Más de un año después del asesinato de Edwin Arrieta en Koh Phangan, un detalle mínimo vuelve a agitar la investigación paralela que Joaquín Campos mantiene desde Tailandia. El escritor malagueño regresó hace unas semanas a Koh Samui para revisar documentos, visitar escenarios y … cerrar flecos que, en su opinión, han pasado desapercibidos desde que el crimen salió a la luz. Y uno de ellos se ha convertido en su mayor obsesión: dónde pasó Daniel Sancho la noche que llegó a Bangkok.
El hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo aterrizó en el aeropuerto de Suvarnabhumi el 30 de julio de 2023. Un día después, el 31, ya estaba rumbo a Koh Samui para enlazar con Koh Phangan, donde el 2 de agosto se reencontró con Arrieta y terminó cometiendo el crimen en el bungalow número 6 del Haad Salad Villa. La cronología oficial siempre ha arrancado ahí. Pero falta una pieza.
Campos lo resume en una pregunta sencilla: «¿Dónde durmió Daniel Sancho la noche que llegó a Bangkok?». Su víctima lo hizo en un hotel de la cadena Marriott, donde quedó registrado. En el caso de Sancho, no hay rastro. Ni en el sumario, ni en los movimientos hoteleros, ni en los documentos que el escritor asegura haber revisado. «O no durmió, o se hospedó en una casa de masajes, donde no piden pasaporte, o estuvo en casa de alguien», plantea en una de sus últimas publicaciones.
El dato no es menor, sostiene, en un país donde cada alojamiento exige identificación y queda registrado en un sistema oficial. Por eso, le sorprende que ningún documento recoja ese movimiento inicial. «En la secuencia de hechos, Daniel llega el 30 a Bangkok y el 31 a Koh Samui. Entre medias tuvo que pernoctar en algún sitio. ¿Dónde? No existe en el sumario», señala. Insiste en que no necesariamente significa nada, pero tampoco lo descarta.

Abogados de Daniel Sancho en Tailandia
GTRES
Descartar que hiciera noche sin dormir también le parece poco verosímil. Campos recuerda que Sancho aterrizó tras un vuelo de muchas horas y que, por entonces, «tenía dinero facilitado por Edwin Arrieta», por lo que no habría tenido motivos para quedarse en el aeropuerto. Tampoco encaja que pasara allí toda la madrugada sin dejar constancia. «Se ha quedado invisible», lamenta.
Mientras tanto, la situación procesal de Daniel Sancho permanece congelada. Fue condenado a cadena perpetua el 29 de agosto de 2024, ha sido trasladado varias veces de prisión y su defensa presentó hace meses un recurso que aún espera resolución. No hay fecha para un desenlace.

EFE
Campos, que continúa investigando por su cuenta, asegura tener nuevos datos que no puede revelar. «Lo que me han contado abriría telediarios», afirma, aunque evita aportar más detalles por las consecuencias legales que, según dice, tendría compartir esa información.
Por ahora, su foco sigue puesto en un vacío de doce horas que nadie ha explicado. Una noche sin registro en un país donde todo queda anotado. Una incógnita que, para él, sigue sin encajar en la versión oficial.