La crisis sanitaria que atraviesa Cuba continúa cobrando vidas, según un nuevo informe que documenta al menos 87 fallecimientos vinculados a la epidemia de dengue y chikungunya entre octubre y noviembre de 2025.

El número casi triplica las 33 muertes reconocidas oficialmente por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) hasta el 1 de diciembre, y evidencia la magnitud real de una emergencia sanitaria que el régimen intenta minimizar.

De acuerdo con el informe, elaborado por el  Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, la mayoría de las víctimas eran menores de 18 años

Muchos de ellos fallecidos sin recibir tratamiento adecuado debido a la falta de medicamentos, sueros y atención médica oportuna en hospitales colapsados, señala.

“Después de varias semanas reportando solo pacientes graves o críticos, el MINSAP finalmente reconoció la muerte de 33 personas, pero los registros ciudadanos elevan la cifra a 87 fallecidos confirmados en distintas provincias del país”, señala el informe del OCC correspondiente a noviembre de 2025.

Los casos recopilados por el Observatorio incluyen nombres, fechas y municipios de las víctimas, procedentes de Matanzas, Camagüey, Villa Clara, La Habana, Holguín, Santiago de Cuba, Cienfuegos, Las Tunas y Ciego de Ávila, entre otras provincias.

Entre los fallecidos figuran niños de entre 1 y 10 años, adolescentes y ancianos de hasta 90 años.

En varios de los reportes, las familias denunciaron que los pacientes murieron en hospitales sin acceso a suero, antibióticos ni personal suficiente.

En Santiago de Cuba, Holguín y Villa Clara, los testimonios coinciden en describir hospitales desbordados, salas sin climatización y mosquitos dentro de los centros de salud, un reflejo de la precariedad generalizada del sistema sanitario.

“La mayoría de los decesos se produjeron por falta de atención médica, medicamentos y condiciones hospitalarias adecuadas. En algunos casos, los pacientes fueron enviados de regreso a sus casas pese a su estado grave”, indica el documento.

El informe del OCC destaca que las muertes no son solo consecuencia de los virus transmitidos por mosquitos, sino también del colapso del sistema sanitario, la escasez crónica de medicamentos y la inacción gubernamental ante el deterioro de las condiciones higiénico-epidemiológicas.

“Las autoridades priorizan recursos para actos políticos y celebraciones oficiales mientras los hospitales carecen de insumos básicos”, señala el texto, en alusión a recientes eventos del régimen como el acto por el desembarco del yate Granma, que movilizó transporte y combustible en plena crisis.

El documento cita además reportes de ciudadanos que denuncian la acumulación de basura y aguas estancadas en zonas urbanas y rurales, lo que ha favorecido la propagación del mosquito Aedes aegypti, transmisor de dengue y chikungunya.

El Observatorio Cubano de Conflictos y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba exigen al MINSAP y al gobierno cubano transparencia en la información epidemiológica y una investigación independiente sobre las muertes registradas.

“Ocultar cifras no salvará vidas. La población tiene derecho a conocer la magnitud de la crisis sanitaria y a recibir atención médica digna”, advierte el informe, que incluye además un listado detallado de las víctimas identificadas.

En las redes sociales, familiares de fallecidos continúan compartiendo testimonios desgarradores y exigiendo justicia.

“A mi sobrino lo mató la falta de suero y la indiferencia del sistema”, escribió una madre desde Caibarién, donde el pasado 27 de noviembre murió un bebé de dos meses por falta de medicamentos.