Él es, sin duda, uno de los grandes intérpretes del cine español. Aclamado por la crítica y el público, ha levantado hasta en tres ocasiones un Premio Goya. Lo hizo en 2002 “Por los lunes al sol”, en 2003 por “Te doy mis ojos” y en 2009 con “Celda 211”.

Su gran talento y su versatilidad le han permitido encarnar personajes que van desde el obrero que lucha por la dignidad, al maltratador que sacude conciencias, el preso convertido en mito o el portero psicópata.

Con treinta años de carrera y un centenar de películas a sus espaldas, Luis Tosar ha sabido transitar entre el drama social, el thriller psicológico, la comedia y la memoria histórica. Algunos le han calificado como el “actor total”. Ahora, bajo la dirección de Rafael Cobos, protagoniza “Golpes”, un homenaje al cine “quinqui” ambientado en la España convulsa de los años 80, en la que da vida a Sabino, un policía marcado por la sombra de su padre represaliado y por la fractura con su hermano Migueli, un delincuente al que se verá encargado de detener.

Esta trepidante historia sobre memoria y lazos familiares -reflejo de un país de heridas abiertas que aún busca reconciliación- llegará a la gran pantalla el próximo viernes, 5 de diciembre.

Luis ha pasado por los micrófonos de Onda Cero, para hablar con Jaime Cantizano sobre su último trabajo: «Estoy muy contento porque creo que hemos hecho una película maravillosa. Trabajar con Rafa Cobos ha sido un hallazgo.»

Trabajo, capitaneado por Rafa Cobos, del que habla así el actor gallego: «Debutaba como director, pero francamente no lo parecía, porque es verdad que tiene mucha, mucha experiencia como coguionista, sobre todo trabajando con Alberto Rodríguez mano a mano desde hace muchos años. Y es verdad que esta es la primera vez que se pone detrás de las cámaras como director, pero vamos, que creo que tenía todas las habilidades necesarias habidas y por haber y además una sensibilidad yo creo que muy especial, que le ha hecho construir una película que tiene aparente apariencia de cine quinqui y de thriller de todo lo que tú quieras, pero es otra cosa.»

Metiéndose de lleno en la conversación sobre la película, Luis tiene claro, muy claro, que ocurre con Sabino, su personaje en esta película: «A Sabino le han pasado unas cuantas cosas. De todo. El pobre, ya de niño ve como le dan el paseíllo a su papá represaliado por el régimen. Y crece con eso y además con la responsabilidad de tener que hacerse cargo de su hermano más pequeño. Eso hace que finalmente acabe desembocando en convertirse en policía Nacional, Policía Nacional durante el franquismo y en el momento en el que transcurre la película. Este señor es un señor que se ha construido como ha podido con esas circunstancias y con las pocas habilidades sociales que seguramente tenía, como muchos hombres de la época.»