Corren tiempos difíciles para el Real Madrid, metido de lleno en una crisis de la que no consigue salir. Se las prometían muy felices en el casa blanca cuando terminó el mes de octubre, pues eran líderes con cinco puntos de ventaja sobre el FC Barcelona, al que acababan de derrotar de forma clara en el clásico. Cierto es que el fútbol de los hombres de Xabi Alonso no estaba siendo brillante, pero sí efectivo, que es lo que más cuenta.
Así pues, la sensación que había es que ya llegaría el buen juego y que los resultados no se iba a ir. Mbappé estaba a un nivel estelar, Bellingham poco a poco regresando a ser determinante y Vinicius trabajando para volver a su mejor nivel. A eso se le sumaba que el equipo funcionaba defensivamente y solo faltaba encajar las piezas en el centro del campo, donde Güler se había hecho con el timón del equipo.
La cosa iba razonablemente bien, pero el mes de noviembre ha dejado todos los problemas del Real Madrid al descubierto, el equipo sufre y mucho fuera de casa. Le cuesta dominar, se le complica mucho crear juego y tiene una dependencia enorme de Mbappé. No sabe cómo generar ocasiones cuando no lo hace el delantero galo. A eso se le suma que defensivamente ya no es fiable. Se nota que hay dudas.
Todo esto ha llevado al Real Madrid a perder el liderato de la Liga Española, pero más allá de eso lo peor que ha ocurrido es el bajonazo anímico de todos. Xabi Alonso se está viendo sobrepasado, la plantilla no confía del todo en el técnico y tampoco está rindiendo a una gran nivel y la afición está decepcionada y con miedo por vivir otra temporada tan pobre como la anterior, donde no conquistaron ninguno de los grandes títulos.
Cosas positivas en Gerona
Pese a todos estos problemas que han surgido en apenas un mes, en Montilivi frente al Girona se vieron aspectos positivos a los que agarrarse para salir de este bache. El primero es que tanto Courtois en la portería como Mbappé en la delantera está a un nivel estelar. Son los dos pilares del equipo blanco y están respondiendo a las mil maravillas, listos para brillar aún más cuando el resto de los jugadores acompañen.
Precisamente eso se empezó a ver en Gerona, sobre todo con la aparición en el once de Rüdiger y Militao –ambos volvían de lesión–. Alemán y brasileño fueron de los mejores del encuentro, siendo dos muros en la zaga e incluso animándose a ir al ataque. De hecho Militao casi logra el gol y fue de las grandes noticias de un partido que confirmó la crisis que está viviendo el Real Madrid.
Antonio Rüdiger y Éder Militao tras el partido en GeronaEuropa Press
A ellos hay que sumar también a Vinicius Jr. Vale que el brasileño lleve tiempo sin marcar y no esté siendo tan determinante como hace dos temporadas, pero no se le puede negar la entrega y el intentarlo siempre. En Montilivi fue quien consiguió, forzando un penalti, empatar el partido (la pena máxima la convirtió Mbappé) y dispuso de dos buenas ocasiones para hacer el gol del triunfo. Es incansable y está comprando muchas papeletas para cuajar el partido que cambie, al fin, su situación.