
El arquitecto Joaquín Torres está roto, anímicamente hablando, y ni quiere ni puede ocultarlo. Ayer fue baja en la misa funeral que se celebró en memoria de su padre, el empresario Juan Torres, que falleció la semana pasada en Madrid tras muchos meses de enfermedad. «Le prometí a mi madre que iba a cuidar de él hasta el final y así lo he hecho. Pero estoy roto y ya no puedo ir a más despedidas», me comenta en la mañana de este viernes Joaquín, quien ya había avisado a sus cercanos que no tenía ánimo ni fuerzas para estar en la iglesia de los Jesuitas junto a sus hermanos y sobrinos y los amigos que quisieron rezar por el alma del difunto. Sí lo hicieron sus hermanos, que atendieron a todos los que acudieron a darles el pésame y organizaron una misa muy emotiva con un coro precioso que emocionó a todos los asistentes.
Para Joaquín Torres, enterrar a su padre ha sido el colofón a unos años donde las desgracias se han ido sumando de una manera casi aplastante. Primero fue el accidente que sufrió cuando iba en moto y del que aún tiene secuelas tras las operaciones que le realizó el doctor Ángel Villamor (que sí acudió al funeral) y que le han tenido sumido en un dolor continuo e insoportable que ha afectado al resto de su vida. Su complicada recuperación se trastocó aún más con la muerte de su madre en marzo de 2024. Ella siempre fue el motor de su vida, y esa ausencia le destrozó en lo más profundo y destapó también una pugna familiar muy compleja donde Joaquín confirmó las denuncias que había contra uno de sus hermanos por llevar a la ruina a sus padres tras hacerse con el mando del control empresarial y litigar con su propio padre cuando quiso recuperar esos poderes.
Torres tuvo que ponerse al frente de muchos más problemas e intentar organizar una economía familiar que pasó de cientos de millones de euros a tener embargos e hipotecas de sus propiedades como la fabulosa mansión donde han vivido sus padres hasta su muerte y que está en La lujosa urbanización de La Escorzonera (Pozuelo de Alarcón) y que fue un diseño del estudio de arquitectura de Joaquín. Esa casa ha sido testigo de algunas fiestas que el propio Torres ha celebrado (la última cuando quiso festejar con sus íntimos que iba a salir adelante tras sus problemas de salud) y hoy ya podrán liquidar si es que ninguno de los herederos se quiere hacer cargo.
Pero como las desgracias nunca vienen solas, y a todo ese bache tanto físico como emocional se sumó la muerte de su cuñado y padre de sus cuatro sobrinos. Una vez más, Joaquín tenía que salir en ayuda de una hermana que se quedaba viuda con una familia numerosa y con todos los problemas económicos que estaban atravesando. Ayer sí estuvo en la misa funeral acompañada por sus hijos y todos los amigos que quisieron abrazarla. Toda esta situación no solo alteró el carácter de Joaquín sino que hasta culminó con su divorcio de Raúl Prieto, el hombre con el que ha decidido dejar de ocultar su homosexualidad y proclamar a los cuatro vientos su amor por la persona más cariñosa y entrañable que se había cruzado en su vida. A pesar de su amor y de una relación que luchó contra viento y marea frente a todos los impedimentos (el divorcio de Torres con la madre de sus dos hijos fue muy duro y polémico precisamente por la nueva vida sentimental del arquitecto) el amor no pudo con las circunstancias y el verano pasado se formalizó esa ruptura recuperando los dos su estado de divorciados y emprendiendo nuevos caminos que no parece puedan volver a cruzarse.
«Estoy roto y agotado pero tengo que salir adelante sí o sí», me asegura Joaquín con la pena de saber que su mundo se ha desmoronado y que ahora está sólo frente a los mil problemas que debe solucionar tanto a nivel económico como afectivo. Sus amigos le apoyan, sus hijos son su bastión y su fuerza, su mejor aliado para que en el 2026 la historia pueda cambiar. Tiene que solucionar mucho pero tiene nuevas ilusiones, como la casa que se ha construido en Galicia y donde ha encontrado la paz que tanto necesita, y acabar con una etapa donde hay más sombras que luces. En ello está.
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