El último programa de La isla de las tentaciones dejó una villa marcada por la incomodidad y los malentendidos. Gerard sorprendió al grupo al reconocer que no tiene sentimientos por Claudia, con quien ya había mantenido relaciones,  y que su atención ahora está en Almudena. «Le he explicado cómo me siento… miro a Almudena y me gusta. Para mí es muy jodido», admitió.

Claudia no pudo contener su frustración y reprochó a Almudena su silencio. «Si te habías dado cuenta de algo, tendrías que habérmelo contado», le dijo. Almudena trató de calmar la situación: «Solo me sentí incómoda porque Gerard era mi prototipo, pero en ningún momento pasó nada».

Después, Gerard buscó un momento a solas con Almudena en el jardín para explicarse. «Prefiero decírtelo ahora, si no me quedo con la espina de no hablarte», dijo, pretendiendo declararle sus intenciones como tentador. La joven respondió con firmeza: «Ahora mismo no. He avanzado con Borja y no puedes ser una tentación para mí«.

Por su parte, Claudia reflexionó sobre lo ocurrido y habló con Aitor para ordenar sus emociones. «Al principio quería darte la cita a ti, pero llegó Gerard, me descolocó y fue Gerard», confesó. La concursante se mostró desbordada por la situación: «Si ella ha sentido algo, debería habérmelo contado, creo que algo sintió».

Gerard intentó suavizar las tensiones asegurando su apoyo a Claudia: «Te voy a tener para todo lo que quieras, dentro o fuera de la villa«. Aun así, la combinación de su confesión y la negativa de Almudena dejó a Claudia afectada. La relación entre los tres marcará los próximos conflictos y emociones en Villa Playa.