El virus respiratorio sincitial (VRS) es la principal causa de infecciones en las vías respiratorias inferiores de los bebés menores de un año, especialmente las relacionadas con bronquiolitis y neumonía. Con el frío, además de la gripe, también llega el igualmente estacional VRS. A estas alturas del año, el pico epidémico de VRS ha comenzado su escalada, sobre todo entre los menores de cinco años. También aumentan los ingresos, aunque en los hospitales la situación ha mejorado notablemente gracias al inicio del programa de inmunización hace dos temporadas, cuyos resultados se reflejan en una reducción de entre un 70 y un 89 por ciento las hospitalizaciones.
Según el último informe publicado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), con datos recabados entre el 24 y 30 de noviembre, la tasa de VRS se estima en 25,7 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18,2 casos de la semana previa. Sin embargo, entre los menores de cinco años, la tasa de bronquitis y bronquiolitis se dispara hasta los 384,1 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la semana anterior era de 317,8. El año pasado por estas fechas, la tasa se situaba en 353, 8 casos por cada 100.000 habitantes. La diferencia se nota más al comparar con las temporadas previas a la inmunización: en 2023-24 la tasa era de 542,1 y en 2022-23 rozaba los 700 casos por cada 100.000 habitantes.
Irene Rivero, pediatra del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y vocal del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, explica a este periódico que «el patrón que estamos viendo es estacional o invernal clásico, con un inicio en otoño, un pico en torno a diciembre y enero, y con una intensidad bastante más baja en lactantes por el efecto de la inmunización que se está llevando a cabo». A pesar de que este año el virus ha llegado con «un poco de retraso respecto a años anteriores», Rivero recalca que en las últimas semanas «se está viendo una una clara tendencia ascendente en la circulación«, si bien «aún no hemos alcanzado umbrales epidémicos significativos».
El VRS es la primera causa de hospitalizaciones en menores de hasta 12 meses en periodo invernal y es el causante del 90% de los casos de bronquiolitis en niños menores de seis meses. Sin embargo, la disminución actual de casos conlleva a un menor porcentaje de ingresos. La tasa de hospitalización es a estas alturas de 1,7 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la semana pasada era de 0,8 y el año pasado por estas fechas era de 2,3 casos. Los más afectados son los bebés menores de un año, entre quienes asciende a 46,7, frente a los 32,5 por cada 100.000 habitantes de la semana anterior. Pero esta cifra queda lejos de los 140 ingresos por cada 100.000 habitantes que se registraron por estas fechas en 2022, antes del inicio del programa de inmunización dirigido a lactantes de hasta seis meses con el anticuerpo monoclonal nirsevimab.
Las hospitalizaciones se han disminuido «de forma muy importante» en las últimas dos temporadas, coincidiendo con el inicio de la campaña de vacunación. Una nueva medida de prevención que ha reducido, según la jefa del servicio de Pediatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Rosa Rodríguez, en un 88-89% los ingresos por bronquiolitis de menores de hasta 12 meses desde hace dos temporadas. Los casos derivados a cuidados intensivos también han caído entre un 80 y un 85%. «Son unos datos impresionantes», celebra la doctora a 20minutos.
El coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Jesús Ortega, coincide al recalcar el descenso en el número de ingresos esta temporada. Según explica a 20minutos, los datos de esta organización estiman que «desde que se ha introducido la vacunación en la temporada 2023-2024 a los niños menores de seis meses, el número de ingresos por esta patología ha disminuido entre un 70 y un 80% en menores de un año». En números absolutos, agrega, «antes teníamos unos 14.000 ingresos al año y ahora se evitan entre 7.500 y 10.000 ingresos. Son datos bastante alentadores y esperanzadores», continúa.
Estos datos son los mismos que arroja un estudio llevado a cabo desde el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del ISCIII, según el cual la cobertura vacunal del 90% durante la primera temporada (2023-2024) logró reducir el riesgo de hospitalización asociado al VRS en un 83% en los menores de seis meses inmunizados y, en el grupo de menores de un año, observó una reducción del 75% en el número de hospitalizaciones respecto a las que se estimaba que se iban a producir en este grupo. «Esto se traduce en cerca de 10.000 hospitalizaciones evitadas», según los investigadores. Una segunda investigación mostró que los bebés que fueron inmunizados con nirsevimab en otoño de 2023 tuvieron entre un 80% y un 83% menos de riesgo que los no inmunizados de sufrir una hospitalización por el VRS.
El porcentaje de positividad para VRS se encuentra en la útlima semana analizada en el 4% en Atención Primaria (frente al 3,5% para la semana previa) y del 10,7% en hospitales (frente al 6,5% de la semana anterior). «Tenemos una tendencia creciente del número de casos de bronquiolitis por VRS que nos mantiene obviamente en alerta, pero el año pasado por estas fechas teníamos los hospitales llenos de bronquiolitis por virus respiratorio sincitial. Ahora mismo eso no está ocurriendo. Hay casos de VRS que estamos atendiendo en Urgencias, y algunos de ellos ingresan, pero muchísimos menos que hace dos temporadas«, subraya Rodríguez, que prevé que esta tercera temporada el virus se comporte igual que las dos anteriores, una vez introducida la vacuna.
Respecto a los adultos, no obstante, «no se puede decir lo mismo», lamenta el doctor Ortega, al tiempo que recuerda que la población mayor de 60 años contra el VRS ha arrancado esta temporada, «especialmente en residencias de ancianos». Los especialistas esperan ver los mismos buenos efectos que entre la población infantil, a los que además la reducción de ingresos les evita también consumo de antibióticos, lo cual ayuda a prevenir posibles resistencias futuras. Desde la semFYC apuestan por impulsar la realización de pruebas de diagnóstico rápido de triple panel, es decir, un solo hisopo para distinguir si la infección ha sido provocada por gripe, VRS o SARS-CoV-2 (el virus causante de covid-19).
Como sus colegas, Rivero señala que en la población menor de un año, las hospitalizaciones por VRS durante esta temporada «se han reducido drásticamente, aproximadamente el 89-90% en comparación con los periodos de prevacunación». Según los datos del estudio poblacional NIRSEGAL que se lleva a cabo en Galicia desde hace tres temporadas y en el que participa Rivero, se observa «claramente cómo hay esa reducción de las tasas de hospitalización» en menores de hasta cinco años y también en mayores de 60. Los datos también muestran una «disminución de las tasas de bronquiolitis en Atención Primaria».
Los síntomas del cuadro clínico observados esta temporada no han cambiado: febrícula, estornudos, tos, dificultad respiratoria, rechazo de la alimentación, tiraje o aleteo nasal. «En niños, se inicia con un cuadro catarral y, si de repente va seguido de dificultad respiratoria, eso es bronquiolitis. Los mayores de dos años se comportan más como adultos. En adultos, habitualmente se empieza como un cuadro similar a una infección que evoluciona mal, con sintomatología tórpida como son la tos irritativa persistente, la febrícula y el malestar general», describe Ortega.
«El síndrome no ha cambiado, pero los casos son menos», apunta Rodríguez. La pediatra recuerda que el anticuerpo nirsevimab «no es una medida esterilizante, por lo que el virus sigue circulando, pero produce una enfermedad mucho más leve o no produce enfermedad. Por eso la tasa de positividad sigue siendo alta en esta época, pero los niños no ingresan«, concluye.