El Girona viaja a Ourense con la intención de confirmar su recuperación anímica y futbolística, pero también con la certeza de que la segunda ronda de Copa no admite distracciones. Míchel afronta el duelo con una mezcla de prudencia y ambición, consciente de que el contexto —campo complicado, rival en racha y un césped en mal estado— exigirá precisión y madurez competitiva a su equipo.
El entrenador arrancó repasando el parte médico, donde no hay grandes noticias, pero sí algún pequeño alivio. “Continúan de baja los mismos, a excepción de Solís, que volverá a la convocatoria”, indicó, y añadió que Lemar y Blind evolucionan bien, aunque prefiere esperar a la liga antes de reincorporarlos. Además, aclaró que Àlex Moreno, Witsel y Ounahi se quedarán fuera por molestias y carga de trabajo.
A pesar de las ausencias, el técnico transmitió una seguridad rotunda. “Tengo claro el once, a pesar de las bajas”, afirmó, y subrayó que el equipo tratará de ofrecer su mejor versión porque “a un partido puede pasar de todo y queremos pasar a la siguiente ronda”, sentenció.
El Ourense, compitiendo en la Primera Federación y lanzado tras eliminar al Oviedo, será un rival incómodo por estilo y por contexto. “Tienen mucha posesión, le gusta jugar desde atrás”, describió Míchel, antes de revelar un condicionante del choque. “Ellos mismos nos han llamado y nos han dicho que el campo está en muy malas condiciones”, lamentó. Para un Girona que vive del balón, ese detalle será determinante.
El técnico insiste desde hace semanas en estabilizar las sensaciones y construir una identidad sólida en cada competición. “Necesitamos ser un equipo que se instale en las buenas formas”, reivindicó, y defendió que no deben separar los torneos porque “cada partido es una oportunidad para mejorar”, expresó. De hecho, reconoció que le motiva especialmente esta competición. “Nos gusta que llegue la Copa porque es una competición muy igualada”, recordó.
Uno de los focos del duelo será la portería. Entre lesiones y la situación de Livakovic, el debate ha vuelto a escena. Míchel quiso cerrarlo de inmediato. “Tengo claro quién será el portero titular”, aseguró, y añadió que no le gusta que haya murmullos porque “Livakovic es un portero nuestro”, remarcó con firmeza.
El entrenador también valoró la oportunidad que tendrá la plantilla menos habitual. “Tenemos muchas lesiones, pero el proceso es bueno porque hay muchos jugadores que pueden tener minutos y coger continuidad”, celebró. Incluso defendió la esencia de esta competición. “A mí me gusta la Copa porque vuelves al fútbol de siempre y necesitamos este tipo de partidos”, reflexionó.
Respecto a Ounahi, no garantizó su disponibilidad tras el duelo ante el Elche. “No sé si podremos contar con él, quería darle descanso porque tiene molestias en el sóleo y he leído que para el día 15 ya tendría que estar con su Selección para la Copa África, pero no tenemos confirmación oficial”, aclaró.
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Para cerrar, Míchel evitó cualquier condescendencia con el rival. “Yo miro al entrenador del Ourense del mismo modo que miro al resto”, señaló. Observa qué hace bien cada equipo y cómo puede dañarlo, independientemente de la categoría, como concluyó.