Según EU Reporter, la presidencia danesa de la UE ha propuesto un aumento significativo de los impuestos sobre los productos de tabaco calentados, una reforma de última hora de la Directiva sobre Impuestos Especiales al Tabaco (TED) que, según los críticos, socava los objetivos de reducción de daños y elude el escrutinio democrático, se trata del documento del Consejo 16153/25.
La medida, impulsada por la presión de ONG sanitarias, desata una tormenta política y económica que golpea de lleno a España, donde Extremadura concentra el 98% del cultivo nacional y lidera la producción europea.
Claves de la reforma
- De los 155 €/kg propuestos inicialmente por la Comisión, se pasa a 360 €/kg, más del doble. Además, se fija un mínimo obligatorio del 55% del precio de venta al público.
- El impuesto deja de calcularse por unidad y se aplica por peso, lo que encarecerá cada paquete de tabaco calentado en 1,80 € de media en España.
- La revisión de la Directiva TED está prevista para 2028, con periodos transitorios de hasta cuatro años.
- Reducir el consumo de tabaco y avanzar hacia una “generación libre de humo” en 2040, alineada con el Plan Europeo contra el Cáncer, es el objetivo final.
Por primera vez, la UE equipara fiscalmente productos de combustión con los de menor riesgo (tabaco calentado, cigarrillos electrónicos, bolsitas de nicotina). Un enfoque que ha generado críticas de 83 expertos internacionales en salud pública, que advierten que equiparar fiscalmente productos sin combustión contradice la evidencia científica sobre reducción de daños.
Según la Comisión Europea, “los nuevos productos plantean riesgos comparables a los tradicionales. Es preciso armonizar la fiscalidad para proteger a las generaciones futuras”, afirmó el comisario europeo de Sanidad. Más de 50 organizaciones, lideradas por EuroHealthNet, defienden la subida como “una oportunidad para salvar vidas y proteger a los jóvenes”.
Estados miembros del sur y expertos en reducción de daños denuncian que la reforma “ignora la ciencia y la economía”, y alertan sobre el riesgo de contrabando, como ocurrió en Francia (+40% de mercado ilícito tras subidas similares).
Impacto en España: el epicentro extremeño
Extremadura produce el 98% del tabaco español y es líder europeo. El sector sostiene 20.000 familias, genera 14.000 €/ha frente a los 1.000 €/ha del olivar y aporta más de 70-80 millones € en exportaciones anuales. El tabaco calentado era la tabla de salvación para la hoja extremeña ante el retroceso del cigarrillo convencional. La subida fiscal amenaza con hundir la demanda y arrastrar las exportaciones.
Las principales consecuencias socioeconómicas es el inmenso riesgo para 61.500 empleos directos e indirectos en España, la pérdida de competitividad y el aumento del contrabando. Este movimiento no es solo una cuestión fiscal: es un choque entre salud pública, la economía rural y la geopolítica agrícola.
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Mientras Bruselas busca una Europa libre de humo (a pesar de que el tabaco calentado y las alternativas, no producen humo), regiones como Extremadura ven peligrar su tejido productivo y su lucha contra la despoblación. El debate se traslada ahora al Consejo de la UE, donde España deberá defender sus intereses frente a una normativa que, según críticos, “parece redactada al dictado de las ONG”.
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