El pintor expone sus pinturas en el espacio del Club Ley Seca hasta el día 6 de enero

Santiago Díaz, con una de sus obras

Vanessa F. Cuerdo / Trubia

A Santiago Díaz le corre el arte por las venas y está dedicando gran parte de su vida a aprovechar esta herencia. Incluso él mismo se sigue mostrando algo perplejo al contarme aquello de que tanto su padre como sus siete hermanos dibujaban con plumilla y lápiz, siempre en negro sobre blanco, y todos lo hacían realmente bien. Sabiendo esto, no sé si me sorprende o no su temprana y acertada dedicación.

Empezó a pintar óleos con ocho años y con catorce le regalaron su primera caja de acuarelas, que recibió no sin enfado ni reticencia. “Prueba a ver qué pasa”, le aconsejó su madre. Y hoy, si le preguntan acerca de cuántas acuarelas habrá pintado desde entonces, le contestará: “¿Mil?”. Y me temo que se quede corto.

Santiago nació en Luarca en 1947 y es doctor en Minas. Pero también es acuarelista, estudioso del patrimonio e historia local y toca el teclado en la iglesia. De hecho, puede decir con orgullo que es el autor del himno a la Virgen Santa María de Trubia.

Durante muchos años su trabajo lo mantuvo (junto a su familia) alejado de Asturias, pero ya de vuelta decidió quedarse aquí, y argumenta por qué escogió Trubia en lugar de su Luarca natal: “ Estética y paisajísticamente, Luarca es superior. Sin embargo, me quedo con la decrepitud del patrimonio de Trubia, tiene mucha más esencia e historia”.

Para su próxima muestra, que podrá visitarse en el espacio del Club Ley Seca hasta el día 6 de enero, ha escogido cinco estudios con toda la intención: “ No es en el título, sino en la definición de estas obras donde están los reflejos, los colores, las tonalidades. Son los términos con los que más me gusta trabajar. Y además me gusta muchísimo el verde, quizá por ser de Asturias”, me explica sonriendo.

Puedo asegurar que esos verdes y los reflejos de los que habla, el agua de la lluvia resbalando por las hojas o las pequeñas gotas depositadas en ellas desprenden una emoción evidente, son matices que resultan hipnóticos, reales, parece que se puedan tocar, sentir el frío y la humedad. No esperen mucho a experimentarlo por ustedes mismos si aún no han tenido semejante lujo de oportunidad.

El Toque Vintage.

Santiago forma parte de la comisión de la candidatura de Trubia a Pueblo Ejemplar. Para incluir en la memoria enviada al concurso, ideó y diseñó un desplegable que “cuenta la historia de un hombre que se dedica al campo y a cuidar vacas cuando se le presenta la oportunidad de formarse como aprendiz en Trubia. La Fábrica de Armas de entonces, con su característico paternalismo, se ocupa de que no se desatiendan ni ese ganado ni esas tierras”.

El relato gráfico discurre desde finales del S.XIX y a través del S.XX, narrando la historia de Trubia. Según escribo estás líneas, el desplegable se encuentra inmerso en tareas de impresión y muy pronto comenzará la distribución de copias para el público en general. La espera merecerá la pena sin duda.

WhatsApp 613 077 585

Organiza: Club Ley Seca

Lugar: Casa Fernández (Antigua Casa Fuente)