Durante la última semana de Black Friday en Estados Unidos, la consola que dio la sorpresa no ha sido ni PlayStation 5 ni Nintendo Switch 2. El segundo puesto en ventas se lo ha llevado NEX Playground.
Una consola cúbica pensada para la familia que se ha colado entre los gigantes sin competir en potencia, gráficos 4K ni exclusivas millonarias. Por encima solo ha quedado el Switch 2 con Mario Kart World; detrás, la PlayStation 5 de Sony.
De acuerdo con datos del analista Mat Piscatella, de Circana, la firma que monitoriza el mercado de hardware y software en EEUU, el ranking de consolas más vendidas durante la semana clave de Black Friday ha puesto a NEX Playground en el mapa.
El experto ha subrayado el detalle que a los jugadores y a la industria les ha llamado la atención, y es que es una consola que muchos jugadores veteranos ni siquiera habían oído hablar, pero que ha adelantado a PS5 durante una semana clave de compras.
Habitualmente, estos listados es una guerra entre Sony, Nintendo y Microsoft, con pequeñas variaciones según promociones, packs y lanzamientos. Pero que aparezca un cuarto actor en segunda posición no es coincidencia, es una señal de que hay un tipo de consola, y de usuario, que las grandes marcas han dejado en segundo plano.
Una consola cúbica que no compite con PS5… pero le gana en ventas
Si te preguntas qué ha conseguido colarse entre Switch 2 y PS5, la respuesta no es un monstruo de potencia. De hecho, NEX Playground es un pequeño cubo pensado para estar en el mueble del salón sin llamar la atención.
Su objetivo no es sustituir a las consolas de las grandes marcas ni ofrecer grandes producciones de decenas de horas. Está pensada simplemente para niños y familias que quieren algo sencillo, activo y fácil de jugar.
La conectas al televisor, eliges un juego y empiezas a moverte delante de la pantalla. No hay promesa de 4K, trazado de rayos ni modo rendimiento; la promesa es otra: que toda la familia pueda jugar sin complicarse la vida.
En precio también juega en otra liga, porque el dispositivo se vende en torno a los 249 dólares (214 euros), un escalón por debajo del coste de entrada de una PS5 o de algunos packs completos de Switch 2.
No incluye mandos
La gracia de NEX Playground está en cómo se juega, por lo que no conectas mandos, ni sujetas nada, ni colocas sensores adicionales por la habitación. El cubo integra una cámara gran angular y un sistema de seguimiento de movimiento apoyado en inteligencia artificial que convierte tu cuerpo en el mando de juego.
Además, la consola se conecta por HDMI al televisor, se empareja con el WiFi y en cuestión de minutos ya puedes estar jugando minijuegos de reflejos o saltando en pruebas pensadas para sudar un poco en el salón.
Hasta cuatro personas pueden participar a la vez, siempre a base de moverse delante de la pantalla, sin pulgares sobre sticks ni botones. Para navegar por los menús hay un pequeño mando a distancia, pero durante la partida tu avatar eres tú.
Si te deslizas hacia un lado, el personaje se mueve, pero si levantas los brazos, el juego responde. Es un planteamiento muy heredero de Wii y Kinect, aunque en formato compacto, con un único dispositivo en el mueble.
La máquina incluye varios juegos preinstalados y amplía el catálogo a través de una suscripción, que da acceso a decenas de experiencias de movimiento, muchas de ellas basadas en licencias infantiles. Todo se descarga en la propia consola y se puede jugar sin conexión una vez instalado.
La fórmula del éxito: menos potencia, más familia
¿Por qué un sistema tan distinto a PlayStation 5 o Nintendo Switch 2 ha escalado hasta el segundo puesto en una semana tan competida? Existen varias piezas que encajan bastante bien.
La primera es el precio, así como el posicionamiento. Con poco más de 215 euros, NEX Playground se sitúa en ese rango incómodo para las grandes consolas, pero muy atractivo para un regalo familiar.
No es una compra impulsiva, pero tampoco exige la inversión de una máquina «principal» con sus juegos a 70 euros. En la práctica, muchas familias la ven como una forma asequible de tener «algo de videojuegos» en casa sin entrar en el ecosistema completo de una PlayStation o una Xbox.
La segunda pieza es la sencillez, porque en vez de perfiles, cuentas, servicios, tiendas digitales y opciones avanzadas, te encuentras con una propuesta directa: enchufas, configuras una vez y juegas.
Si tú no te consideras gamer, agradeces no tener que lidiar con pases de batalla, chats de voz o configuraciones online. Aquí el foco es muy claro, que es meter a todo el mundo en el salón, lanzar un juego y moverse.
Por otro lado, el diseño es para familias, donde el catálogo está orientado a niños y padres que buscan algo seguro, sin violencia gráfica, sin compras in-app, sin anuncios ni chat. La combinación de actividad física y control sobre el contenido es uno de los argumentos que más peso tiene a la hora de decidirse por esta consola.
Hay otro detalle que hace todo esto aún más significativo, y es que NEX Playground, por ahora, se vende sobre todo en Estados Unidos, a través de las grandes cadenas y plataformas online.
Por ello, si quieres una en España, te tocaría recurrir a importación o a tiendas que la traigan de fuera; no es el típico producto que te encuentras en la estantería de la gran superficie de tu barrio.
Aun con esa distribución centrada en un solo mercado, la consola se ha colocado por encima de PS5 en una semana clave de compras. Ha bastado el tirón de los padres que buscan algo diferente para el salón, más la visibilidad de aparecer bien posicionada en páginas de ofertas durante los días de rebajas.
Un aviso para la industria
Para Sony, Nintendo y Microsoft, el movimiento de NEX Playground es un recordatorio incómodo pero útil. PS5 está construida alrededor de la potencia, los grandes lanzamientos y los servicios online.
Nintendo Switch 2 combina portátil y sobremesa con un catálogo propio muy fuerte, pero su época de controles de movimiento como eje central quedó atrás con la Wii. Xbox lleva años empujando su ecosistema y Game Pass, pensando más en la suscripción que en accesorios pensados solo para el salón.
En ese contexto, una consola de nicho familiar, con cámara integrada y juegos de moverse delante del televisor, no parecía una amenaza. Hasta que el ranking de Piscatella ha demostrado que sí puede disputar, al menos durante semanas concretas, el terreno de ventas a las consolas tradicionales.
Esto desvela que sigue habiendo un mercado masivo para el juego familiar basado en movimiento, que no pasa por gafas de realidad virtual ni por invertir una fortuna en hardware.
Los datos de Mat Piscatella no son solo una curiosidad de ranking, nos dice que ese público que quiere jugar en el salón con los niños, moverse un rato y no preocuparse por configuraciones complejas, sigue ahí, esperando algo que encaje con su día a día.
Mientras la competencia se centra en la potencia gráfica, un dispositivo modesto ha logrado una cuota de mercado significativa, demostrando que la diversión siguen siendo factores decisivos de compra.