Renault sigue desarrollando su estrategia de futuro con una clara apuesta por los eléctricos de gran volumen, y el Renault 4 E-Tech es el último ejemplo. Este SUV urbano eléctrico combina la esencia del icónico «4 latas» con soluciones modernas de su hermano, el Renault 5. Y es que tras el éxito de este, que se llevó el premio de ‘Coche del Año en Europa’, el R4 ofrece más espacio, confort y autonomía, sin perder el guiño retro que tanto ha gustado a los aficionados.
Hemos recorrido varios kilómetros durante una semana con el nuevo E-Tech y estas son nuestras impresiones.
Lo bueno
Diseño exterior. Sin duda alguna, lo que más llama la atención es su diseño. Mantiene la esencia del Renault 4 original con un enfoque neoretro muy logrado, equilibrando formas, tamaños y proporciones. Nos parece un coche con unas proporciones muy estéticas que hacen de él un modelo sencillo, pero atractivo.
Interior. Dentro del habitáculo también hay cambios. La mezcla de estilo retro y tecnología moderna funciona. Por ejemplo, el sistema multimedia con Google integrado, incluyendo la app de ChatGPT, permite manejar muchas funciones sin necesidad de conectar un smartphone, algo muy práctico y cómodo que, en nuestra opinión, deberían copiar otras marcas.
En cuanto a habitabilidad, este modelo es claramente superior a su hermano el Renault 5 E-Tech. Las plazas traseras son amplias incluso para adultos, y el maletero ofrece 420 litros. Plegando los respaldos traseros, la capacidad llega a 1405 litros, aunque con la pequeña limitación de que el suelo no queda completamente plano. La posición del conductor, por su parte, permite una gran visibilidad. Además, las levas tras el volante para regular la frenada regenerativa, incluyendo el modo ‘One Pedal’, hacen que la conducción sea muy intuitiva y se reduzca el desgaste de pastillas de freno y discos, una característica que todos los eléctricos deberían incorporar.
Ahora bien, pese a sus muchas virtudes, y como con todo en la vida, hay aspectos que podrían mejorarse. Estos son algunos de ellos.
Lo regular
Autonomía. La autonomía de este coche es lo que más sentimientos enfrentados suscita. No es mala, pero tampoco es especialmente buena. La versión de 120 CV homologa 308 kilómetros, mientras que la de 150 CV, poco más de 400. Suficiente para el uso urbano y extraurbano, pero quizás a alguno le parezca escaso para realizar viajes. Un mal que también sufre el nuevo Renault 5 eléctrico. Por su parte, la aceleración es ágil, con 0 a 100 km/h en 8,2 segundos; y la dirección y el tacto de freno transmiten buenas sensaciones.
Lo malo
Postura de la conducción. Aunque es cómoda, se ve limitada por el suelo, que es algo alto debido a que debajo están las baterías. Tampoco se puede bajar demasiado el asiento, lo que puede resultar cansado en trayectos largos al tener las piernas ligeramente recogidas y dobladas.
Selector de cambios. Este es otro punto mejorable. Renault lo ha situado por encima de la palanca de los limpiaparabrisas en la columna de dirección, algo que, a priori, busca generar más espacio en la consola central y hacer los cambios de marcha más ergonómicos. Sin embargo, como han mantenido la palanca de los limpias debajo, provoca que se accione de forma accidental el limpiaparabrisas.
La llave. Sí, este es un detalle menor y más personal, pero no por ello menos llamativo. Y es que Renault sigue utilizando la ‘tarjeta’ grande de plástico que han usado durante años. El problema es que esto no es ni una tarjeta, porque no cabe en la cartera, ni una llave, porque es enorme, y da una sensación algo negativa con ese plástico duro frente a la calidad percibida del coche. Modernizar este elemento sería un cambio sencillo que reforzaría la imagen de la marca.
Lo inesperado
La forma de las puertas traseras. Tienen un pico superior que, al abrirlas, especialmente con prisa, puede golpear el pecho o el hombro (me ha pasado 3 veces en una semana), algo que puede ser incómodo o incluso peligroso con niños.
Renault 4 E-Tech
Botones del volante. Para ajustar volumen y otras funciones, el R4 E-Tech sigue recurriendo a un sistema que ya veíamos en los Dacia hace años. Funciona, pero no encaja del todo con el nivel tecnológico del resto del vehículo y podría actualizarse para dar un salto en modernidad y diferenciación a la marca del rombo.
Conclusión y nota final – 7,5/10
El Renault 4 E-Tech es un eléctrico que combina nostalgia, comodidad y practicidad con un diseño que atrapa a primera vista. Sus puntos fuertes (espacio, confort y tecnología avanzada) pueden convencer a aquellos conductores que busquen un vehículo versátil y con carácter, sobre todo para ciudad. Sus precios arrancan en los 28.867 euros en la versión más básica de 40 kWh y 120 CV, que no es especialmente generosa en autonomía. La versión de 150 CV, que solo cuesta 3.000 euros más (31.347 euros) y también cuenta con más autonomía, en este caso merece más la pena.
Renault sigue desarrollando su estrategia de futuro con una clara apuesta por los eléctricos de gran volumen, y el Renault 4 E-Tech es el último ejemplo. Este SUV urbano eléctrico combina la esencia del icónico «4 latas» con soluciones modernas de su hermano, el Renault 5. Y es que tras el éxito de este, que se llevó el premio de ‘Coche del Año en Europa’, el R4 ofrece más espacio, confort y autonomía, sin perder el guiño retro que tanto ha gustado a los aficionados.