Pese al mal inicio de temporada de la Real Sociedad, en Anoeta se respiraba cierta tranquilidad por la fe depositada en Sergio Francisco y su idea, muy conocida dentro del club. La paciencia, ese ente que escasea cada vez más en el mundo del fútbol, ha dado sus frutos y el equipo ha revertido el rumbo hasta estar peleando por posiciones europeas.
Esto ha coincidido en tiempo y espacio con un hecho diferencial: Sergio ya ha definido cual es el centro del campo que debe ejercer de motor del equipo. Había dos piezas que parecían ya claras. Brais Méndez, jugador capital las últimas temporadas con Imanol Alguacil, y la otra todo apuntaba a que Gorrotxategi se haría con el puesto al ser un relevo natural de Zubimendi. Su adaptación ha sido estelar y ahora no se puede imaginar uno una medular sin el canterano.
La tercera pata ha sido finalmente para uno de los últimos en llegar como Carlos Soler. Su nivel quedaba fuera de dudas, estaba claro que podía ser un gran aporte para la Real Sociedad y tras el periodo de adaptación y coger la forma al aterrizar en la fase final de mercado, su mejor versión ha llegado para quedarse.
Así lo explican los números. Siendo centrocampista, y no estando tan adelantado como Brais, es junto a él, Oyarzabal y Barrenechea, los referentes del equipo en ataque, el único que ha participado en tres goles. Y importantes, puesto que dos de ellos han significado puntos para la Real Sociedad. Anotó el tanto del empate ante el Celta y asistió Brais para iniciar la remontada ante Osasuna. El tercero fue su tanto para hacer el 1-2 ante el Villarreal, que luego terminó remontando.
Los números no engañan, desde que Soler es titular el equipo rinde de otra manera. No es el único motivo, pero su impacto directo es innegable. Salió de partida por primera vez en la jornada 6 y eso ha coincidido con las cuatro únicas victorias de la Real Sociedad en LaLiga. Es más, de los 27 puntos disputados desde su primera titularidad se han sumado 14 puntos y en la derrota ante el Barça y el empate frente al Celta salió de suplente, ante este último logrando el tanto de la igualada.
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Todo ello, junto a los intangibles. Lo que no se puede medir con estadísticas. Carlos Soler se ha hecho hueco en el sistema ‘txuri urdin’ encajando a la perfección y entendiéndose con Brais y Gorrotxategi. Un perfil de futbolista distinto, que aporta ese valor que necesita la Real. De recorrido y despliegue físico, además de una pegada de sobras conocida. Sin duda, una de las grandes noticias del verano.