La comisión deportiva y Borja Jiménez aún no han decidido a qué jugadores estarían dispuestos a dejar salir en el inminente mercado de enero. La complejidad de la ventana de invierno, con jugadores con contrato en vigor, provoca que, en muchas ocasiones, las salidas nazcan más de los propios jugadores que de los clubes, que no están en una posición de fuerza. Miguel Torrecilla, que fue jefe deportivo del Sporting desde 2017 a 2020, denominaba a esta ventana «el mercado de los enfadados».

En Mareo asumen que necesitan sacar jugadores para cumplir sus objetivos en el mercado de invierno (el objetivo en estos momentos es hacer dos fichajes, un delantero y un defensa, aunque el análisis sigue abierto). No es una cuestión únicamente económica, aunque también tiene su peso –el Sporting dejó el pasado verano espacio financiero para moverse en enero–, sino también una necesidad de aligerar espacio en algunas demarcaciones. ¿Hay alguna salida clara o avanzada? No. En estos momentos, el club rojiblanco no tiene certeza para responder cuántos jugadores pueden salir, quiénes deben hacerlo o cuánto dinero pueden generar esos movimientos.

¿Por qué? Básicamente por dos circunstancias. La primera, que Borja Jiménez lleva dos meses en el club y quiere tener un conocimiento exhaustivo de los jugadores que tiene a disposición y, si es posible, verles competir antes de tomar una decisión sobre su futuro. En estas semanas, de hecho, probó en Liga a Cortés, Queipo y Amadou. A Kembo, mientras, solo le dio la primera eliminatoria de Copa del Rey en Mieres. Caicedo, por su parte, apunta a ser titular este miércoles en Mendizorroza en la segunda ronda del torneo del K.O. ante el Mirandés.

Otro ejemplo: Borja Jiménez tenía previsto mantener en dinámica y dar minutos a Nico Riestra antes de decidir si quiere un extremo en el mercado de enero o no. De hecho, reforzar esa posición ni siquiera está decidido y, ahora mismo, no se ve como una prioridad absoluta. Por todo ello, todavía es precipitado señalar en rojo los nombres de los candidatos. Y aunque después se haga, ni siquiera depende del club. Y

Y, además, en Mareo son conscientes de que, en este punto de la temporada, salir depende más de los propios futbolistas y de su voluntad de jugar que de los clubes. Por minutos, la lista de candidatos no es muy extensa: Kembo, Queipo, Cortés, Caicedo… Pero esto puede cambiar en los partidos de este mes. Además, en el mercado de invierno, como en el de verano, en ocasiones se dan movimientos inesperados. El Sporting desestimó en su momento una oferta que rondaba los dos millones de euros de un club británico por Jonathan Varane, dejó salir gratis a Diego Mariño al Almería y traspasó a José Gragera al Espanyol en esta ventana. Hay movimientos previstos y otros que parecen muy difíciles de prever, por más que se intuyan algunas cosas o se disponga de información detallada de los agentes de los jugadores. En cualquier caso, en el seno del club sí intuyen que hay algunos casos que se pueden abrir este mercado de enero.

En las últimas semanas, de hecho, el club rojiblanco ha recibido en sus oficinas, o mantenido contactos, con distintos entornos de jugadores que están en esa situación de incertidumbre y que no están muy conformes con su rol actual. Hay varios casos de entornos que han establecido contactos con miembros de la dirección deportiva para valorar la conveniencia de una salida en el mercado de enero. Sin ir más lejos, los agentes de Queipo han mantenido una conversación con los rectores del club, quienes se mostraron dubitativos con la conveniencia de una salida del extremo, que el pasado viernes ya fue titular en el encuentro ante el Andorra.

Las lesiones, el calendario y la confianza que tienen en el club en el canterano, a quien se tiene en gran estima, hacen dudar y no garantizan al cien por cien esa salida, que en el entorno parece cantada. Entienden en el club que estas semanas –con la eliminatoria de Copa del miércoles– ayudarán a clarificar algunos casos. El caso de Óscar Cortés, mientras, es distinto. Como avanzó LA NUEVA ESPAÑA, la salida de Cortés está sobre la mesa, aunque tampoco es aún clara. En Mareo no pondrían muchas pegas a que se corte la cesión del extremo colombiano, pero esa decisión depende del Glasgow Rangers, que debería buscar al jugador otro club para ser prestado en la segunda fase de la temporada.

Por otro lado, Gaspar Campos se someterá este lunes a exámenes médicos a fin de conocer si tiene lesión alguna tras verse el pasado viernes obligado a retirarse del campo con molestias musculares. En principio, no parece grave.

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