Los laboratorios del IRTA-Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA) en Bellaterra (Cerdanyola del Vallès), ubicados muy cerca de la zona de Collserola donde se han localizado varios jabalíes muertos por peste porcina africana (PPA) en las últimas semanas, han acogido recientemente varias investigaciones en las que se han utilizado muestras de variante de la PPA conocida como Georgia 2007, la cepa específica que ha sido encontrada en los restos de los animales fallecidos.
La identificación de esta variante concreta puede ser la clave para determinar el origen del brote de PPA iniciado en Bellaterra porque la Georgia 2007 no es una cepa que esté actualmente presente en el medio natural, sino que es una variante del virus de las que se consideran de “referencia”, es decir, que prácticamente ha desaparecido de la fauna salvaje y, ahora, las muestras que se conservan en laboratorio se utilizan para realizar experimentos en instalaciones de investigación (también conocidas de confinamiento o bioseguridad) y llevar a cabo estudios del virus genérico de la PPA o para evaluar la eficacia de las vacunas que están en fase de desarrollo.
Hipótesis
Un posible origen: residuos o restos de experimentos o una contaminación a través de algún investigador
La identificación de la variante Georgia 2007 en muestras de los jabalíes muertos en Collserola ha sido confirmada este viernes por el Ministerio de Agricultura después de recibir los resultados de los análisis realizados en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), de Valdeolmos (Madrid), laboratorio de referencia de la UE. En este centro se ha hecho la caracterización molecular por secuenciación del genoma del virus de la PPA de los jabalíes muertos en Collserola y se ha comparado su estructura con los distintos virus de peste porcina africana detectados en toda la Unión Europea. De tratarse de un contagio por la ingesta (por parte de los jabalíes de Collserola) de algún alimento contaminado con virus de la PPA procedente de países europeos en los que esta enfermedad está presente se podría haber encontrado alguna variante de los grupos genéticos 2-28, los virus circulantes en la actualidad en Europa. Sin embargo, la Georgia 2007 localizada en jabalíes de Collserola es una variante del grupo 29, no presente en el medio natural europeo (por lo menos hasta ahora).
Dos artículos científicos reveladores
Los trabajos de expertos del IRTA-CReSA con la variante Georgia 2007 están descritos en dos artículos científicos publicados este mismo año en las revistas Veterinary Sciences y Veterinary Quarterly, firmados en total por ocho expertos de este centro ubicado en Bellaterra. En el primero de estos trabajos se utilizó una secuencia de Georgia 2007 para clonación y sobreexpresión de la proteína p30 del virus de la peste porcina africana con el objetivo de desarrollo y estandarizar una prueba ELISA o análisis de laboratorio para detectar la presencia de anticuerpos de esta enfermedad.
En el segundo estudio publicado, el equipo de expertos de este centro ubicado en Bellaterra inocularon diversas dosis con cantidades bajas, medias o altas de la cepa Georgia 2007 en tres grupos con 20 cerdos en cada uno para observar si estos animales se infectaban y desarrollaban la enfermedad. Entre las conclusiones de este estudio, los autores destacan que, “después de la inoculación, la cepa Georgia fue letal para todos los animales que resultaron infectados, incluyendo aquellos en el grupo de dosis baja, donde dosis tan bajas del PPA, como las utilizadas en este estudio, rara vez se han probado antes”.

Dos investigadoras, en uno de los laboratorios de bioseguridad del centro CReSA
CReSA
Sospechas investigadas
El hecho de que un centro especializado trabaje en sus laboratorios con la variante de un virus que después aparece en animales en el medio natural no es necesariamente una prueba concluyente. De hecho hasta la mañana de este viernes, expertos del CReSA habían indicado que no existían pruebas de que la muerte de jabalíes tuviera su origen en este centro ubicado en Bellaterra, como de hecho ya se había planteado de forma no oficial en diversos medios y redes sociales en los últimos días. A favor del CReSA y sus investigadores se aportaban datos sobre la seguridad de sus instalaciones y el prestigio internacional. De hecho, el CReSA es desde 2017 centro colaborador de la Organización Mundial de Sanidad Animal y Laboratorio de Referencia de esta misma organización para Peste Porcina Clásica.
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La nota informativa publicada por el Ministerio de Agricultura en la que se anuncia el inicio de la nueva investigación sobre el origen del brote de PPA en Collserola indica que “del informe [elaborado por el CISA-INIA] se deduce que cabe la posibilidad de que el origen del virus no esté en animales o productos de origen animal provenientes de alguno de los países en los que actualmente está presente la infección” sino que “su origen pueda estar en una instalación de confinamiento biológico”, como el de CReSA en Bellaterra, aunque el ministerio no menciona ni este ni ningún otro centro sospechoso.
Las condiciones de seguridad de los laboratorios del CReSA están certificadas y son sometidas a constante supervisión. Solo en caso de accidente o manipulación inadecuada se puede contemplar la posibilidad de una fuga de material contaminado (incluidos virus patógenos) y, incluso en estos casos, cualquier alteración de los protocolos de bioseguridad deben ser comunicados y revisados de forma inmediata, por lo que se hace difícil entender como, presuntamente, podría haber ocurrido una salida de la variante Georgia 2007 de estos laboratorios. Cabe la posibilidad, no obstante, de que algunos de los residuos o restos de los experimentos, el material que ha esta en contacto con estos virus o incluso una contaminación a través de alguno de los investigadores pudiera ser el origen de que restos de esta cepa de mucha capacidad infecciosa saliera al exterior en fechas recientes.