¿Uno de los mejores fotógrafos del país haciendo fotones con un móvil sin justificarse, y sin ningún pudor? ¿Really? Pues va a ser que sí. Aunque el hábito no hace al monje —y no basta con tener un juguete de vanguardia, tope de gama y óptica Leica para autoproclamarse fotógrafo profesional (¡Dios nos libre!)— si con el nuevo Xiaomi 15T (o el 15T Pro para más inri) no lo bordas, háztelo ver. Esta ‘cámara fotográfica con teléfono’ que desenfunda el gran Javier Salas (Santander, 1965) en el Jardín del Magnolio del Museo Nacional del Romanticismo, recién salida del horno, es una joya con la opción ‘virguerías a tutiplén’ incorporada en el software.
Nuestra cita con este retratista de las estrellas —le adoran porque siempre las saca impresionantemente bien— se convierte en una masterclass impagable, con una herramienta de bolsillo, preciosa a la par que versátil, en el punto de mira. “Hay algo que para nosotros siempre ha sido una auténtica pesadilla, que es ir cargados con pesados equipos fotográficos para un shooting, sobre todo cuando viajamos. Ahora, con este tipo de productos digitales cada vez más pequeños y poderosos, como el 15T, hacemos fotos profesionales ligeros de equipaje”, explica este habitual de Vogue, GQ, Harper’s Bazaar o ELLE, y autor de muchas portadas de discos icónicas de artistas españoles.
“Yo era muy escéptico, hasta que conocí Xiaomi y sus lentes Leica y me sacudí cualquier prejuicio. Donde esté Leica siempre va a estar lo mejor, con diferencia”, Javier Salas
“Yo era muy escéptico, hasta que conocí Xiaomi y sus lentes Leica y me sacudí cualquier prejuicio. Leica fue mi primera cámara de negativo, y esta marca es toda una institución: donde esté Leica siempre va a estar lo mejor, con diferencia”, palabra de Salas.
La belleza según Javier Salas
Antes de contarnos su penúltimo proyecto, que tiene que ver con el triestrellado Quique Dacosta, con los arrozales de su Levante querido y con fotografías que se convierten en ‘el ingrediente’ en cocina, Salas nos comparte algunos trucos secretos para presumir de fotones con su móvil favorito. La iluminación, el encuadre y el ángulo se reparten el pastel del retrato perfecto, que ya han protagonizado al otro lado del ojo fotográfico de Salas estrellas como Rosalía, Antonio Banderas, Penélope Cruz, Jennifer López o Antonio Flores, entre otros afortunados.
Retrato de Javier Salas realizado durante su masterclass. (Cortesía)
Sin aspirar ni en sueños a hacer los retratos que han hecho tan famoso a Javier Salas, nos acoplamos a él durante el recorrido por el museo, por si, con suerte, se nos pega algo de su talento —y para que nos chive los secretillos que esconde el gadget en cuestión—. La primera en la frente. ¿Verdad que cuando vamos a hacer una fotografía con el móvil, pensamos que cuanta más luz haya, mejor? Error. “Aunque las lentes Leica son el Rolls Royce de la fotografía, hay que darle unas instrucciones básicas claras, porque si no es imposible conseguir buenas fotos. Cuando la luz es mala, o demasiado intensa, y muy cenital, ya podemos tener el mejor teléfono del mundo que va a salir mal: el sol cae sobre la cabeza, hace sombras, y te vas a cargar la foto. Por eso, el truco está en colocar a la persona que vas a retratar en penumbra, que le dé la sombra en el rostro para sacarla favorecida”.
«Uno de los trucos está en colocar a la persona que vas a retratar en penumbra, que le dé la sombra en el rostro para sacarla favorecida”, Javier Salas
Como su propio nombre indica, hacer un retrato es poner el foco en la persona retratada, ¡y no dejar que el entorno la fagocite! Segunda lección aprendida, “el encuadre debe buscar una imagen limpia, y todo lo que rodea a la persona retratada se puede difuminar manejando el diafragma del móvil. Fuera ruido, menos es más”. ¿Y el ángulo? “Nunca desde arriba, si no quieres salir cabezón y paticorto”. No queremos, no queremos… Cuidadín con el gran angular que deforma, ergo evita colocarte en los extremos —claro que para eso, por lo que sea, tenéis que ser más de dos—. “Los retratos y los angulares están reñidos”, sentencia Javier.
Retrato de Javier Salas realizado durante su masterclass. (Cortesía) Cómo ‘comer con los ojos’
Aquello tan socorrido y recurrente que decían las abuelas, que hacía referencia a ‘comer con los ojos’ cuando visualizábamos en bucle mucha más comida de la que nuestro estómago era capaz de digerir, se emplata ahora en forma de experimento gastro-fotográfico por obra y gracia de Xiaomi. Javier Salas está en el ajo. El fotógrafo nos cuenta cómo él, su 15T en el bolsillo y el prestigioso chef con tres Estrellas Michelin Quique Dacosta pusieron rumbo al reto de convertir una fotografía en parte del plato, haciendo que la imagen y el sabor se fundan literalmente en una sola obra de arte.
Fotografías de los arrozales de Denia realizadas por Javier Salas. (Cortesía)
¿Cómo se come esto? Pues abriendo boca con un recorrido al alimón por los paisajes levantinos de Dacosta, capturando con sus lentes Leica Summilux del 15T Pro la esencia del territorio, el mismo que inspira platos icónicos del chef —hablando de chefs: el tradicional selfi que siempre hace Dacosta al finalizar la Gala Michelin, este año estaba hecho con el mismo dispositivo, así como detalle curioso—.
La fotografía de los arrozales valencianos realizada con el supermóvil por Salas se ha convertido, por primera vez, en un ingrediente más de la receta del icónico Arroz cenizas de Dacosta. Al imprimirla en papel de arroz con tintas comestibles, que se congela a -196º C con nitrógeno líquido y se transforma en polvo fotográfico que se incorpora como ceniza al plato frente al comensal. ¿Alguna vez te has comido una fotografía? ¡Pues alguna vez tenía que ser la primera!
El Arroz ceniza de Dacosta con un ingrediente único: fotografías de Salas. (Cortesía)
Si creías que la Inteligencia Artificial era lo más inverosímil que podías asumir, ahora vas y te comes los paisajes cocinados por Dacosta y fotografiados por Salas. Eso es ‘comer con los ojos’ y lo demás… tonterías. ¿Quién da más?
Algunos detalles para subir nota
Aunque con todo lo que nos ha contado Javier Salas sobre su último descubrimiento de bolsillo tenemos material suficiente para trastear y triunfar en IG —a los retratos profesionales les vamos a dar un margen razonable, para no hacer la competencia al maestro—, siempre hay alumnos aventajados que buscan el detalle. Para ellos, vaya la certificación IP68 de resistencia al agua, que ha sido mejorada para soportar profundidades de hasta 3 metros en agua dulce.
De las potentes lentes ópticas Leica Summilux ya hemos hablado, pero no del avanzado sistema de triple cámara de los Xiaomi 15T Series, ni del debut de la cámara teleobjetivo Leica 5x Pro, con un impresionante ultrazoom 20x o la plataforma computacional Xiaomi AISP 2.0 para retratos, color y vídeo 4K de alto rendimiento.
Además, el 15T Pro está equipado con atenuación DC a brillo completo y tecnología avanzada de cuidado ocular. Cuando se necesita una captura más espontánea, el nuevo modo de fotografía callejera Leica de esta serie T permite la captura directa desde la pantalla de bloqueo, ofreciendo una gama de distancias focales clásicas para elegir.
El Xiaomi 15T en versión oro rosa. (Cortesía)
Mientras tanto, para los más cinéfilos, el dispositivo ofrece capacidades cinematográficas profesionales con grabación HDR10+ a 4K a 30 fps —sentimos el trabalenguas, avisamos que este dato era para los más pro—. ¿La pantalla? 6,83 pulgadas, la más grande hasta la fecha. Para las apresuradas de la vida, sepan que cuando la batería está descargada, el 15T se enciende en menos de cuatro segundos tras conectarlo al cargador.
Por supuesto, el elemento moda que no falte, con los dispositivos disponibles en un sofisticado gris, el clásico negro y un elegante oro rosa que envuelven en su diseño insignia la calidez del ADN de la fotografía Leica con una tecnología de vanguardia. Nueva necesidad creada. Menos mal que “ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos, caminito de Belén. Olé, olé y olé, Holanda —y quien dice Holanda dice Xiaomi— ya se ve”.