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1 diciembre. La brillante temporada deportiva de Visma –con dos Grandes Vueltas conquistadas, un podio en el Tour y 40 victorias totales– contrasta con una realidad económica mucho menos halagüeña. El informe financiero del equipo revela una pérdida de 6 millones de euros: 52 millones gastados frente a 46 ingresados. Una diferencia que, según Johan Bruyneel en «The Move», no supone un peligro inmediato gracias a la compensación de uno de los propietarios, Robert van der Wallen, aunque evidencia la fragilidad estructural del modelo económico del ciclismo. Solo contadas estructuras, como Soudal Quick-Step este año por la salida anticipada de Evenepoel a Red Bull–Bora, logran cerrar sus cuentas en positivo.

Con este contexto, el mercado de fichajes del conjunto neerlandés se lee de otro modo: austeridad calculada. Visma apenas ha incorporado nombres de gran coste y ha visto cómo se marchan corredores con salarios elevados, desde Benoot y Kooij hasta Uijtdebroeks o Van Baarle. Las altas –Armirail, Doull, Fiorelli, Kielich o varios jóvenes del equipo de desarrollo– responden a un perfil mucho más económico y encajan en una estrategia clara: contener el gasto para compensar el déficit. El rendimiento sigue siendo excelso, pero el mensaje interno es evidente: después de un año deportivamente descomunal, toca cuadrar las cuentas.

1 diciembre. En el día de la presentación oficial del recorrido del Giro de Italia 2026, Vincenzo Nibali aprovechó para lanzar un mensaje directo a los grandes nombres del pelotón. El dos veces campeón de la Corsa Rosa animó especialmente a Jonas Vingegaard a incluir el Giro en su calendario: «Si viene con el objetivo de ganar, puede entrar en un círculo realmente exclusivo», afirmó en La Gazzetta dello Sport. Nibali, que también recordó oportunidades perdidas en 2010 y 2019, se mostró interesado en ver la evolución de jóvenes como Isaac Del Toro, segundo este año, y en comprobar cómo afrontará la defensa del título Simon Yates.

El siciliano también «invita» a Remco Evenepoel, reciente fichaje de Red Bull, a formar parte de la lucha por la maglia rosa. Según Nibali, el belga podría optar por el Giro en función del trazado, y recuerda que «el ciclismo no es solo el Tour de Francia; el Giro también es duro, pero tiene una dimensión más humana y puede recompensarte igual». Nibali dedicó además unas palabras a los talentos italianos: ve a Giulio Pellizzari listo para volver tras su sexto puesto en 2025 y considera que Antonio Tiberi, pese a su año complicado, merece nuevas oportunidades para demostrar su potencial.

1 diciembre. Tom Dumoulin ha explicado las razones detrás de su retiro prematuro del ciclismo profesional, destacando la presión constante y la falta de control sobre su propia carrera. «En los últimos años de mi carrera me costaba lidiar con la presión, los viajes, la organización –dijo el neerlandés–. No tenía más control sobre mi carrera. Mi equipo, los patrocinadores, los medios, los aficionados: todos querían algo de mí, pero nadie me preguntaba qué quería yo». A pesar de haber logrado importantes éxitos como la Maglia Rosa en el Giro 2017 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, Dumoulin confesó: «Me sentía mentalmente agotado… ya no estaba viviendo mi sueño». Aunque el final de su carrera fue duro, asegura no sentir arrepentimiento: «No me arrepiento de nada. He tenido una carrera fantástica, de la que estoy orgulloso, y no la cambiaría».

Respecto al ciclismo actual, Dumoulin destaca los avances tecnológicos, la profesionalización de los equipos y el nivel cada vez más alto de los corredores, mencionando a figuras como Evenepoel, Vingegaard y Pogacar. Sin embargo, critica la pérdida de autonomía de los ciclistas modernos: «Creo que el ciclismo moderno se está convirtiendo en un deporte donde los corredores siguen órdenes, en el que se pierde libertad y autonomía». Considera esencial encontrar un equilibrio entre la ciencia y la individualidad de cada ciclista: «Hay que entender que cada persona es diferente, y encontrar un equilibrio entre esto y el uso de la ciencia que domina el ciclismo hoy… si lo consigues, como Evenepoel y Pogacar, puedes optimizar el rendimiento y alcanzar los grandes éxitos que han logrado». Reconoce también la superioridad de Pogacar: «Habría sido demasiado fuerte para mí».

1 diciembre. Durante su participación en el podcast Domestic Hotseat, Matteo Jorgenson repasó su segundo Tour de Francia con Visma, en el que volvió a desempeñar un papel clave como gregario de Jonas Vingegaard. El ciclista estadounidense reconoció que su equipo había intentado todo para desestabilizar a Tadej Pogacar, consciente de que un duelo directo con el esloveno era casi imposible en condiciones normales. «Intentamos todas las cartas posibles contra Pogacar porque es improbable que pudiéramos ganarle en un duelo directo en una situación normal», explicó Jorgenson, subrayando la dificultad de enfrentarse a un rival que completó la carrera prácticamente sin errores.

A pesar de los esfuerzos estratégicos del equipo neerlandés, Pogacar mostró una actuación impecable y ninguna de las tácticas de Visma logró encontrar un punto débil en el líder del UAE Team. Jorgenson también habló de sus problemas personales durante la carrera, incluyendo una grave infección pulmonar que le hizo caer del 5.º al 19.º puesto en la general. Sin embargo, el estadounidense defendió la estrategia ofensiva de su equipo y elogió la perfección de Pogacar, asegurando que Visma hizo “todo lo posible” para intentar cambiar el rumbo del Tour.

1 diciembre. Zoe Bäckstedt avanza en su recuperación tras la fractura de muñeca que sufrió hace un mes en un entrenamiento y ya contempla la posibilidad de volver a competir antes de que termine el año. La británica de Canyon, vigente campeona del mundo sub-23 de ciclocross, explicó en redes sociales que la lesión evoluciona bien y que, aunque de momento solo puede entrenar en el rodillo, espera recibir pronto el visto bueno para volver a salir al exterior. Su temporada de ciclocross se retrasará respecto a la del año pasado, cuando debutó a comienzos de noviembre, pero mantiene intacto el optimismo: «Los contratiempos están para superarlos; volveré más fuerte», afirmó.

La ciclista de 21 años asume que no llegará a tiempo para las primeras pruebas de diciembre, aunque mantiene la esperanza de reaparecer en las citas de Gavere (26 de diciembre) o Dendermonde (28 de diciembre). Su regreso se sumaría al de otras corredoras que también han iniciado tarde la campaña por lesión, como Ceylin del Carmen Alvarado, tercera en su estreno en Flamanville. Bäckstedt, que en 2024 no solo ganó el Mundial sub-23 sino que terminó cuarta en la general de la Copa del Mundo élite, prefiere no crear expectativas para sus primeras carreras: «una vez recupere el ritmo, asegura, todo volverá a su sitio».

1 diciembre. Wout van Aert ya tiene definido su calendario de ciclocross para este invierno: serán ocho carreras, con especial protagonismo durante el tradicional bloque navideño. El corredor del Visma explicó en un comunicado que esta parte del año sigue siendo una de sus favoritas. «La época navideña es sin duda una fase de la temporada de ciclocross en la que disfruto», señaló el tricampeón mundial. «Por las carreras en sí, por la gran cantidad de aficionados que acuden gracias a las fiestas y porque competir en esas fechas encaja a la perfección con mi preparación para las grandes clásicas de carretera«.

Aunque el Mundial de Hulst ya no figura en su programa, Van Aert sí disputará el Campeonato de Bélgica de Beringen, previsto para el 11 de enero. «Un maillot de campeón siempre motiva», recordó el cinco veces campeón belga. «Hacía tiempo que no podía estar en la salida, así que me alegra que ahora encaje en mi agenda. Tengo muchas ganas de darlo todo en las carreras de ciclocross y de reencontrarme con la afición».

1 diciembre. El ciclismo profesional belga atraviesa una crisis económica tan profunda como inesperada para un país que acaba de recuperar el número uno en el ranking mundial UCI. Bajo los buenos resultados deportivos se esconde un ecosistema frágil: Alpecin sigue sin copatrocinador y pierde corredores clave; Soudal sufre el vacío deportivo, mediático y financiero tras la salida de Evenepoel y la reducción del apoyo de Quick-Step; Intermarché acumula deudas que rondan los tres millones; Lotto no encuentra un nuevo socio y avanza hacia una fusión compleja; Team Flanders-Baloise perderá la financiación pública en 2026; y Wagner Bazin-WB desaparece tras la ruptura unilateral de su patrocinador. El mapa del ciclismo belga, antaño modelo de estabilidad, se resquebraja por todos los frentes.

Para Tom Van Damme, presidente de la «Belgian Cycling» (federación ciclista belga), la raíz del problema es estructural: los equipos siguen encerrados en un modelo europeo mientras ignoran el potencial de la globalización. «Los nuevos patrocinadores están en Asia», insiste, recordando que los equipos no envían a sus mejores corredores a mercados clave como China, Quebec o Australia. Van Damme reclama perfiles nuevos —directores comerciales de alto nivel con alcance internacional— y una ampliación radical del horizonte comercial, del mismo modo que voces como Wout van Aert abogan por una redistribución más justa de los derechos televisivos y una profesionalización comparable a la de la NBA o la Premier League. Bélgica, epicentro histórico del ciclismo, se asoma ahora a un punto de inflexión que podría definir su futuro durante décadas.

1 diciembre. Un año después de colgar la bici, Mark Cavendish sigue observando el ciclismo con la misma pasión…  Y con creciente frustración. El hombre de las 160 victorias profesionales, incluido el histórico récord de 35 etapas del Tour de Francia, ha concedido una extensa entrevista al Financial Review en la que plantea un diagnóstico claro: el modelo económico del ciclismo está obsoleto. 

Cavendish, apasionado confeso de la Fórmula 1, cree que el ciclismo podría aprender mucho de ella sin perder su esencia: «La F1 es el deporte que mejor exprime su potencial. Inspirarse en ella no es una herejía, siempre que no se convierta en una caricatura». Su idea es aprovechar ese «vacío» —esa falta de explotación comercial y mediática— para lanzar su propia estructura en el futuro o incluso adquirir un equipo ya existente. Quiere aplicar modelos que en otros deportes funcionan y que en el ciclismo siguen infrautilizados: «Algunos pilotos de F1 ganan más aprovechando su imagen. En ciclismo pasa lo mismo: no se explota ni una fracción del potencial comercial y de marketing. Es un deporte increíble, pero no se está vendiendo bien».

Cavendish ilustra el problema con su propia trayectoria. Para él, existe una desconexión cada vez mayor entre rendimiento y valor contractual: «El éxito deportivo pesa menos que la atención mediática. Incluso ganando, muchos equipos no se arriesgarían a ficharte. Debes seguir siendo rentable. Yo gané muchísimo, seguí ganando, y aun así muchos no veían el valor». En otras palabras: el ciclismo genera héroes, pero no sabe capitalizarlos. Él quiere cambiarlo. «Amo este deporte y lo practicaré toda mi vida», asegura «el expreso de Man».