ACS ha decidido que se queda con Clece, su filial de servicios sociales y de mantenimiento de instalaciones públicas, después de negociar su venta durante los dos últimos años. Según aseguran fuentes financieras, Florentino Pérez ha rechazado las últimas ofertas recibidas por este negocio, con una plantilla de 88.000 trabajadores, por los planes de los interesados de aplicar un fuerte recorte de personal, lo que le generaría un conflicto con Moncloa y con los sindicatos.

El presidente de ACS ha optado por preservar la paz social y las buenas relaciones con Presidencia del Gobierno antes que vender Clece, por la que esperaba ingresar unos 800 millones de euros. La última oferta de Stoneshield Capital, el fondo de ‘private equity’ de Felipe Morenés y de Juan Pepa, ha sido desestimada por Florentino Pérez. Stoneshield tenia entre sus planes convertir Clece en la lider Europea de los servicios esenciales, expandiendo su presencia en Inglaterra, donde ya había entrado. Sin embargo, pese a las promesas del fondo, el también presidente del Real Madrid temía que todo ello fuero acompañado con recortes de personal.

El primer ejecutivo de ACS siempre ha disfrutado de tranquilidad laboral gracias a las relaciones fluidas con los sindicatos, así como institucional, especialmente por sus relaciones cercanas tanto con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como con el Partido Popular (PP). La imagen recurrente de ministros de ambos grupos políticos en el palco del Santiago Bernabéu pone de manifiesto la fluidez con los representantes de la izquierda y con los de la derecha. Los 88.000 empleados de Clece representan el 67% de la plantilla total (130.000) del grupo constructor.

Según estas fuentes, ACS ha comunicado a Bank of America y a Société Générale que aborten el proceso de búsqueda de un comprador para Clece. Una iniciativa que arrancó hace ahora dos años al considerar que la actividad de servicios de asistencia en residencias para personas mayores y centros de día, y la de ‘facility management’ (limpieza, seguridad en hospitales, aeropuertos y colegios) no era estratégica. Especialmente tras la gran apuesta de Juan Santamaría, el consejero delegado de la constructora, por los data center y los grandes proyectos de infraestructuras, tanto tradicionales como las definidas como críticas.

Foto: plan-criteria-acs-florentino-perez-estrategica

TE PUEDE INTERESAR

La ACS de Florentino Pérez pasa a ser estratégica para Criteria Caixa

Marcos Lamelas. Barcelona

Era una de las actividades que se pusieron a la venta dentro del plan estratégico 2024-2026. En el reciente Capital Investor Day mantenido con inversores para actualizar la ejecución de esta hoja de ruta, Santamaría no hizo referencia a Clece como una división esencial, ya que, pese a su amplia fuerza laboral, apenas representa menos del 6% de las ventas y del beneficio bruto de explotación. Su presentación estuvo centrada en el desarrollo de los centros de datos tras la alianza firmada con Global Infrastructure Partners (GIP) para invertir hasta 14.000 millones en la puesta en marcha de hasta 3 gigavatios.

Clece factura unos 2.000 millones de euros al año, que generan un beneficio bruto de explotación o ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 113 millones. Unos números que atrajeron el interés del gigante danés ISS, la francesa Onet, la alemana Wisag y la española Serveo, propiedad de Portobello. Este fondo de capital riesgo compró esta sociedad a Ferrovial, que se desprendió de su negocio de servicios por 170 millones, más un pago adicional de 50 millones. Después, el ‘private equity’ se hizo con la división de Sacyr por 90 millones para crear una compañía con una facturación próxima a los 1.800 millones. OHLA también ha intentado vender su filial, Ingesan, pero las ofertas no alcanzaron lo previsto.

Máximo histórico

El último intento en el sector ha sido Urbaser, propiedad del fondo estadounidense Platinum, que llegó a tener un preacuerdo con Blackstone y con EQT para traspasar esta empresa de servicios medioambientales por 5.000 millones, incluida la deuda. Sin embargo, a la hora de poner la oferta final, el ‘private equity’ escandinavo presentó una rebaja que frenó la firma de la transacción.

El comportamiento bursátil de ACS ha respaldado la gran apuesta por las infraestructuras digitales. Desde el lanzamiento del plan estratégico en abril de 2024, la cotización de la constructora se ha revalorizado más de un 100%, con un reparto acumulado para sus accionistas vía dividendos de 3,5 euros por título. En lo que va de año, los títulos se han apreciado un 67%, hasta superar los 80 euros, máximos históricos.

ACS ha decidido que se queda con Clece, su filial de servicios sociales y de mantenimiento de instalaciones públicas, después de negociar su venta durante los dos últimos años. Según aseguran fuentes financieras, Florentino Pérez ha rechazado las últimas ofertas recibidas por este negocio, con una plantilla de 88.000 trabajadores, por los planes de los interesados de aplicar un fuerte recorte de personal, lo que le generaría un conflicto con Moncloa y con los sindicatos.