La empresa organizadora del Festival de Cómic de Angulema ha anunciado este lunes que cancela la 53 edición del certamen, que tendría que haberse inaugurado el próximo 29 de enero, tras el boicot de los autores y las editoriales que participan. La decisión llega después de semanas de polémica en torno a la empresa 9Art+, que ha anunciado que el festival “no podrá tener lugar en las condiciones apropiadas”.
Más de 2.000 autores anunciaron hace semanas que no participarían en la presente edición en protesta por la mala gestión por parte de los organizadores del evento. Acusan a la empresa 9Art+ de opacidad financiera y de haber despedido injustamente a una empleada que el año pasado denunció una violación por parte de uno de los colaboradores del festival. Al boicot de los autores se sumaron las editoriales y hace una semana el Gobierno y las autoridades locales anunciaron que retiraban las subvenciones públicas al certamen, que se financia en un 47% gracias a estos ingresos.
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Es la primera vez que este festival, el más importante de cómic que se celebra en Europa, se suspende desde que empezó a celebrarse en 1974, a excepción del año de la pandemia. La decisión parecía inevitable desde hace semanas y el propio alcalde de Angulema, Xavier Bonnefont, admitió que era “más que complicado” que pudiese tener lugar.
La empresa 9Art+ gestiona el certamen desde 2008 y se le había renovado el contrato para las próximas dos ediciones. En un comunicado, que ha desvelado el medio local La Charente libre, la empresa atribuye la responsabilidad de la anulación a los poderes públicos encargados de financiarlo “que no han parado de meterse en la gestión privada del evento”.
El certamen había sufrido otras crisis, pero ninguna tan grave hasta el punto de llevar a su cancelación. La edición del año próximo también se ve amenazada, pues su organización depende de la misma empresa. La polémica además puede acabar en contencioso, pues en el comunicado de 9Art+, que firman los dos abogados de la empresa, estos recuerdan que la gestión de la edición de 2027 “le pertenece legalmente”, por contrato, hasta que se pueda negociar “una solución que permita sentar las bases para una transición hacia una nueva gestión del festival”. El alcalde de Angulema, Xavier Bonnefont, dijo la semana pasada que, “teniendo en cuenta la situación”, es difícil que pueda celebrarse una edición en 2027 con los mismos responsables”.
Puesto de editoriales y autores firmando ejemplares de sus cómics en el Festival Internacional del Cómic de Angulema en 2022.Andia (Andia/Universal Images Group via Getty Images)
“Al margen de cualquier marco legal, los actores públicos han ejercido su influencia para impedir la renovación del contrato privado que confía a la empresa la organización del festival”, denuncian los abogados, Vincent Brenot y Ghislain Minaire. El martes pasado, la ministra de Cultura, Rachida Dati, anunció un recorte del 60% (unos 200.000 euros) en las subvenciones que el Estado da al festival “por las irregularidades detectadas en materia de transparencia”. Además, el certamen recibe apoyo económico de la región de Nueva Aquitania y del municipio de Angulema.
Aunque la empresa responsabiliza a las autoridades de haber provocado esta situación al retirarles los fondos, los autores que participan en el festival llevan tiempo denunciando la falta de transparencia por parte de la citada empresa. El remate fue el despido el pasado año de una empleada que había presentado una denuncia por violación. En una tribuna publicada hace más de una semana en el periódico L’Humanité, 285 diseñadoras denunciaban “la degradación de las condiciones de trabajo” en el certamen y criticaban, tras el despido de la citada trabajadora, que el suyo “no es un caso único (…). Existe una continuidad en la violencia sexista y sexual en el oficio”, señalaba el texto.
Tras el boicot de los autores y las editoriales, el director de 9Art+, Franck Bondoux, presentó su dimisión, aunque ha negado en todo momento las acusaciones de mala gestión. Su salida no ha servido para evitar que el certamen se anule. La decisión es un golpe para Angulema, municipio al sur de Francia conocido por el prestigioso festival de viñetas, que atrae cada año a 200.000 aficionados.