Viéndolo de lejos, pocos universos parecían tan diferentes como los que habitaban Keith Richards, guitarrista de The Rolling Stones, y Brian Wilson, el fallecido líder de The Beach Boys. Mientras el primero creó riffs emblemáticos del rock británico, el segundo construyó armonías pop que rozaron la perfección, con una sensibilidad inédita en el género. Sin embargo, ambos coincidieron en señalar la canción que resume de manera suprema el ideal del pop: «Be My Baby», de The Ronettes.
Para Wilson, el impacto de la canción fue clave. Fascinado por la producción de Phil Spector, el músico recordó que la primera escucha lo marcó para siempre. «Cuando la escuché por primera vez, me voló la cabeza… fue el disco más grande que escuché en mi vida. Esa producción fue lo que me inspiró a hacer discos«, declaró en una cita recuperada por Far Out Magazine.
Aunque el sonido de los Stones parece muy lejos de esa dulzura, Richards sintió lo mismo. En los primeros años de la banda, cuando la idea de grabar una balada pop sonaba imposible, la voz de Ronnie Spector enamoró al guitarrista. «Las Ronettes eran el grupo femenino más caliente del mundo, y acababan de lanzar una de las mejores canciones jamás grabadas: ‘Be My Baby’. Yo me enamoré de Ronnie Bennett”, confesó el músico, que compartió gira con el grupo en 1963.
Por su parte, «Be My Baby» fue publicada en 1963 y consolidó el sonido que luego sería conocido como la «Pared de Sonido» de Phil Spector, antes de que su fórmula se volviera canon. Allí, cada capa instrumental y vocal se acopla sin opacar al resto, resaltando la interpretación de Ronnie.