El padre de David Bisbal sufre la enfermedad de Alzheimer desde hace unos años y el cantante ha compartido en Instagram una emotiva felicitación por su cumpleaños. “Feliz cumpleaños al primer campeón de España de boxeo nacido en Almería”, proclama en su mensaje. “Echo de menos poder tener una conversación con él. Echo de menos aquellas entrevistas que le hacía, donde decía con una claridad preciosa que él era de Almería”, se lamenta. No obstante, finaliza con una nota positiva: “Hoy reconoce algo muy importante todavía, el poder de un abrazo”.

El Alzheimer es una patología neurodegenerativa en la que se van perdiendo de forma progresiva diferentes capacidades cognitivas, entre las que destaca la memoria. Pero hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de memoria y no todos ellos se ven afectados de la misma manera a lo largo de la evolución de la enfermedad. Y la última que se pierde es la memoria emocional. Por eso, aunque a veces no lo parezca, los afectados siguen respondiendo a las muestras de afecto de sus allegados.

Todavía estoy aquí es el título del libro escrito en 2011 por el estadounidense John Zeisel, presidente de la fundación que lleva ese mismo nombre y está especializada en intervenciones destinadas a satisfacer las necesidades intelectuales y emocionales de las personas con Alzheimer. “Una persona que vive con Alzheimer es primero una persona y después, y solo después, alguien con una enfermedad”, señala el autor. “El mundo actualmente ve el Alzheimer como si la persona estuviera casi totalmente perdida una vez que le dan un diagnóstico de Alzheimer”, comenta. Pero no es así: “Durante los más de diez años de desarrollo de la enfermedad, la persona que la sufre se pasa la vida gritando: ‘¡Todavía estoy aquí’”.

Pérdida de memoria

(Foto: Shutterstock)

Cómo afecta el Alzheimer a los distintos tipos de memoria

El Alzheimer va afectando a los distintos tipos de memoria de forma diferente según su evolución. Esta enfermedad se suele dividir en tres fases: leve, moderada y avanzada.

Fase leve

En un primer momento, esta patología afecta principalmente a la memoria episódica (que permite, por ejemplo, recordar detalles de un viaje) y a la de trabajo (que sirve, entre otras cosas, para realizar operaciones, como sumas o multiplicaciones).

Fase moderada

A medida que evoluciona la enfermedad, a las dos afectaciones anteriores se suele añadir la de la memoria semántica, que sirve para recordar el nombre de las cosas y conocimientos culturales, entre otras cuestiones.

Fase avanzada

A todo lo anterior se suma la pérdida de la memoria procedimental, que es la que nos permite tocar un instrumento, coser, montar en bicicleta o, simplemente, caminar.

La memoria emocional persiste

Aunque el alzhéimer afecta la memoria, las emociones y los sentimientos pueden perdurar incluso cuando los recuerdos se desvanecen. Según un estudio publicado en Cognitive and Behavioral Neurology, los pacientes con esta patología pueden experimentar estados emocionales prolongados que persisten mucho más allá del recuerdo de los eventos que originaron la emoción. “La preservación de la vida emocional, evidente en los pacientes con enfermedad de Alzheimer, tiene importantes implicaciones para su manejo y atención y resalta la necesidad de que los cuidadores fomenten experiencias emocionales positivas”, concluyeron los autores.

Por lo tanto, la memoria emocional o afectiva es lo último que pierde un enfermo de Alzheimer. Teniendo esto en cuenta, la Confederación Española de Alzheimer y otras demencias (CEAFA) hace las siguientes recomendaciones a los familiares y cuidadores de los pacientes:

  • No olvides nunca, a pesar del cansancio emocional que estés sufriendo, que un enfermo de Alzheimer pierde la memoria progresivamente y la memoria afectiva será la última que perderá.
     
  • Haz que se sienta feliz, querido y protegido. Que no se sienta como una carga o una molestia. Antes de llegar a la fase avanzada mantiene muchos recuerdos y necesita recibir cariño y darlo. Abrázalo, muéstrale tu afecto.
     
  • Convierte los ratos con él o ella en agradables momentos compartidos: escuchad la música que le gusta, preparad alguna de sus recetas favoritas, evocad momentos felices del pasado…
     
  • Ten en cuenta que el enfermo se sentirá más a gusto en lugares tranquilos. Las aglomeraciones y reuniones grandes le pondrán nervioso y se sentirá confuso. No le aísles, pero trata de evitar esas situaciones estresantes para él.
     
  • Como sucede con los niños, estos enfermos perciben el estado de ánimo de su cuidador. Si este está enfadado, cansado o impaciente el enfermo se alterará y aumentará su nerviosismo.
     
  • Si el cuidador se siente agobiado por el continuo seguimiento por parte del paciente es importante tratar de entender la inseguridad y el miedo que siente una persona que no puede recordar lo ocurrido unos minutos antes. El cuidador habitual es para un enfermo de Alzheimer su referente continuo y por eso le asusta no verlo e intenta tenerlo siempre cerca.
     
  • Ten paciencia si él o ella no quiere colaborar en actividades de estimulación. Dale ánimos hablándole de lo bien que lo hace y reforzándole cuando haga bien algo. Esto es válido para cualquier actividad a lo largo del día.
     
  • Cuando llegue el momento en que el enfermo te confunda con otras personas o no te reconozca, no dejes que esto te suma en el desconcierto y la angustia. Los pacientes con Alzheimer viven en una realidad diferente: ahí los recuerdos actuales no existen, no se han fijado en su memoria; lo que recuerdan es aquello que se quedó grabado a lo largo de su vida.
     
  • No te irrites si tienes la impresión de que recuerda sólo lo que quiere. En muchas ocasiones coexisten momentos de lucidez con otros de confusión completa. Por eso te sorprenderá recordando ciertas cosas y olvidando otras. No hay nada voluntario en ello.
     
  • Recuerda que, aunque de una manera limitada, él o ella siguen entendiendo. Por eso no debes hablar del enfermo como si no estuviera. Evita hablar sobre él con otras personas si está delante.