La palabra resignación no aparece en el diccionario de Pedro Sánchez, dispuesto a “reiniciar el diálogo” con Junts para garantizar “la segunda parte de la legislatura”, según confían en la Moncloa. Su objetivo es recomponer los platos rotos con la formación de Carles Puigdemont, para poder reflotar la mayoría parlamentaria que, hace ya más de dos años, le invistió de nuevo como presidente del Gobierno.

“Asumo los incumplimientos y los retrasos que ha criticado Junts”, admitió Sánchez, hasta en tres ocasiones, durante la entrevista que ayer concedió a Jordi Basté en RAC1. Y después reunió al Consejo de Ministros, que pisó el acelerador para corregir algunas de estas demoras con la aprobación de un real decreto ley que incorpora tres compromisos pendientes con los posconvergentes.

El jefe del Ejecutivo acometió así un significativo giro en su discurso –hasta ahora centrado en defender sus cumplimientos– para tratar de revertir la ruptura de Junts que amenaza el curso de la legislatura. A continuación, el Ejecutivo aprobó el decreto ley –que la próxima semana deberá afrontar su convalidación en el Congreso– que devolverá a la Generalitat la gestión de la oferta pública de empleo y además permitirá que los ayuntamientos aprovechen su superávit para invertir, y que las pymes y autónomos aplacen hasta el 2027 su adaptación a la nueva facturación digital.

Sánchez se comprometió igualmente a llevar a una próxima reunión del Consejo de Ministros otro decreto para crear una partida que ayude a los propietarios ante los impagos en caso de arrendamiento a jóvenes o familias vulnerables. Y también se mostró optimista ante el camino parlamentario que el próximo jueves retomará la proposición de ley de Junts sobre la multirreincidencia delictiva. E incluso sobre la publicación de las balanzas fiscales o la desclasificación de documentos sobre la denominada operación Catalunya. “Tengo muy claro que tenemos que cumplir con estos acuerdos”, recalcó.

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Ante la “actitud constante de desprecio” del PP hacia Junts, según resaltan en la Moncloa, Sánchez resaltó el “protagonismo” de la formación de Puigdemont en los avances ya logrados en esta legislatura. Sin minusvalorar ni restar un ápice de credibilidad a su ruptura de las negociaciones. “No niego la gravedad de la crisis que tenemos con Junts”, concedió.

Pero, lejos de tirar la toalla ante el bloqueo de la acción legislativa a la que le aboca esta ruptura, el presidente se mostró determinado a no rendirse. “El Gobierno está animado para continuar su trabajo hasta el final de la legislatura”, señaló. E insistió en que intentará agotar su mandato en el 2027. Para ello, incluso confió en sacar adelante unos nuevos presupuestos generales del Estado para el 2026, pese a la dificultad del empeño. “Yo siempre veo el vaso medio lleno”, alegó. “Es difícil, pero no vamos a renunciar no solo a presentar los presupuestos sino también a tratar de aprobarlos”, insistió.

El presidente busca “reiniciar el diálogo”, pero asume que JxCat volverá a tumbar sus objetivos de déficit

En la Moncloa aseguran desconocer cuál será la reacción de Junts. “No tenemos ni idea de si hay agua en la piscina”, reconocen. Aunque dan por hecho que nada será fácil, y que los diputados posconvergentes volverán a tumbar la próxima semana la misma senda de déficit presupuestario que rechazaron la semana pasada y que el Consejo de Ministros volvió a aprobar ayer. Lograr “reiniciar el diálogo” con Junts, si se produce, no será sencillo. “Paso a paso”, confían.

De momento, el movimiento de Sánchez para tratar de dejar atrás el bloqueo de JxCat a las iniciativas del Gobierno, del PSOE y de Sumar, y reactivar la legislatura no acaba de convencer en las filas posconvergentes, que por ahora se inclinan por el escepticismo y mantienen la decisión adoptada a finales de octubre y ratificada por su militancia de romper con el PSOE.

El Gobierno aprueba un decreto ley que incluye otras tres medidas ya acordadas con los de Puigdemont

Desde la formación de Puigdemont aseguran que quieren “hechos y no palabras” tras la promesa del presidente del Gobierno de corregir los incumplimientos en sus acuerdos. Con todo, conceden que hay un cambio sustancial con el gesto de Sánchez de reconocer lo que ellos vienen denunciando desde hace tiempo –hace un año, en estas fechas, la formación posconvergente se sacó de la manga una resolución sin valor jurídico para que Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza por ese mismo motivo– y valoran de forma positiva el nuevo discurso del jefe del Ejecutivo central, puesto que la posición previa del Gobierno central y de los socialistas era defender que sí que cumplen con sus acuerdos. Por último, valoran que sea el propio presidente del Gobierno en primera persona quien lo ha hecho.

En cualquier caso, en la formación posconvergente manda la prudencia y los cantos de sirena de Sánchez, según fuentes consultadas en el seno de JxCat, “no son creíbles”. “Será creíble cuando cumpla con todo lo que está pendiente”, añaden estas fuentes, que opinan que el escenario político no puede alterarse mientras eso no suceda.

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La Vanguardia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida tras una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 30 de enero de 2024, en Madrid (España). El Pleno del Congreso celebra una sesión extraordinaria hoy para debatir y votar el dictamen de la Comisión de Justicia a la Proposición de Ley Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña, así como las enmiendas que se mantengan vivas y los votos particulares que, en su caso, se han presentado. La votación final requiere del apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (176 votos) al tratarse de una ley orgánica.

Sea como fuere, hasta hoy por la mañana no está prevista la reacción oficial de Junts a las palabras del presidente. Será la portavoz de la formación en el Congreso, Miriam Nogueras, quien le responda. Ayer compareció por primera vez en el Parlament el nuevo portavoz de la formación posconvergente, Salvador Vergés, que se ciñó a pasar el balón a Nogueras, puesto que se trata de una cuestiones referentes a su negociado.

En Junts, pese al silencio, se saben protagonistas. Si el viernes era Feijóo quien reclamaba su apoyo a una moción de censura ante el empresariado catalán, ayer era Sánchez quien trató de rehacer los puentes con los posconvergentes.

Esa jugada del presidente en el tablero político activó de inmediato a Esquerra, que mantiene una relación de competencia constante con Junts en Madrid.

JxCat valora que se admita el error y el cambio de discurso pero pide más hechos que palabras

El portavoz republicano en la Cámara baja, Gabriel Rufián, se apresuró ayer a tachar de errónea la estrategia del jefe del Ejecutivo central de tratar de recomponer una relación que a día de hoy está maltrecha.

A su juicio, JxCat no rompe con el PSOE por los incumplimientos de los socialistas sino por intereses, y así se lo advirtió el dirigente de ERC al líder socialista. “Junts no rompe con el PSOE por incumplimientos, Junts rompe con el PSOE por intereses empresariales e ideológicos. Y eso no lo va a cambiar ni leyes ni buenas palabras”, afirmó en un mensaje. “He aquí el error de Sánchez”, concluyó.

También Sumar, socio del PSOE en la coalición, y Podemos encendieron sus alarmas ante las palabras de Sánchez en asuntos como la vivienda o la multirreincidencia.

El socio de los socialistas vigilará que la recuperación de Junts como socio no sirva de puerta trasera para introducir demandas de la patronal que el PP y Vox han defendido en las últimas semanas. Los morados, a su vez, apuntan que si se llegan a dar, esas concesiones son “muy peligrosas”.

En ese sentido, Ione Belarre acusó al presidente de “comprar la agenda ultra y racista”, en alusión a las medidas que demanda JxCat.