Un año después de su lanzamiento en PC y Game Pass, Microsoft suelta la correa para que los usuarios de PlayStation tengan la posibilidad de jugar a ser pilotos. Pero siempre que algo se adapta o se traduce, algunas cosas se pierden en el camino. Llegó el momento de saber qué se pierden los pilotos virtuales después de esta larga espera, y qué ganaron como premio a la paciencia de esperar este Microsoft Flight Simulator.

El extraño caso del sistema de instalación

Bueno, el sistema original de Microsoft Flight Simulator ya era lo suficientemente complejo como para hacernos pensar que la versión de PlayStation podía mejorar. La aplicación que ejecuta el juego nos da una extraña sensación de liviandad que se derrumba rápidamente al ejecutarla, porque no todo el contenido está descargado y lo peor es que no queda muy claro qué está y qué no.

Durante horas, la duda nos toma de una mano y la incertidumbre de la otra. ¿Instalé todo? ¿Me falta algo? ¿Dónde lo chequeo? Después de ir y venir muchas veces, llegamos a la conclusión de que es mejor empezar el juego y después ver con calma qué falta y qué no. Lo más probable es que abandonemos después del tercer o cuarto examen de vuelo sin llegar a explorar la inmensa cantidad de contenido que tiene. Y cuando pasa esto no es porque el juego sea malo; es lo más cerca que podemos estar de subirnos a un avión real. El problema aquí es la cantidad de tiempo que pasamos en prácticas y pantallas de carga, que duplica o triplica al de vuelo.

Los tortuosos tiempos de carga

Esto ya era un gran problema en el original, y el paso a PlayStation no lo mejora. Con solo abrir el juego pasamos por la primera línea de carga, en la que vemos el tráiler en un loop interminable mientras chequea todo el contenido descargado. Cuando llegamos al menú principal, elegimos en el modo carrera un aeropuerto como el inicial y saltamos rápido a la acción. En realidad, solo saltamos, porque lo de “rápido” es discutible. Antes de tocar un solo avión hay que rendir un examen y, para prepararlo, hay que tomar varias lecciones.

En Flight Simulator hay más controles que tiempo para aprenderlos. Si abordamos un avión virtual por primera vez, estas lecciones son importantísimas, y si hace mucho que no volamos, también. Para rendir el primer examen necesitamos hacer varias misiones de entrenamiento, cada una con sus tiempos de carga de entrada y de salida a la oficina. Para el momento en el que hacemos nuestro primer vuelo con licencia, ya cobramos nuestra primera jubilación.

Los detalles quedaron en la pista

Flight Simulator fue históricamente un juego pesado y terriblemente detallado. Ponerlo al máximo es un festival para los ojos, pero esto hace que cualquier PC se arrastre, y pone contra las cuerdas a cualquier configuración de gama alta. Más que un juego es muchas veces una poderosa herramienta de simulación con la que practican pilotos reales cuando no pueden acceder al simulador oficial. Una PlayStation tiene el sistema operativo perfectamente optimizado para correr un hardware que hoy ya tiene 5 años, y hacer que esto corra decentemente es un verdadero desafío.

Por empezar, la configuración gráfica solo ofrece cambiar entre niveles de detalle bajos y medios. De lejos todo se ve bien y esto no influye, pero a medida que nos acercamos al suelo se ve con mayor claridad el sacrificio que hubo que hacer para que estos aviones virtuales puedan surcar el cielo de PlayStation. Sacrificios que a veces se convierten en texturas de mucha menor calidad y muchos, pero muchos menos objetos en tierra. En algunos casos hay hasta formas extrañas donde debería haber casas o edificios.

También llega a las consolas el problema de los autos o personas que se atraviesan en nuestro paso cuando estamos maniobrando con el avión para llegar a la pista. Pero tranquilos, el avión no va a sufrir daños y ningún peatón desprevenido va a morir decapitado, porque los vamos a atravesar sin inconvenientes.

Lo mejor y lo peor del DualSense

El control de PS5 siempre fue la estrella y el caballito de batalla de la consola. En este caso realmente aprovecharon todas las ventajas con los gatillos, que sirven para controlar el timón de cola del avión. Con el aparato en pista no ofrecen ninguna resistencia al maniobrar, pero todo cambia cuando el avión está en movimiento o en el aire. Lo mismo ocurre con la vibración háptica, que traduce a la perfección la potencia del motor a la palma de nuestra mano.

Todo el impresionante trabajo que hicieron con la vibración de DualSense lo borraron con el codo a la hora de controlar el avión. Para las funciones básicas no hay problemas, pero cuando necesitamos interactuar con el tablero o el cronómetro para situaciones especiales es cuando empiezan los líos. Al entrar en el modo cursor, el avión se va hacia un costado y, si no hacemos las cosas rápido, terminamos estrellados en un bosque. Y si tenemos la mala suerte de activar accidentalmente el control por giroscopio y acelerómetro, lo mejor es hacer la señal de la cruz y rezar.

La buena noticia de Flight Simulator en PS5

Microsoft Flight Simulator siempre fue un juego de simulación grande, detallado y pesado. Una poderosa herramienta que por el momento era solo posible para una PC, pero finalmente se derriba esta muralla para que los fanáticos de la aviación puedan disfrutarlo en PlayStation. La buena noticia es que finalmente TODOS podemos jugar a ser pilotos.

Si van a aventurarse en los cielos virtuales desde una PS5, es muy importante saber que hay que ser paciente, hay que tener más dedos de los que tenemos en cada mano, y tener una memoria prodigiosa para recordar los controles. Pero lo más importante es saber que, con frecuencia, algo va a mandarnos al menú inicial de la consola porque todavía están optimizándolo. Pero tarde o temprano, con algunas mejoras, el cielo va a estar al alcance de todos. A veces la velocidad lo es todo. Ya lo dijo Fangio alguna vez: “Para ganar, lo primero que hay que hacer es llegar”. [i]

DESARROLLADO POR: Asobo Studio
DISTRIBUIDO POR: Xbox Game Studios
GÉNERO: Simulación
DISPONIBLE EN: Windows, Xbox Series X|S, PS5.

QUÉ ONDA: El gigante de la simulación llega a PS5.
LO BUENO: Poder jugarlo sin una PC de la NASA. La implementación de la vibración y gatillos del DualSense. La escala masiva sigue ahí.
LO MALO: Tiempos de carga excesivos. El sistema de instalación es confuso. Gráficamente sufre en tierra. El control con cursor es incómodo.

Este análisis de Microsoft Flight Simulator 2024 fue realizado a través de un código de PS5 provisto por sus desarrolladores.

Sebastián Di Nardo, alias Moki, es el CEO y fundador de [IRROMPIBLES], y conductor de Unitec y Camino al Éxito. Fue columnista en CN23 y TNT Sports, condujo radio en la Rock & Pop. Entre sus muchos alter-egos, se encuentran Abraham Osló, el loco del unboxing, y el mítico Dr. Picor. Pueden perseguirlo en el Twitter @Mokirrompibles e Instagram @Mokirrompibles.