Gran Hermano se encamina hacia una final adelantada para dar por concluida una edición que no está funcionando como Telecinco esperaba. La idea, aunque no ha sido confirmada por la cadena, es terminar antes de Navidad y volver en enero con un GH VIP en el que participarán concursantes famosos, de tal manera que Telecinco tenga contenido suficiente hasta que arranque Supervivientes en marzo.

Para precipitar esa final, GH tiene que acelerar el ritmo de las expulsiones, y esta noche será clave para ello. Por una parte, la audiencia echará a uno de los nominados, Belén, José Manuel o Patricia. Por otra, el programa que produce Zeppelin ejecutará un plan para eliminar a los participantes menos queridos. «El camión de la mudanza de GH llegará a la casa para llevarse a los que menos convencen a la audiencia en una decisión en la que el público volverá a tener un papel determinante», explica Telecinco. Es decir, se entiende que el programa abrirá una votación para elaborar un ranking y descartar, de golpe, a los que menos apoyo tengan, aunque no se especifica cuántos.

En este punto, si se confirma el cierre anticipado de GH20, lo lógico es que el programa llegue hasta la tercera semana de diciembre, antes de las fiestas de Navidad. El jueves 18 o el domingo 21 podrían ser los días de esa hipotética final con la que se resolvería una edición deslucida que, en cualquier caso, debe acabar de la manera más elegante posible, porque una marca tan importante como la de Gran Hermano no puede quedar manchada de cara al futuro. No hay que olvidar que estamos ante un reality, el más longevo de todos, que ha dado muchas alegrías a Mediaset, y la cadena no puede ni debe renunciar a un formato que puede recuperar en cualquier momento.

Gran Hermano 20 se estrenó en Mediaset hace un mes, y aunque arrancó con una audiencia bastante aceptable (15,8%) para los tiempos que corren en Telecinco, el programa se fue desinflando semana a semana. La última gala cosechó un tibio 11% de share (aun así está por encima de la media del canal) y el debate se desplomó hasta el 8,9%.

Lo cierto es que Gran Hermano no lo ha tenido fácil este curso. Abrió sus puertas a mitad del primer trimestre, en vez de hacerlo a comienzos de temporada, como es habitual en este tipo de programas. Además, tuvo que ‘competir’ en promoción (y expectación) con La isla de las tentaciones, porque los dos formatos llegaron en la misma semana. Esta coincidencia pudo provocar una sobredosis de realities al mismo tiempo, en la misma cadena y ambos protagonizados por concursantes anónimos, que ofrecen menos capacidad de reclamo. El más perjudicado, sin duda, ha sido GH.

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