La calle San Luis volvió a ser anoche el Cardo Máximo macareno porque se convirtió en un hervidero para todos los hermanos que hacían tiempo en los bares antes de conocer los resultados de las elecciones en la cofradía de la Madrugada. Más de 5. … 000 miembros se acercaron a la basílica a votar a la próxima junta de gobierno y en los ‘cuarteles generales’ de las candidaturas, se comentaba cómo había ido el día después de la victoria bética en el Sánchez Pizjuán y las colas que se habían visto junto al Arco y la muralla.
Por el entorno del Pumarejo y la mencionada calle San Luis, se podía ver a los candidatos y al entorno de Pedro García Rivero; entre San Gil y el Arco, mucha gente relacionada con Cabezuelo, y en la Resolana, a las personas que habían acompañado José Luis Notario en este proceso al que estaban convocados más de 14.000 hermanos.
Entre ‘cortada’ y ‘cortada’, se hablaba de que era «una votación histórica», se recordaba las elecciones anteriores en las que había ganado José Antonio Fernández Cabrero sobre Santiago Álvarez Ortega y hasta algún hermano recordaba cuando hace 20 años, Juan Ruiz Cárdenas se presentaba en solitario y necesitaba un cierto quórum para un segundo mandato con la ‘vara de las capillas’. Ese tiempo quedó atrás porque cuando se daban las cifras de aquella votación, se señalaba que «no tenía ni punto de comparación con éstas: en aquella ocasión, se votó en el salón de la casa hermandad y acudieron 1.069 personas».
Pasaban las 21:30, las 22:00 y los hermanos cada vez se acercaban más a la reja de la basílica porque había comentarios que llegaban desde el interior de que el recuento estaba finalizando y se llegaba al momento de contar el voto por correo. El frío apretaba en la explanada del templo y los abrigos y las bufandas se multiplicaban, aparecían caras conocidas como la de Antonio Santiago y parte de su equipo en el exterior del templo.
«No aplaudir ni dar gritos dentro de la basílica»
Entre los hermanos, se apuntaba que «no se aplaudiera ni se diera ningún grito cuando se proclamara el nuevo hermano mayor» para no repetir escenas de elecciones pasadas no adecuadas dentro de una iglesia. A las 22:30 horas, un centenar de personas se agolpaba a las puertas mientras que los miembros de las candidaturas accedían al interior de la basílica para conocer los resultados después de que Fernando Fernández Cabezuelo, Pedro García Rivero y José Luis Notario ya supieran qué habían dictaminado los hermanos.
Un ‘soplo’ desde el interior hizo que se comenzara a decir que Cabezuelo había ganado aunque no se conocieran con exactitud los números de votos. Era una calma tensa porque no se abrían las puertas ni tampoco la reja al mismo tiempo que llegaban datos desde dentro de la basílica donde ya se aclaraba que Fernando Fernández Cabezuelo iba a ser el próximo hermano mayor y que la división de los votos entre las candidaturas de Pedro García Rivero y José Luis Notario había posibilitado que el que fuera consiliario durante la época de Manolo García, iba a ser el próximo máximo responsable de la Macarena.

El Señor de la Sentencia presidiendo la basílica mientras que los hermanos escuchaban los resultados de las elecciones
juan flores
Finalmente, se abrieron las puertas de la basílica y al fondo de la misma, se veía presidiendo al Señor de la Sentencia en una estampa inédita y al rector, hermano mayor actual, secretario y los tres candidatos en el presbiterio con caras serias ante la tensión del momento. En pocos minutos, la nave central se llenó y se llamó al silencio por parte de los asistentes.
El rector, José María Losada, leyó la proclamación no sin antes tener un feo gesto con compañeros fotógrafos y de la televisión que tuvieron que salir del templo sin poder trabajar correctamente. Los miembros de la comunicación de la cofradía tuvieron que pedir disculpas por esta decisión tan desacertada.
El ‘silencio sepulcral’ durante la proclamación y los vivas
Losada leyó los datos en medio de un silencio casi sepulcral y pidió que se respetaran las formas cuando se proclamara el ganador. Tras el rezo por los hermanos difuntos, sí comenzaron a darse los vivas y el primero de ellos fue para la Virgen del Rosario en boca del mencionado Antonio Santiago. Luego, hubo más para el Señor de la Sentencia y sobre todo, para la Virgen de la Esperanza.
Los abrazos se sucedieron sobre Fernando Fernández Cabezuelo justo delante del presbiterio mientras que por la puerta chica del lateral del altar mayor salían el sacerdote, José Antonio Fernández Cabrero y el secretario, Francisco Castilla, camino de la casa hermandad. Los otros dos candidatos: Pedro García y José Luis Notario saludaban a los hermanos y marchaban de nuevo al encuentros con sus equipos.
«Ahora, a trabajar duro» era uno de los comentarios más repetidos para los miembros de la próxima junta de gobierno donde hay hermanos veteranos como Miguel González de la Bandera como cofrades más jóvenes como Javier de Tarno. En pocos días, se comenzarán a conocer las novedades del equipo de Cabezuelo que tiene como primer reto la vuelta al culto de la Virgen de la Esperanza Macarena, la conmemoración del centenario y el deseo de que se celebre en la parroquia de San Gil y los posibles cambios en los cargos de confianza de la corporación.