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Para encontrar coquetos pueblos que lucen con un encanto especial durante la Navidad no es necesario viajar fuera de España, basta con buscar un poco para dar con algunas joyas dignas de película de sobremesa navideña. A unos 52 kilómetros del centro de Madrid, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se encuentra una villa de calles empedradas y casas de piedra en la que, con un poco de suerte, nieva en los meses más fríos del año y crea un mayor encanto a la postal. Es una localidad localizada en un enclave surgido del aprovechamiento de una pequeña depresión por parte de ganaderos, que está rodeada por algunas de las montañas más altas y simbólicas del Sistema Central.

 

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 UN VIAJE A LA CASA DE LA NAVIDAD

 

Navacerrada
Foto: Ayuntamiento de Navacerrada

Su mercado navideño cuenta con unas diez casetas en las que ofrecen diferentes productos artesanales perfectos para regalar estas fechas.

Navacerrada es uno de esos pueblos de piedra de la Comunidad de Madrid rodeados de una naturaleza exuberante que se esconden en la zona norte de la capital, un destino que invita a desconectar y relajarse y que permite respira aire puro y cargar las pilas. En un paseo durante estas fechas por la villa habrá que parar, en primer lugar, en la plaza Doctor Gereda, donde normalmente se realizan diferentes eventos, actividades y puestos y donde en Navidad se suele instalar un bonito mercado navideño en el que un puñado de artesanos de la Sierra exponen y venden sus creaciones. Así, en las casetas se despliega una cuidada selección de piezas únicas en las que se incluyen miniaturas, bisutería, velas, cerámica, jabones, elementos decorativos de cristal y muchas cosas más. 

Dado que se encuentra a 1.200 mts de altitud, rodeado de macizos montañosos, es posible que el frío de invierno cubra al pueblo con un manto blanco de nieve, lo que para muchos visitantes es como haber viajado a Suiza o Austria sin salir del centro de España.

 

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Tren navideñoNavacerrada
Foto: Ayuntamiento de Navacerrada

El centro de Navacerrada se decora con un universo de luces para recibir la Navidad.

Durante estas fechas cada casa, edificio, plaza y árbol se decora con miles de luces y adornos que aportan un toque mágico, y por supuesto con el tradicional Belén. Además, desde el 6 de diciembre hasta el 6 de enero, este pueblo acoge un programa cargado de actividades y eventos para que disfruten al máximo grandes y pequeños. Así, se realizan diferentes espectáculos como conciertos de música clásica y coros, representaciones teatrales y talleres familiares como el de tarjetas, títeres, cuadros pintados a mano con un elfo o la decoración de bolsitas navideñas.

La actividad más esperada por los más pequeños de la casa es, sin duda, el Tren a la Casa de la Navidad. Este parte desde la plaza de los Ángeles y va, en un viaje de unos 60 minutos, hasta el Valle de la Barranca donde los niños podrán entregar sus cartas a los pajes reales. 

 

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UN ENTORNO NATURAL DE ENSUEÑO

 

Navacerrada
Foto: Adobe Stock

El entorno natural de Navacerrada ofrece numerosas posibilidades para disfrutar de diferentes actividades al aire libre.

 

Además de disfrutar de un chocolate caliente en uno de los puestos navideños, la visita a Navacerrada debe incluir un paseo pausado por sus calles para admirar todo su encanto, que no es poco. Caminando uno se encontrará con la plaza de los Ángeles –uno de sus puntos más relevantes–, enclave en el que se ubican la fuente del mismo nombre y el edificio del Ayuntamiento; la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora. Este es un templo construido en el siglo XVI y restaurado entre los siglos XVIII y XX, con una nave con cabecera plana y una torre de tres cuerpos coronada por un campanario, y las numerosas fuentes que se reparten por su entramado, pues aquí el agua brota por doquier aflorando numerosos manantiales procedentes del deshielo de las nieves de cumbres.

En la Dehesa de la Golondrina hay que ver también la ermita de San Antonio, una construcción de piedra a la que cada 13 de junio acuden los vecinos en romería.

 

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Excursiones para el otoño

 

Navacerrada
Foto: Shutterstock

Paisaje otoñal cercano a Navacerrada.

Por último, el entorno natural de ensueño de la localidad invita a todos los visitantes a realizar alguna excursión o ruta, pues las hay de diferentes niveles de dificultad y están pensadas para realizarlas solos o en familia. Algunas ideas son el paseo a la Presa del Chiquillo, un itinerario de 2 km que lleva a este bonito paraje rodeado de un profundo bosque de pinos, o la ruta que acerca a la Fuente de la Campanilla, un recorrido de 2 km y dificultad baja que parte desde el aparcamiento del Valle de La Barranca a 1.400 metros de altitud y termina en esta fuente que recibe las aguas directamente del arroyo del Regajo del Pez que baja desde las altas cumbres de la Bola del Mundo.

 

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Para senderistas más experimentados están el ascenso a La Maliciosa (2.227 metros), una ruta de 10 km para la que se aconseja ir bien equipado en función de la estación en la que se realiza, el itinerario que lleva al Nacimiento del Río Manzanares (2.100 metros), un circuito de 10 kilómetros y un desnivel de 700 metros a recorrer en unas cuatro horas.