El beso, pero el beso como símbolo universal de un amor de todas las clases posibles y no como un acto concreto de deseo entre dos personas con nombre y apellido, vertebra el debut en el panorama expositivo de la pintora autodidacta Carmen Oliva. Una primera vez que, además, supone la llegada de la tienda Más Sofás al mundo artístico, ya que el establecimiento ubicado en el número 57 de la avenida Martínez de Velasco de la capital altoaragonesa reserva a partir de ahora una zona de su espacio para esta y futuras exposiciones.
Las doce obras que integran Luz entre labios son un recorrido por otros tantos besos que transmiten una emoción distinta “según los ojos con los que se mire”.
Y es que estos 9 acrílicos sobre tela, 2 acuarelas y un acrílico sobre talla solo reflejan los labios, quedando todo lo demás a la libre interpretación del espectador. “Pueden ser dos chicas, un chico y una chica, una abuela y su nieto… Estos besos no tienen ni género ni siquiera edad”, declaró la autora durante la inauguración de la exposición a mediados de julio.
La muestra pictórica se puede visitar hasta este viernes 8 de agosto, antesala de las fiestas de San Lorenzo en Huesca. El horario de visitas coincide con el comercial, es decir, de 10 a 13:30 y de 17 a 20:30 horas.
El amor, el cariño, el deseo e incluso un carácter “místico” es lo que puede encontrarse en estas doce obras que cuelgan de las paredes de Más Sofás.
El sentimiento predominante es distinto en cada uno de estos lienzos, pero todos ellos están recorridos por un mismo eje vertebrador. Pintados en blanco y negro, la fuerza de estos cuadros reside en los contrastes entre estos dos tonos, los claroscuros y los matices que se crean en cada obra, como llama la atención la propia autora.
Es así como un mismo cuadro puede evocar un momento de pasión para una persona y, en cambio, rememora un instante de cariño para otra.
“Es tan tierno como quieras verlo”, reitera la pintora sobre las 12 obras que ha hecho ex profeso para esta exposición, su primera incursión en el mundo de las exposiciones al público.
Pero que Luz entre labios sea su debut expositivo como pintora, no significa que Carmen Oliva no lleve años frente al lienzo y entre colores.
La realidad es que la pintora nacida en Almudévar lleva pintando desde que era muy niña. “Desde que tengo recuerdos”, recalca.
Hasta ahora lo venía haciendo como una afición, pero una afición vital, una de esas aficiones que “dan la vida” y para la que saca un hueco “siempre” que puede. Da igual que sea “los fines de semana” o que sea cuando el sol se ha ido. De hecho, las noches es uno de sus momentos preferidos, porque son un instante “genial para pintar”, apunta Oliva junto a las doce piezas que conforman esta Luz entre labios su primera exposición.