Luciano Pavarotti y el patinaje sobre hielo. Quizás no se te ocurra que el corpulento tenor y el deporte de atletas compactos y poderosos puedan combinarse en una sola historia. Pero aquí estamos.

En 2024, se inauguró una estatua de bronce de Pavarotti en Pesaro, una ciudad italiana en el norte del Adriático donde él había sido dueño de una villa. A diferencia de algunas estatuas recientes de personas famosas, esta fue recibida mayormente con la aprobación del público, al menos en términos de su parecido. Nicoletta Mantovani, la segunda esposa de Pavarotti, estuvo presente en la develación del homenaje al cantante de ópera, que falleció en 2007.

En la obra, Pavarotti lleva un esmoquin y luce la amplia sonrisa que encantó a los amantes de la música durante décadas. Sostiene su característico pañuelo y tiene los brazos extendidos como si estuviera agradeciendo un atronador aplauso después de una trascendente interpretación de “E lucevan le stelle”.

“Es un regalo para la ciudad, pero sobre todo un homenaje a Luciano Pavarotti”, dijo Matteo Ricci, alcalde de Pesaro en ese momento.

Todo comenzó cuando la ciudad decidió hacer otra mejora cívica: una pista de patinaje sobre hielo temporal para esta Navidad. La ubicación elegida fue la misma plaza donde se encuentra Pavarotti, frente al teatro de ópera de la ciudad, que lleva el nombre de Gioacchino Rossini, famoso hijo nativo.

La estatua de Pavarotti y la pista de patinaje de la polémicaLuca Toni/Il Resto del Carlino via NyT

Una vez finalizada la construcción, Pavarotti seguía allí, pero estaba rodeado por una barrera de plexiglás y una plataforma lo ocultaba hasta las rodillas.

Esto significaba que Pavarotti se enfrentaría a una temporada de pie, desamparado, mientras aquellos que alguna vez le rindieron homenaje ahora daban alegres giros y lutz a su alrededor.

O al menos así le pareció a Mantovani.

“Esto es una burla a Luciano, algo terrible”, declaró al periódico Il Resto del Carlino de Bolonia. “He visto las imágenes y me parece una decisión mal ejecutada y absurda por parte de la administración. Por un lado, quieren rendirle homenaje; por el otro, lo están ridiculizando. No es correcto”.

Para empeorar las cosas, el actual alcalde de la ciudad, Andrea Biancani, publicó una imagen de la estatua junto a la pista de hielo e instó a los patinadores a chocar los cinco con Pavarotti al pasar, lo que también enfureció a algunos fanáticos de la ópera.

Francesca Frenquellucci, la concejala que supervisó la transformación navideña de la ciudad, renunció durante el fin de semana debido a luchas políticas internas (no relacionadas con la pista), según un video que publicó en Facebook. En una entrevista telefónica, dijo que se enteró de que la estatua había sido encerrada por la pista solo después del hecho. Dijo que lo lamentaba y que se lo había notificado al alcalde, quien no pareció demasiado angustiado, diciéndole que, después de todo, solo sería por 30 días.

Tras su dimisión, la oposición de centroderecha celebró una rueda de prensa para arremeter contra el ayuntamiento por convertir a la ciudad, Pesaro, en lo que llamaron un hazmerreír internacional. “Francamente, estoy enojada, porque no es el alcalde ni el ayuntamiento el que queda mal, es Pesaro”, dijo Giulia Marchionni, legisladora del partido de oposición Pesaro Svolta. Más aún, dijo en una entrevista que con Pavarotti hasta las rodillas en andamios, se lo ve “fuera de escala” al pararse junto a él. “Es una terrible postal para la ciudad”.

De hecho, la noticia ha resonado en todo el mundo. Algunos se han dejado llevar un poco con descripciones que hacen que parezca que Pavarotti está “enterrado en hielo”, lo que evoca el inquietante espectro de un tenor sepultado con el aspecto de la Estatua de la Libertad al final de El planeta de los simios.

No obstante, la notoriedad ha atraído a las multitudes. La gente ha hecho fila para tomarse selfies con la estatua en los últimos días, informaron los medios locales.

Andrea Mezzetti, asistente artístico de Albano Poli, quien esculpió la estatua, dijo que la obra podría haberse cubierto por completo “en una caja de madera, por ejemplo”, para protegerla. “Habría hecho menos ruido”, dijo en una entrevista. Poli murió poco después de que se revelara la estatua el año pasado.

“En primer lugar, me gustaría disculparme”, dijo Biancani, del Partido Democrático de centroizquierda, en un comunicado.

“Durante el montaje, surgió la necesidad de más espacio para garantizar la seguridad y la accesibilidad. Consideramos posibles modificaciones o el traslado temporal de la estatua, pero esto no fue técnicamente posible sin comprometer la estructura. Por lo tanto, la configuración final fue una elección necesaria, no deliberada”.

“Ciertamente fue un error, pero les ruego que no dramaticen. No hubo intención de faltarle el respeto al Maestro Pavarotti, que es un ciudadano honorario para nosotros; una figura que forma parte de nuestra historia”.

Pero, al menos durante esta temporada, Pavarotti permanecerá parcialmente sumergido junto a una pista de hielo en Pesaro mientras los niños chocan los cinco alegremente con él. Está muy lejos de La Scala.