Silvia Intxaurrondo presentó a finales de octubre una demanda contra RTVE con la asistencia de un despacho especializado en Derecho Laboral, en respuesta a lo que considera sus «nuevas condiciones laborales» impuestas por la Corporación. Ahora, son los sindicatos de los trabajadores de RTVE … los que se revelan ante esta demanda porque «supone un cuestionamiento directo del marco legal y de las condiciones que rigen para toda la plantilla fija de RTVE». «No podemos guardar silencio», confiesan a través de una nota el sindicato USO.
El sindicato explica que mientras los trabajadores de la Corporación «cumplen estrictamente un convenio aprobado, auditado y controlado por la normativa del sector público», se pretende «imponer un salario absolutamente alejado de cualquier escala retributiva existente y que ningún profesional de RTVE puede percibir por la misma función». «Este intento de trasladar importes propios de contratos mercantiles irregulares al ámbito laboral ordinario es un agravio ético y un desprecio hacia quienes sostienen esta casa con su trabajo diario», explican.
Esta historia se remonta a hace un par de años. Cuando ‘La Hora de La 1’ pasó a ser producción propia de RTVE, Silvia Intxaurrondo continuó en el programa como profesional externa a través de su empresa, Sukun Comunicación S.L., percibiendo hasta 269.000 euros anuales, según datos publicados por RTVE y el Portal de Transparencia.
En 2023, una inspección de Trabajo abrió una investigación por posible irregularidad en su contrato mercantil. Tras determinar que debía estar dada de alta como trabajadora de RTVE, la Corporación tuvo que ofrecerle un nuevo contrato como «personal no fijo», con un salario acorde al convenio (unos 45.000 euros anuales más pluses), muy inferior al anterior, algo que en principio ya fue advertido por la misma Corporación a la presentadora ya que tenía que estar sujeta al convenio colectivo.
Además de la pérdida económica, Intxaurrondo perdió beneficios como los desplazamientos o la autonomía total en el contenido del programa. En ese acuerdo, Intxaurrondo podía decidir de forma autónoma el contenido de sus intervenciones, mientras que ahora debe seguir el Código Ético y el Manual de Estilo de RTVE. Estas diferencias en sueldo y condiciones son las que la han llevado a demandar a RTVE, reclamando mantener su nivel retributivo y lograr mayor estabilidad laboral.
USO asegura que la Inspección «ya señaló la existencia de una relación laboral encubierta». «La regularización obliga a aplicar la ley y el convenio, no a blindar privilegios ni a perpetuar cifras que ningún trabajador de esta Corporación tiene derecho a cobrar. RTVE no puede vulnerar su marco jurídico ni abrir la puerta a excepciones que pisotean la igualdad de trato».
Por ello, el sindicato pide «defender a la plantilla». «Defendemos la profesionalidad de quienes, año tras año, mantienen este servicio público con rigor, esfuerzo y responsabilidad. Y no aceptará que RTVE sea presionada para romper la coherencia salarial del sector público o para reconocer condiciones imposibles de justificar ante los propios trabajadores«, aseguran. Además, reivindican «la ética» y «el respeto a la plantilla». «USO recordará siempre que en RTVE no caben atajos ni tratamientos de favor que pongan por encima de todos a quien nunca estuvo sometida a las reglas que sí obligan a quienes sostienen esta Corporación con su trabajo y su compromiso», asegura.