Los Celtics pasaron como una apisonadora por el Capital One Arena de Washington: 146-101. Una victoria previsible viendo el nivel al alza de los de Boston y el desastre que es la franquicia de la capital. Pero ese partido queda como la noche en la que Hugo González rompió sus barreras en la NBA.

El madrileño se fue a la ducha con 14 puntos —su tope anterior estaba en siete— y cinco rebotes. Una actuación brillante después de librar una batalla interior durante tres cuartas partes del partido, que cambió cuando su entrenador, Joe Mazzulla, le cogió, le miró a los ojos y le pidió que se olvidase de las guerras con su otro yo.

«Creo que ha habido algún momento en el que he estado jugando más contra mí que contra ellos. Estadísticamente puede ser el mejor partido, pero creo que ha habido otros en los que he ayudado más al equipo a ganar, que es lo importante», explicaba Hugo a MARCA en el vestuario de los Celtics. 

Imagen de Hugo González.

Imagen de Hugo González.

Al hablar de ese momento en el que su entrenador le pidió calma y que cambiara la forma de afrontar el partido, Hugo puso en valor lo que tiene a su lado: “Ya lo he dicho una vez: tengo la suerte de contar con un staff que me ayuda mucho y que vela por mí como jugador sin dejar de exigirme. Sabía que podía hacerlo mucho mejor de lo que lo estaba haciendo hasta ese momento y le agradezco mucho que me empuje en cualquier momento a sacar mi mejor versión”.

Tengo la suerte de contar con un staff que me ayuda mucho y que vela por mí como jugador sin dejar de exigirme

Hugo González a MARCA

Ese paso hacia delante del segundo jugador más joven en debutar con la camiseta de los Celtics (19 años y 263 días, por 19 y 228 días de Jayson Tatum) llega en un proceso de aprendizaje acelerado. “Al final, se juega más o menos lo mismo en un partido, pero el tema es que lo hacemos en un lapso de tiempo más condensado. A veces es complicado el tute que te pegas, pero al final todos los equipos lo hacen y tienes que estar encima de ello. Saber que los otros equipos también están cansados a veces y eso te beneficia. Es un tira y afloja que en algunos momentos te favorece y en otros te perjudica. Solo hay que tener la mentalidad del siguiente partido”, señala sobre su adaptación a la NBA

Eso forma parte del día a día. De lo que disfruta y sufre en la cancha lo tiene claro: “Hay jugadores muy físicos. Aparte de ser los mejores del mundo, hay un montón de especímenes muy poderosos. Simplemente cómo se juega, la potencia física, el nivel de contacto que se permite… también es algo diferente…”.

Su llegada a la NBA es para jugar en el equipo más laureado, el que tiene más títulos (18). Y de Europa se fue del que más veces ha sido campeón continental: el Real Madrid y sus 11 Euroligas/Copas de Europa. “Puedo decir que soy una persona con suerte: la de caer, cuando era pequeño, en el Real Madrid y ahora estar en los Celtics. He tenido mucha suerte. Claro que hay paralelismos. Al final, lo que se pide por encima de todo es la exigencia de ganar, la exigencia de salir a competir cada partido y jugar no solo por ti mismo, sino por la camiseta que llevas”, señala Hugo.

Hoy, los Lakers y Doncic

Con tres victorias seguidas, los Celtics buscarán esta noche ganar por primera vez cuatro consecutivos en la temporada. El rival serán los Lakers de LeBron y Doncic. El Clásico de la NBA. “Cuando eres niño, aparte de verlo lejos, te emociona. Es el partido más mediático de toda la NBA. Lo afronto muy ilusionado y con muchas ganas”

A un jugador como Luka, que de por sí no se puede parar, se le puede intentar ralentizar como mucho

Hugo González a MARCA

Ante él estará Doncic, un gran desafío para un jugador que en la NBA está dejando sello de gran defensor. “Yo, en el primer año que entré a cantera, era muy joven. Fue el año en que él hace MVP de la Euroliga y gana la Euroliga con el Real Madrid. El resto es historia”, señala Hugo, que rehúye el desafío del cara a cara con Luka: “Significaría que confían en mí para hacer ese tipo de tareas. A un jugador como Luka, que de por sí no se puede parar, se le puede intentar ralentizar como mucho. Pero bueno, estaríamos ahí para hacerle las cosas difíciles si se da el caso”.

Hambre de selección

A pesar de la velocidad con la que vive en la NBA, Hugo estuvo atento la semana pasada al estreno de Chus Mateo con la selección. Tiene hambre de ÑBA, de la Familia. “Tengo muchas ganas de ir con la selección, por supuesto, y de tener un papel importante. De volver con los que estuve en las ventanas del staff técnico, así como con los nuevos —o no tan nuevos para mí— como Chus, Paco y Guille, con quienes compartí un año en el Real Madrid. Ganas de estar allí, de ser importante y de ayudar al equipo. Si puedo estar o no en julio es algo que se tendrá que ver según el calendario”.