Este mes de diciembre es muy especial para Dick Van Dyke, un actor que ha demostrado tener ganas de vivir la vida, que sigue soñando, y que sigue disfrutando de su día a día con 99 años, pues el 13 de diciembre alcanzará las tres cifras, los 100 años.
Una fecha que espera con ganas y con orgullo, y es que, cuando desde ‘People’ le preguntan por lo que más le sorprende, no duda en responder que es “el hecho de haber llegado hasta aquí”.
Van Dyke es vitalidad y alegría. Admite que se siente “muy bien para tener 100 años”, y siempre busca el estar bien desde por la mañana: “A veces tengo más energía que otras, pero nunca me levanto de mal humor”.
Ahora bien, también ha vivido épocas convulsas en su vida, y de ellas habla precisamente en su nuevo libro, ‘100 Rules for Living to 100′: “Cada regla surge de una historia de mi propia vida, que creo que se ha quedado grabada en mi memoria por una buena razón, porque tenía un significado emocional más amplio para mí”.
Y es que no se cumplen 100 años todos los días, y es precisamente por ello por lo que le preguntan siempre por “¿qué hiciste bien?“, a lo que éste responde: ”No lo sé. Soy bastante perezoso. Siempre he pensado que la ira es algo que corroe por dentro de una persona, al igual que el odio. Y yo nunca he sido capaz de sentir odio. Creo que esa es una de las principales razones que me han permitido seguir adelante“.
Un pensamiento maduro y consciente que viene dado de reflexiones que hacía el propio actor: “Había cosas que no me gustaban, personas que no me gustaban y que desaprobaba. Pero nunca fui capaz de sentir un odio ardiente. Mi padre [Loren Van Dyke] estaba constantemente molesto por la situación de su vida y eso le llevó a los 73 años”.
También sabe que su final está cerca, y no siente miedo alguno: “Cuando te mueres, te mueres. Por alguna razón, no tengo miedo a la muerte. No sé por qué, pero es así. He tenido una vida tan plena y emocionante que no puedo quejarme”.
Su motor de vida es Arlene, su mujer de 54 años, a quien atribuye mantenerle joven: “Ella es la responsable de mantenerme en el momento. Me ha hecho feliz todos los días de mi vida, todos los días. Es una alegría. Me hace cantar o bailar y tiene mucha responsabilidad… Soy muy afortunado”.
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Además, habla del optimismo con el que mira la vida: “Creo que he decidido que las personas nacen con una perspectiva. Simplemente, creo que yo nací con una perspectiva más optimista. Miro hacia el horizonte. Creo que algunas personas nacen solo para tener que luchar contra una espiral descendente. Y después de 100 años, creo que tengo razón”.
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