Madrid
Las memorias del rey emérito Juan Carlos I han llegado este miércoles a España. Hace cerca de un mes, concretamente el pasado 5 de noviembre, la editorial Stock publicaba el libro en Francia bajo el nombre de Reconciliación. Desde entonces, el que fuera rey de España ha concedido varias entrevistas a los medios franceses, en las que ha hecho un repaso a toda una vida repleta de altibajos. Varias semanas más tarde, y después de que la prensa tanto nacional como internacional haya desgranado gran parte del libro, este ha salido a la venta en castellano de la mano de la editorial Planeta.
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Un lanzamiento marcado por un vídeo, cuanto menos polémico, en el que podemos ver a Juan Carlos I pidiendo a los jóvenes que apoyen al actual rey. De hecho, Zarzuela se desvinculaba rápidamente del mismo y reconocía no entender el objetivo del mensaje del emérito. Pero esta no es, ni mucho menos, la única polémica en torno a este libro que acaba de llegar a las librerías de todo el país. Así nos lo ha contado María Manjavacas, experta en la Casa Real, quien ha desgranado en El Faro algunos de los tramos más controvertidos de las memorias.
La loa a Franco
Después de leerse el libro, la periodista de la Cadena SER ha llegado a la conclusión de que Juan Carlos I no tiene asesores ni nadie que le aconseje: «Que no te extrañe que uno de sus asesores sea su nieto Froilán o sus amigos y colegas». Principalmente, porque el rey emérito comete unos errores de bulto que no habría cometido si no estuviera respaldado en todo momento por un equipo de comunicación que le ayudara como lo ha hecho a lo largo de toda su vida. Sobre todo, en el capítulo en el que habla acerca de la figura de Francisco Franco: «Yo pensaba que iba a tener una referencia a Franco y ya está».

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Pero ha ido mucho más allá: «Yo nunca pensé que iba a llegar tan lejos en el blanqueamiento de la figura de Franco. No contaba con eso. Es innecesario decir que no dejaba que nadie le criticara delante de él o que era un señor estadista e inteligente». Pero hay una frase que le ha dolido por encima del resto: «La frase que me duele profundamente es esa en la que dice que no dejó que nadie le criticara delante de él. Esa frase encierra mucho, es totalmente improcedente. Si hubiera tenido algún asesor, se la habrían quitado, porque es demoledora».
«El prestigio que le quedaba se lo carga él solo»
Porque supone un nuevo traspié en la vida de un rey emérito que sigue ofreciendo más sombras que luces desde que decidiera abdicar en el año 2014: «Teníamos amortizado que ha tenido muchos escándalos amorosos y el tema de que era un mujeriego. También que ha estado implicado en una trama de corrupción. Pero no teníamos amortizado su papel en la transición, que hasta el momento parecía impoluto, con alguna mancha o alguna sombra. Pero claro, el prestigio que le quedaba se lo carga él solo».
Por todo ello, María Manjavacas ha llegado a la conclusión de que la falta de asesores ha condenado a Juan Carlos I a mostrar una cara inédita hasta la fecha delante de una sociedad que le juzga más que nunca por sus acciones tanto como monarca como por su vida después de su abdicación.