, hasta conseguir arrebatarle la posesión a los de Marcelino y dominarla durante buenos minutos. En ese tramo llegaron las ocasiones más claras, desde las botas de Sadiq y Kubo, pero sin éxito sobre la portería de Luiz Júnior.

El Villarreal supo aprovechar su velocidad a la contra y así encontró Ayoze el 0-1. Gran infiltrada de Pedraza en el espacio entre lateral y central, filtrando un pase raso al corazón del área que remataba el canario lanzándose en plancha. El noqueo de los de Sergio Francisco duró algunos minutos y a punto estuvo Gerard Moreno de aprovecharlo con una ocasión clarísima. La Real, eso sí, recuperó el pulso del partido en los minutos previos al descanso y a punto estuvo de conseguir el empate.

Sergio Francisco apostó por Barrenetxea en la segunda parte, retirando a Sadiq y ubicando a Guedes como falso 9. No hubo tiempo de comprobar el cambio táctico, porque Moleiro se inventó un gran disparo desde la frontal del área, tras una espectacular descarga de tacón de Ayoze, para el 0-2. No tardó nada Soler en subir la apuesta de los golazos: completamente estático, el valenciano enviaba un lanzamiento casi de falta a la escuadra contraria de Luiz Junior.

Aún quedaban por ver dos grandes goles en la tarde donostiarra. El primero llegaría desde las botas de Barrenetxea, que confirma así su gran momento de forma, anotando desde fuera del área un precioso lanzamiento de falta. Cuando los dos equipos daban por hecho el empate, Moleiro aprovecharía un rechace a la salida de un córner para encañonar la cepa del poste y colocar el 2-3 final.