ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Yusta (17), Almansa (12) y Francis Alonso (10, en sólo 5 minutos) han sido los máximos anotadores de un equipo que ha llegado a tener hasta un +34 en el marcador y ha recuperado la ‘chispa’ de sus mejores noches

Aplastante y espectacular. Así ha sido la victoria de España sobre Georgia en Tenerife, por un 90-61 que la coloca como líder del grupo tras las dos primeras jornadas de la fase de clasificación para la Copa del Mundo 2027, que han supuesto asimismo los dos primeros partidos, más que exitosos, de Chus Mateo como seleccionador.

Pese al ambientazo, España ha empezado con un exceso de tensión, que se ha traducido en dudas defensivas y escasa fluidez en ataque. En suma, sin ‘chispa’. El resultado ha sido que a los georgianos prácticamente les ha bastado la actividad de Andronikashvili para dominar el ritmo y el marcador, alcanzando hasta un +9 (11-20, minuto 8) poco después de que Osobor, tras apenas dos minutos en pista, se haya tenido que retirar por lesión. Aun y así, el trabajo de Almansa y Costa ha logrado reducir la desventaja (19-22, minuto 10).

El decorado ha sido otro en el segundo cuarto. Más garra, más acierto anotador, más presión defensiva, y tres triples consecutivos (dos de Busquets y uno de Paulí) han igualado el resultado primero (29-29, minuto 13) y han puesto después a España por delante por primera vez (32-29, minuto 14). A partir de ahí, la Selección ha vuelto a ser la Selección, y no sólo le ha seguido acompañando el acierto en el tiro, también ha doblegado a Georgia a base de recuperar balones y aprovechar los contraataques. Las dos últimas acciones del cuarto, con Yusta de protagonista en ambas, han sido la mejor fotografía, que ha llevado al descanso con un 47-33 producto de un parcial 28-11 en diez minutos excelentes.

Y aunque el segundo tiempo ha arrancado con casi tres minutos de sequía anotadora, dos triples seguidos de Alberto Díaz (53-37, minuto 23) no han hecho más que dar continuidad al excelente final del primer tiempo y abrir lo que ha sido un auténtico recital. España ha exhibido velocidad, carácter, ritmo, control e intensidad en todo, también en el rebote. El resultado ha sido, así, una de las mejores actuaciones del equipo en los últimos años, con tanta eficacia como espectáculo, como el que ha puesto Paulí al iniciar un contraataque con un ‘caño’ a Shengelia.

El tercer cuarto ha acabado 70-46 y el último ha seguido siendo un festival español, con todos los jugadores ‘enchufados’, acertados y desplegando un baloncesto de equipo que también he tenido espacio para las acciones

individuales. Hasta 34 puntos de ventaja ha llegado a sacar la Selección (88-54, minuto 39) a los Shermadini, Shengelia, Sanadze, McFadden y compañía, rendidos ante el vendaval que se le ha venido encima con el escenario de fondo de unas gradas de un Santiago Martín una vez más entregado. Otras de las virtudes de España ha sido la de no ceder ni un ápice en su intensidad cuando el partido estaba ya más que decidido.

Chus Mateo no ha podido tener mejor debut.