Aunque la NBA ya sabe bien de las joyas que con tanto mimo se forjan la cantera en La Masia como el orfebre que trabaja con el oro -véase los Gasol-, la realidad no se está correspondiendo con la emoción e intrigantes expectativas que había en torno a Kasparas Jakucionis.
Los Miami Heat habían invertido su valiosa primera selección del último draft eligiendo al ex del Barça en el 20 tras un espléndido año en la NCAA que había dejado a la NBA alucinando. Sin embargo, el base lituano de 19 años se encontraba olvidado bien al fondo del banquillo del conjunto de Florida, sin ni un mísero minuto para el canterano azulgrana.
Sin embargo, anoche se hizo por fin justicia para La Masia y Jakucionis: el jugador nacido en Vilnius debutó por fin en la NBA en la victoria de los Heat sobre los Clippers de Kawhi Leonard y James Harden (140-123) pese a los 36 puntos de Kawhi.
El base saltó a la pista a falta de 53 segundos para el final en lo que fue un estreno agridulce: si bien Erik Spoelstra dio por fin minutos al ex del Barça, Jakucionis no alcanzó ni el minuto en pista en un partido que los Heat tenían más que liquidado al inicio del último cuarto (114-82). El lituano apenas rascó en los llamados minutos de la basura, lo que viene a ser todo un aviso de que lo seguirá teniendo muy difícil para jugar.
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Roger Grimau también le dio minutos con el primer equipo
Kasparas Jakucionis
De hecho, Jakucionis no había ni estado en el fondo del banquillo últimamente, pasando más días con el equipo de G-League de los Heat, unos Sioux Falls Skyforce con los que se está desfogando bien, con unos notables números de 16,4 puntos, 5,4 rebotes y 5,4 asistencias en 25 minutos con un 41% en tiros de campo y un 31% con un volumen de 5,4 tiros.
El lituano llegó a la cantera del Barça en 2021 con 15 años y su compatriota Saras Jasikevicius le hizo debutar en el primer equipo en 2023. Sin embargo, y en lo que ya es consolidado mal endémico para el club azulgrana pero también el Real Madrid, el canterano decidió irse a la NCAA con Illinois en el verano de 2024. El lituano promocionó La Masia de la mejor manera en el baloncesto universitario estadounidense con un desparpajo y visión de juego con sus 1,98 que maravillaron a la NBA. Sus promedios fueron de 15 puntos, 5,7 rebotes y 4,7 asistencias en 32 minutos con un 44% en lanzamientos y un 32% desde el perímetro con 5 intentos.
¿Por qué los Heat no le dan bola?
Aunque Kasparas Jakucionis pueda estar todavía verde y en el contexto de la cultura de exigencia máxima en los Heat, la incertidumbre en el puesto de base y en la dirección de un equipo que venía de ser avergonzado en la primera ronda de playoffs ante los Cavaliers (4-0) auguraban un rol de protagonismo para él. Más aún, cuando Terry Rozier -uno de los bases de Miami-, era suspendido la primera semana de la temporada por su presunta implicación en el escándalo de apuestas de la NBA. Tampoco la reciente lesión de Tyler Herro para dejar más mermada la línea exterior ha significado ni siquiera un cambio provisional para el ex azulgrana.
Sin embargo, Davion Mitchell y Dru Smith están indiscutiblemente por delante en la rotación y los Heat se están reencontrando esta temporada, terceros en el Este con 14-7. Miami vuelve a a ser competitivo con un total plan renove ofensivo que consiste en dejar casi de lado el pick and roll con la incorporación de Noah LaRoche como consultor del cuerpo técnico de Spoelstra, una revolución que sobre el papel no beneficia a un Jakucionis que precisamente tiene en la lectura y ejecución del bloqueo directo una de sus habilidades diferenciales.
No obstante, de sobras es conocido el reputado sistema de desarrollo de jugadores a fuego lento de los Heat, capaces hasta de convertir en estrellas a jugadores no drafteados. Entre el buen tiempo y la amplia presencia del castellano, decía Kasparas Jakucionis en la Summer League a MD que Miami le recuerda a Barcelona.
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Pero, también, si hay un sistema de trabajo de talento joven en la NBA que recuerde al del Barça, ese es también el de los Miami Heat. Jakucionis apenas escribió anoche la primera línea de lo que tiene que ser una larga historia de otro canterano azulgrana en la NBA.