Eugenia Martínez de Irujo ha celebrado sus 57 años con una gran fiesta en Málaga, rodeada de amigos y familia. La celebración ha mostrado la serenidad y la energía con las que la duquesa de Montoro está afrontando esta etapa de su vida. No hay espacio para los conflictos, Eugenia atraviesa una fase especialmente estable en lo personal y también en lo profesional.
Vive en una relación de ensueño con Narcís Rebollo, con quien se casó en Las Vegas al más puro estilo ‘Grease’. La pareja ha compartido viajes, proyectos y una rutina que ha funcionado como refugio frente al inevitable ruido mediático que le rodea. Narcís, siempre discreto, ha encajado de manera natural en su vida, y quienes los conocen aseguran que ha encontrado con él una tranquilidad que llevaba tiempo buscando.
La reconciliación familiar
Otra de las alegrías es la excelente relación con su hija Tana, uno de sus grandes pilares. Ambas han mantenido un vínculo estrecho y unido siempre, construido desde la libertad personal y una complicidad que ha ido creciendo con los años. La entrada de la joven en la vida adulta han reforzado todavía más esa unión. Viaja a Madrid a menudo para estar al lado de su madre por decisión propia y no por imposición. Madre e hija han compartido planes, conversaciones y una cercanía estable incluso cuando cada una seguía su propio ritmo en una ciudad diferente.
Eugenia mantiene un vínculo muy especial con su hija Tana
Gtres
Otro capítulo significativo en esta etapa ha sido la reconciliación con su hermano Cayetano, que ha llegado después de años de distancia y diferencias. Sin ser una relación completamente reconstruida, ambos han recuperado un trato cada vez más fluido y cariñoso, favorecido en parte por las responsabilidades que comparten dentro del entramado empresarial heredado de la Casa de Alba. Este acercamiento también es para Eugenia una forma de cerrar heridas antiguas y avanzar hacia un clima familiar más calmado, todavía imperfecto, pero mucho más habitable.
Eugenia y Cayetano se reconciliaban en 2025 tras años muy difíciles
GTRES
Un patrimonio millonario
En el terreno empresarial, Eugenia ha desempeñado un papel activo en varias de las compañías que los hermanos heredaron primero de su padre y, más tarde, de su madre. En Eurotécnica Agraria S.A., sociedad familiar dada de alta en 1988 y dedicada a la explotación de fincas rústicas, actividades agrarias, forestales, pecuarias y cinegéticas, además de la compraventa y transporte de materiales vinculados a la construcción, Eugenia es consejera.
Eugenia Martínez de Irujo cuenta con un total de 5 empresas
GTRES
La empresa, que cuenta con 80 empleados, presentó en 2022 una facturación superior a los 2,5 millones de euros. Desde este mes de noviembre, la presidencia ha pasado a manos de Cayetano dentro del sistema rotatorio que los hermanos han mantenido a lo largo de los años. Esta firma es una de las estructuras esenciales del patrimonio agrario del linaje y sigue siendo un punto de encuentro para todos ellos.
Eugenia también es vicepresidenta y consejera de Inversiones Princesa S.A., creada en 1971 y dedicada a actividades culturales, como bibliotecas, archivos y museos, y a la administración de mercados financieros. Esta empresa, igualmente perteneciente a la familia, ha pasado también a estar presidida por Cayetano.
Francís le ha dado a Eugenia la estabilidad que llevaba buscando años
GTRES
Además de estas responsabilidades compartidas, Eugenia ha impulsado sus propios proyectos siguiendo la tradición agraria de la familia. En 2022 dio de alta Actividades Agrotania S.L., donde figura como única socia y administradora. Aunque aún no se han depositado cuentas, quizá debido a su reciente creación, la empresa se mantiene activa. Del mismo modo, en 2016 creó Explotaciones Agradema S.L., también siendo única socia y administradora, con un objeto centrado en la compraventa, arrendamiento, explotación y transformación de fincas rústicas; negocios pecuarios, agrarios, mixtos y forestales; y la comercialización de productos agrarios y agroalimentarios.
Esta sociedad tampoco ha presentado cuentas hasta el momento, pero continúa en funcionamiento, reflejando el interés de Eugenia por construir su propio espacio empresarial, aunque nunca haya sido su primer objetivo, ni algo que realmente necesite para vivir.
Eugenia Martínez de Irujo ha llegado a los 57 años con una vida en equilibrio: una relación sentimental sólida, una relación familiar en recuperación, una hija con la que mantiene un vínculo fuerte y un papel definido dentro de los proyectos empresariales familiares. Y su reciente cumpleaños es la confirmación de que atraviesa una de las mejores etapas de su vida. Su historia reciente muestra a una mujer que está madurando sin perder frescura, que ha cerrado capítulos pendientes y que ha encontrado su sitio, tanto en su vida emocional como en el mapa empresarial de la Casa de Alba.