Publicado por

Marta Gamazo

Valladolid

Creado:

01.12.2025 | 07:30

Actualizado:
01.12.2025 | 10:41

Si hay algo que cualquier ciudadano que de un paseo por Valladolid puede confirmar que ha visto en las paredes de la ciudad, eso son los grafitis. En muchas ocasiones son empleados como una manera de expresión artística, mientras que en otros lo que se persigue es una reivindicación de carácter político o social y, a veces, simplemente se trata una chiquillada entre adolescentes que quieren sentir la adrenalina de pintar su primer grafiti en la vía pública con el riesgo de que les puedan pillar en el acto.

Aunque la tendencia ‘grafitera’ tiene su inicio en los años 60 del siglo pasado al otro lado del charco, en concreto en Estados Unidos, lo cierto es que no es necesario atravesar el Atlántico para observar cómo esta moda ha ido creciendo conforme ha pasado el tiempo.

Continuación de las obras del Teatro Lope de Vega de Valladolid

Y es que, aunque en sus comienzos los grafitis se dibujaban en los trenes y muros, en el caso del barrio vallisoletano de La Rondilla son los comercios y puertas de garaje los que se han visto afectados por el movimiento grafitero. La firma del famoso grafitero ‘Zalis’ continúa invadiendo el barrio de La Rondilla. Así lo informan vecinos y propietarios del barrio vallisoletano, que califican esta situación como «un grave problema» y condenan desde hace ya varios meses que las calles de su barrio, así como escaparates de negocios y puertas de garajes. «Han provocado un daño importante y continúan en nuestro entorno urbano y privado», denuncian.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de La Rondilla, María Morán, califica el estado actual de las calles como «indecente» y explica el malestar general que sienten las personas que residen en la zona ante el aumento de estas pinturas al aire libre. «Nosotros abogamos por los murales urbanos en los que participamos todos los vecinos, pero no los grafitis», según confirmó la presidenta de la asociación vecinal a este periódico. Además, Morán explica que el día más temido de la semana es el domingo, cuando los negocios permanecen cerrados durante el día de descanso. «Es el domingo cuando aprovechan y hacen las pintadas en las persianas de los comercios».

Este grafitero, que ya se hace un habitual para quienes transitan el barrio con frecuencia, «ya fue detenido en 2022 por ser el autor de 19 pintadas», pero este 2025, indican, «ha realizado otras 109», especifican en una carta firmada por varios vecinos y propietarios de La Rondilla.

En el escrito, los afectados por la constante aparición de estas pinturas urbanas, de las que sienten que se ha producido un aumento significativo, han aumentado también en su nivel, al que califican de «destructivo». De acuerdo con sus quejas, los rastros dejados por Zalis llevan muchos años inundando las vías de La Rondilla, pero en 2025 la actividad se ha intensificado. «Este grafitero repite sin pausa sus pintadas en fachadas, comercios, puertas de garaje, mobiliario urbano y espacios comunes», lamentan los vecinos.

Edificio de la calle Olmedo que va a demoler el Ayuntamiento.

Además, a su jucio, estos grafitis «destrozan la ciudad» y denuncian que, a pesar de que está identificado «con pruebas caigráficas que lo identificaban como autor de numerosas pintadas ilegales», la situación no mejora a pesar del paso del tiempo, lo que les causa una sensación de «abandono y frustración».

Entre toda esta polémica desatada a raíz del aumento de grafitis, los vecinos, que afirman no aguantar más la situación, piden la colaboración de la policía municipal para evitar que Valladolid siga siendo víctima del crecimiento de los grafitis en la vía pública. «Queremos que adopten las medidas necesarias para detener y sancionar eficazmente a este grafitero reincidente» a lo que añaden que «no le han parado pese a estar identificado».

A raíz de los problemas que las pintadas han provocado a vecinos y comerciantes de la zona, revelan también que en ocasiones la retirada de los grafitis ha corrido a cargo de sus propios bolsillos para deshacerse de la ‘marca’ del conocido grafitero. «Los residentes hemos tenido que asumir personalmente los gastos de limpieza, puesto que el Ayuntamiento no limpia las fachadas privadas».

El comunicado finaliza con una petición conjunta en la que las palabras patrimonio urbano, respeto y convivencia son las protagonistas. «Nuestro deseo es que se haga visible esta problemática, que se mantenga vivo el debate público y que la historia de las pintadas sea la llamada de alerta de toda una comunidad que quiere vivir en paz».

De acuerdo con la Ordenanza de Protección del Medio Urbano de Valladolid, este tipo de pintadas en lugares como calzadas, aceras, farolas, vallas, vehículos municipales o señales están prohibidas y se consideran infracciones graves y las multas por hacer grafitis sin autorización pueden variar en función de la gravedad o si hay reincidencia. La Ordenanza indica que los grafitis se incluyen en la categoría de infracciones graves («Realizar pintadas o grafismos sin la autorización municipal o declaración urbanística responsable que proceda según la normativa aplicable») por lo que su correspondiente multa oscilará entre los 750 y los 1.500 euros, aunque la reincidencia puede hacer que suban a 3.000 euros.

El comunicado concluye incidiendo en que no solo La Rondilla es víctima de este escenario, ya que otros lugares reconocidos como el los juzgados, ubicados en la céntrica calle de las Angustias. Y es que la ciudad ya ha sufrido el impacto de los grafitis en más ocasiones. Uno de los lugares que fue ‘marcado’ en cuanto se inauguró fue el túnel de San Isidro en el año 2019, que apenas duró seis horas limpio desde que estrenó su nueva imagen. En 2022, cuando se inauguró el skate park en el parque de las Moreras, dos personas pintaron un grafiti en las instalaciones. Tras averiguar de quienes se trataba, se les impuso una sanción monetaria de 1.500 euros a cada uno de ellos. En 2023, un grafitero fue pillado también in fraganti en pleno centro de la ciudad. Por esta razón, el autor se vio obligado a abonar 750 euros.

Grafitis en ValladolidPHOTOGENIC

Grafitis en Valladolid

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