Tras cuatro temporadas lejos de casa, Marcos García vuelve al Club Balonmano Burgos para reforzar el nuevo proyecto deportivo que el club está armando en torno al nuevo entrenador, Jorge Berzosa. El jugador burgalés, nacido en 2002, ha firmado su regreso al equipo en el que se formó, después de una etapa en Soria, que dejó atrás por motivos profesionales, y que le ha servido para consolidarse como uno de los jugadores más completos de la Primera División Nacional.
Su paso por el equipo soriano le permitió no solo sumar minutos, sino también ganar experiencia y liderazgo, cualidades que resultaron decisivas en el reciente ascenso a la División de Honor Plata. Con este bagaje, García retorna a El Plantío con la intención de convertirse en una pieza fundamental del conjunto burgalés, que aspira a competir al máximo nivel en la nueva temporada.
El regreso de García representa el noveno fichaje de la campaña y encaja en la estrategia del Club de apostar por jugadores locales con capacidad de liderazgo. Así lo demostró ya con la renovación de Pablo Gómez, y lo confirma ahora al reincorporar a un jugador polivalente, trabajador y comprometido, que puede rendir en toda la primera línea y adaptarse al extremo si la situación lo requiere.
Además de su versatilidad ofensiva, García destaca por sus cualidades defensivas, que se han convertido en una de sus señas de identidad. Aporta contundencia en el cuerpo a cuerpo, rapidez en la anticipación, capacidad de penetración y un potente lanzamiento exterior desde los nueve metros. Su perfil físico y técnico lo convierten en un jugador completo, preparado para asumir galones en el vestuario.
Con esta incorporación, Balonmano Burgos refuerza su apuesta por un proyecto de raíces locales, ambicioso y con visión de futuro, en el que la cantera y el retorno de talentos formados en casa son elementos esenciales.