El 29 de octubre de 2024, cuando la dana dejó un reguero de 230 muertos en la provincia de Valencia, la entonces consejera de Justicia e Interior de la Generalitat, Salomé Pradas, comunicó varias veces por WhatsApp desde las 11.32 horas con Carlos Mazón. Le reportó la magnitud de la riada y del riesgo en la infraestructura que desató la catástrofe, el barranco del Poyo. El entonces president contestó con un “cojonudo” a esta información. Así lo revela el acta notarial presentada por la exdirigente, que es la principal investigada en la causa, en el juzgado de Catarroja (Valencia) que investiga la desgracia y a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

El cruce de wasaps confirma que Mazón conoció a las 13.03 el peligro en el barranco del Poyo, la rambla que desató el caos al desbordarse cuatro horas después a la altura de municipios como Chiva y Cheste. Y que el entonces president respondió con un “cojonudo” a un texto en la que Pradas le advertía de la gravedad en esta y otras infraestructuras críticas. “Estoy en comunicación con Pilar Bernabé [delegada del Gobierno en Valencia]. Lo que más preocupa ahora es la zona de Ribera Alta, barranco del Poyo y río Magro. Acabamos de decretar la alerta hidrológica en municipios de esa zona. Hemos reforzado el 112 [centralita telefónica de la Generalitat], tenemos desplazados bomberos forestales, el consorcio [provincial de bomberos] también a tope. También vamos a pedir precaución por temporal marítimo”, señaló Pradas a su jefe, que en ese momento mantenía intacta su agenda institucional.

Un minuto después, a las 13.04, Pradas advierte a Mazón de otra derivada de la catástrofe. “Ha habido varios rescates con helicóptero y van a reforzar ahora con Consorcio Castellón [sic.]”, avisa la exdirigente. Acto seguido, la entonces consejera da a su superior “la buena noticia del día”. “Todo parece indicar que mañana firmamos preacuerdo con bomberos forestales”. Mazón le responde 29 minutos después: “Bieeeeeennnnnnnn”, dice.

Tras abandonar a mediodía el Centro de Coordinación de Emergencias de L’Eliana (Valencia), donde acudió con el que entonces era su número dos, el exdirector general de Emergencias Emilio Argüeso, que también está investigado en la causa, Pradas informa a Mazón de que se desplaza a Carlet, donde la situación era muy grave. Son las 14.43. “Me voy a Carlet para que se los vea [sic.] con bomberos forestales”, apunta la exmandataria (destituida por el president cuatro semanas después de las inundaciones).

A las 14.11, cuando Mazón apuraba su último acto de la mañana —una reunión con líderes sindicales y empresariales en el Palau de la Generalitat en Valencia— antes de ir al restaurante El Ventorro, donde almorzó durante casi cuatro horas con la periodista Maribel Vilaplana, Pradas reporta a su jefe otro escenario de riesgo. “La cosa se complica en Utiel”, avisa la exdirigente en referencia a la crecida del río Magro.

El acta notarial a la que ha tenido acceso EL PAÍS también recoge una llamada perdida a través de la popular aplicación de mensajería entre ambos a las 20.19 y una segunda a esa misma hora de 37 segundos. En ese momento, Mazón estaba llegando con una comitiva de asesores y escoltas al centro en L’Eliana (Valencia) donde se celebró el Cecopi, el órgano que coordinó la crisis. El president desembarcó en este complejo a las 20.28, 17 minutos después del envío de la alerta masiva a móviles. Una notificación que se coló en los teléfonos a las 20.11, cuando, al menos, 156 personas ya habían fallecido. Y que, según la magistrada de Catarroja, si se hubiera enviado antes, se habrían salvado vidas.

El acta notarial presentada por Pradas en el juzgado recoge que la primera comunicación entre ambos es a las 11.32. La exconsejera envía entonces a Mazón un texto con apuntes sobre cómo actuar ante la catástrofe. La notificación se titula “Dana CV”, pide trasladar un mensaje de tranquilidad, informa de la emergencia en la comarca de La Ribera Alta y de la alerta roja por lluvias en el litoral norte de la provincia de Valencia.

La exconsejera reporta al que fuera jefe del Consell un rescate en una residencia de ancianos de Carlet, donde se han inundado dos pabellones. “La situación está controlada”, recoge el texto de Pradas, que desveló en el programa de La Sexta Salvados la existencia de estas comunicaciones por WhatsApps con Mazón.

El acta notarial se suma al documento aportado a la causa en abril por el abogado de Pradas, el exmagistrado de la Audiencia Provincial de Madrid Eduardo de Urbano. La relación de llamadas confirmaba que la exconsejera trató de localizar en lo peor de la crisis en dos ocasiones a Mazón, a las 19.10 y a las 19.36. Y que el entonces president estuvo 37 minutos ilocalizable tras salir de El Ventorro y mientras paseaba por el centro de Valencia con Vilaplana.

El presidente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, preguntado por los mensajes de Pradas, ha precisado este viernes que no los había podido ver y así es difícil valorarlos, pero “siempre he sentido mucho respeto por la investigación judicial. Hay que dejar trabajar y luego sacar las conclusiones cuando la jueza acabe. Yo fui a declarar al juzgado como testigo y entregué de forma voluntaria los mensajes porque creo que lo importante es que los hechos se esclarezcan”, informa Cristina Vázquez.