El incremento acelerado de síndromes febriles inespecíficos y la circulación simultánea de dengue y chikungunya colocan a Las Tunas entre las provincias más comprometidas del país, según datos recientes del Ministerio de Salud Pública.
La directora general de Salud en funciones, Yumara Acosta García, reconoció que el territorio enfrenta un “aumento” de cuadros febriles y confirmados, especialmente en cuatro municipios, con una carga epidemiológica que crece más rápido que la capacidad de control.
Las áreas de Salud de la cabecera provincial, Puerto Padre, Majibacoa y Amancio concentran los escenarios más complejos. También se reporta tendencia al alza en Colombia y Jobabo, reportó el periódico provincial 26.
Según la funcionaria, parte del incremento responde a un cambio en la pesquisa comunitaria, porque muchos enfermos permanecían en sus viviendas sin notificar síntomas, lo que mantenía un subregistro significativo.
La movilización de la Universidad de Ciencias Médicas y otros actores permitió aflorar los casos ocultos y activar acciones diferenciadas de vigilancia y control vectorial.
El territorio se encuentra en la segunda etapa del tratamiento adulticida y aspira a cubrir el 100% de las zonas urbanas durante la semana, con énfasis en intradomiciliarios en manzanas de alto riesgo.
Sin embargo, la directiva insistió en que ninguna estrategia será efectiva sin el autofocal familiar; sin eliminar criaderos, la eclosión de huevos infectados imposibilita frenar la expansión viral.
No obstante, Acosta evitó mencionar la falta de control y mala gestión gubernamental con respecto a la recogida de basura, el vertimiento de fosas y los persistentes salideros en la infraestructura hidráulica.
En el ámbito hospitalario, la reorganización de servicios prioriza a neonatos, gestantes y lactantes, con protocolos estrictos en pediatría y vigilancia cama a cama en el hospital general docente Ernesto Guevara.
Todas las gestantes con síntomas están siendo ingresadas, especialmente aquellas a término, debido a la transmisión transplacentaria del chikungunya.
Los neonatos reciben PCR al nacer y controles posteriores. Puerto Padre asumirá regionalmente a pacientes de Jesús Menéndez, mientras se habilitan salas para gestantes asintomáticas que residen en zonas de transmisión activa, destacó la fuente.
La funcionaria alertó que los lactantes menores de dos años deben ser ingresados de forma obligatoria en el hospital pediátrico, dada la imposibilidad de que muchas familias identifiquen signos de alarma.
Además, las áreas de Salud vigilan diariamente a todos los niños clasificados como de alto riesgo.
Las autoridades insistieron en elevar la percepción de riesgo ya que el dengue puede ser mortal si no se atiende a tiempo y el chikungunya provoca cuadros altamente invalidantes.
La demora en acudir al médico está generando complicaciones severas en mayores de 65 años y en niños, grupos que ya presentan casos graves, apuntó el medio de prensa.
El sector asegura haber creado “condiciones elementales” para responder, pero subraya que la autorresponsabilidad es decisiva para evitar el colapso epidemiológico.
El panorama descrito hace visible una contradicción que las autoridades apenas mencionan: el brote no está creciendo “de la nada”, sino desde un punto de partida que nunca fue medido con precisión.
El subregistro no solo distorsionó la curva real, sino que retrasó intervenciones críticas y permitió que las arbovirosis se expandieran antes de activar respuestas de control.
La provincia no enfrenta un simple repunte, sino el desfase acumulado entre la transmisión efectiva y la capacidad estatal de verla a tiempo.
Al respecto, la prensa oficial en Ciego de Ávila reconoció días atrás que las instituciones reaccionaron tarde a la actual crisis de arbovirosis cuando los barrios ya reportaban enfermos, además de fallas en la vigilancia epidemiológica y en el saneamiento que permitieron que el mosquito transmisor se expandiera sin resistencia.
Asimismo, las autoridades sanitarias de Holguín admitieron que fallaron en la prevención contra el mosquito, mientras la provincia enfrenta una compleja situación epidemiológica con tres municipios en fase de epidemia.
La Dirección General de Salud en Sancti Spíritus reconoció en conferencia de prensa el fallecimiento de dos personas este año a causa del dengue y el chikungunya, una de ellas en edad pediátrica, sobre la cual no se especificó la edad exacta.
La semana pasada, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) informó sobre 33 fallecimientos por enfermedades transmitidas por mosquitos, de los cuales 21 corresponden a chikungunya y 12 a dengue, según datos oficiales divulgados por la prensa estatal. La mayoría de las víctimas eran menores de edad.
Sin embargo, un informe del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba documenta entre octubre y noviembre de 2025 al menos 87 fallecimientos vinculados a la epidemia de arbovirosis extendida a lo largo de la isla.